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‘Pisar suelo boliviano será emocionante’

Con lágrimas en los ojos llegó Wálter Nosiglia al podio de la plaza Arturo Prat en Iquique. El aliento y el cariño de muchos bolivianos a lo largo del recorrido de la sexta etapa (Antofagasta-Iquique) le emocionaron al máximo. “Venía llorando desde hace varios kilómetros, por la gente, vi muchas banderas bolivianas, incluso en las dunas, y creo que no me merezco tanto”, dijo.

Ni bien partió desde Antofagasta empezó a divisar banderas rojo, amarillo y verde. La cantidad se hizo mayor cuando llegó a Alto Hospicio, la ciudad vecina a Iquique, y se fue incrementando a medida que se acercaba a la rampa. En Iquique, apenas lo vieron acercarse los aficionados empezaron a corear su nombre y a gritar “Bolivia, Bolivia, Bolivia”.

Se le preguntó si se imaginaba lo que podría ser la bienvenida a los pilotos nacionales en Uyuni y nuevamente se echó a llorar. “Va a ser bien duro, si en Iquique fue así (mucho aliento), pisar suelo boliviano me va a emocionar mucho”. Tiene, además, presente lo que sucedió el año pasado, cuando casi 150.000 personas le dieron una bienvenida de campeón.

Ya asumió que sin Juan Carlos Salvatierra en la carrera y otros abandonos de pilotos bolivianos, se ha convertido en el estandarte del país en esta edición de la competencia más extrema del mundo. “Es una presión importante, pero estamos preparados para eso. Estoy más orgulloso que nunca de ser boliviano”, dijo.

Lamentó mucho el abandono del Chavo Salvatierra; “sin él es casi como si no hubiera el Dakar, la carrera es diferente ahora, pero lo voy a representar también a él”. Después de seis extenuantes días de carrera, celebró que hoy los pilotos de motos y cuadriciclos logren hacer una pausa en el campamento de Iquique, lo que le va a permitir recargar las pilas. “Por fin voy a descansar”, celebró.

También anticipó que su equipo de mecánicos trabajará al máximo para poner a punto la máquina, que, a diferencia del año pasado, no le ha dado muchos problemas. La idea es partir el domingo hacia el país con el cuadriciclo en las mejores condiciones. Pasar por el país será importante, pero el objetivo es llegar a Buenos Aires, el sábado 17; aunque en más de una oportunidad ya se le pasó por la cabeza levantar las manos. “A veces, cuando estás en medio del desierto, es bien complicado, pero vamos a acabar”.

El recorrido hasta ahora ha sido complicado en extremo, pero no está seguro de que lo más difícil haya pasado. “Nunca se sabe, el Dakar es bien especial. Esperemos, porque la etapa de salida de Bolivia, que es la más larga de todas, es difícil; sin embargo hay que ver qué pasará todavía”. Al final mandó un mensaje a todos los bolivianos: “Los quiero mucho y voy a seguir dando todo por ellos y por el país”.

Los datos

Descanso

Después de seis días de competencia, la jornada de hoy será de descanso para los pilotos de motos y cuadriciclos en Iquique.

Reanudación

Para ellos la carrera volverá mañana, cuando cumplan la séptima etapa entre Iquique (Chile) y Uyuni (Bolivia). El recorrido será el mismo que hoy harán los autos.

En carrera

Luis Barbery llegó anoche a Iquique en el puesto 77. En cambio, Fortunado Maldonado tuvo problemas ni bien comenzó la etapa y estaba retrasado. Los dos bolivianos siguen corriendo.

Marco Bulacia hizo una buena sexta etapa

Marco Bulacia tuvo una buena sexta etapa, se ubicó en el puesto 35 —el más alto que ha logrado hasta ahora— y en la general está en el 51. Así entrará a Bolivia hoy, en la primera vez de los autos por territorio nacional en el Dakar. “Lo quiero ver, no me quiero imaginar. Estamos a un día y ojalá podamos llegar” a Uyuni, dijo ayer. En la etapa Antofagasta-Iquique hizo un tiempo de tres horas, 51 minutos y 13 segundos y en la general tiene 36h06’58”.

El cruceño, que por primera vez después de cuatro presencias en el Dakar corre con un buggy, será el primer piloto nacional en ingresar al país, pues tanto Fortunato Maldonado como Luis Barbery, los otros “sobrevivientes”, están rezagados en la clasificación y seguro estarán entre los últimos pilotos en llegar a Pisiga (frontera con Chile) y después a Uyuni.

Bulacia dijo sentirse reconfortado con el cariño que recibió de parte de los bolivianos que se apostaron a lo largo del recorrido y también en Alto Hospicio e Iquique. “Ha venido mucha gente a vernos, hay que agradecer a los compatriotas, también a ustedes (los periodistas), por seguir de cerca lo que hacemos”. Después de llegar a la plaza Arturo Prat y posteriormente trasladarse al vivac, ubicado en Playa Los Lobitos, a 24 kilómetros de la ciudad, anticipó que el trabajo debe continuar “para poner a punto el auto”.