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Para Wilstermann la sexta fue la vencida en el Clausura

Después de cuatro empates y una derrota, Wilstermann le puso fin a su mala racha en el Clausura y en su sexta presentación consiguió su primer triunfo en el torneo, tras superar anoche a Universitario de Sucre (1-0), en el Félix Capriles de Cochabamba.

El único tanto del cuadro aviador, al mando del argentino Juan Manuel Llop, llegó a los 21 minutos del primer tiempo gracias a Mariano Torres. Con su victoria sumó siete unidades, mientras que el conjunto chuquisaqueño se quedó con cinco puntos y bajó al noveno lugar.

El resultado, sin embargo, no refleja lo ocurrido en cancha, porque el capitalino —que dirige Julio César Baldivieso, ex DT del aviador— tuvo un buen desempeño en el segundo tiempo, superó futbolísticamente al local, pero sus hombres no supieron concretar, pese a que llegaron en varias ocasiones al arco de Matías Dituro.

El visitante, además, generó la primera ocasión en el partido a los 3 minutos, después de una gran jugada de Mauricio Saucedo, quien dejó en el camino al golero, pero remató desviado cuando tenía el arco a su disposición.

Tras el susto, Wilster controló el juego en base al buen desempeño de Torres, volante por el que pasaban todos los balones. Fue precisamente este jugador que anotó el único gol del partido, luego de recibir un balón a las espaldas de los centrales del capitalino, Diego Rivero y Federico Silvestre, y en el mano a mano con el portero Juan Carlos Robles, elevó el balón en un perfecto ‘sombrerito’.

Los capitalinos no pudieron responder, porque el local insistió con sus llegadas y los tuvo metidos en su área.

En el segundo tiempo las cosas fueron diferentes, funcionó un trío en ataque, conformado por Saucedo, Alejandro Bejarano y Martín Palavicini. El juego de conjunto también se hizo sólido, con mucha salida por los costados, pero las falencias aparecieron a la hora de definir.

La más clara la tuvo Palavicini a los 21’, quien ingresó solo por izquierda, pero su remate se estrelló en el pecho del guardameta.

El español Rubén de la Cuesta se sumó a los hombres de ataque y provocó más de un susto a la última línea con remates de larga y media distancia.

El rojo cochabambino no hacía pie en el campo, su juego no mejoraba y a ello se sumó la silbatina de sus hinchas. En los últimos minutos aguantó los embates del visitante y después de cinco tropiezos pudo conseguir las tres unidades.