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Argentina iguala 0-0 con Austria y depende de un milagro para avanzar a octavos

Argentina empató 0-0 con Austria, hoy en Wellington por la tercera fecha del grupo B, y quedó a la espera de un milagro para avanzar a octavos de final como uno de los cuatro mejores terceros de las seis llaves del Mundial Sub-20 de Nueva Zelanda.

El equipo albiceleste necesitaba un triunfo para meterse en la siguiente ronda sin depender de extraños, pero no pudo llegar al gol a pesar de que lo buscó constantemente y tuvo muchas oportunidades que no supo concretar.

Al término de las tres fechas de la zona, Ghana quedó primero con siete puntos en la tabla, delante de Austria con cinco, que selló el segundo boleto a octavos.

Los argentinos suman dos unidades, fruto del empate 2-2 en su debut contra Panamá y el de esta tarde, mientras que los panameños acabaron en cuarto puesto con una unidad, tras perder 1-0 con los africanos este viernes en Auckland.

Argentina ahora dependerá de que no haya ganador en el choque del grupo A entre Nueva Zelanda y Birmania, que juegan este mismo viernes en segundo turno.

Pero eso no es lo único, pues el seis veces campeón mundial también necesita que el sábado tampoco haya ganadores en el duelo entre Senegal y Catar del grupo C, para terminar como el cuarto mejor tercero del torneo, que ya tiene otros tres grupos con más de tres equipos con tres unidades y por lo tanto ya están superando los dos puntos que acumulan los campeones sudamericanos.

 

Cinco delanteros y ningún gol    

Argentina se paró tomando la iniciativa contra una Austria que prefirió atrincherarse en los últimos 30 metros de la cancha para salir de contra.

La primera aproximación de riesgo llegó a los 10 minutos, cuando Ángel Correa desbordó por la derecha y su centro atrás lo tomó Nicolás Tripichio, pero su fuerte remate dio en su compañero Simeone, que involuntariamente lo rechazó cuando la pelota ingresaba, en lo que pareció un presagio de una tarde sin buenas vibraciones para Argentina.

A los 20, Correa ingresó por la izquierda y sacó un derechazo que tapó bien el portero Tino Casali, y a los 32 Giovanni Simenone marcaba con un zurdazo dentro del área, pero su tanto fue anulado correctamente por posición adelantada.

Ya a esa altura, Tripichio, un volante defensivo, llegaba constantemente al ataque y casi marca a los 40 cuando entró por la izquierda y remató fuerte abajo, pero el portero Casali, la figura de la tarde, la sacó milagrosamente. Sobre el cierre, Gio lo tuvo dos veces en la misma jugada, pero no pudo.

En la segunda parte, el técnico Humberto Grondona se la jugó por completo y sacó un defensa y un volante de contención para meter otro delantero (Cristian Pavón) y un mediapunta (Alejandro Romero Gamarra), para acorralar a los europeos y acabar con cinco delanteros en busca del gol de la clasificación directa, que al final nunca llegó.

A los 63, Correa la tiró afuera de palomita desde el corazón del área chica tras un centro de Romero Gamarra, en la situación más clara dentro de una fase de juego de unos diez minutos que se jugó prácticamente en los últimos 25 metros del campo de Austria.

A falta de 20 minutos para el cierre, el juego se convirtió en centros a la carga, remates de media distancia y cualquier otra idea que sirviera para quebrar a prácticamente once austríacos metidos en el fondo. Ni Correa ni Gio ni Buendía ni ninguno pudo con Casali, que dio la clasificación a Austria a los octavos y dejó a Argentina a la espera de un milagro.

Argentina disputa su decimocuarta Copa del Mundo, después de su sorpresiva ausencia en Turquía-2013, por lo que una eliminación prematura en la fase de grupos supondría otro duro golpe para su reputación. Y más teniendo en cuenta que la única vez que los argentinos jugaron un Mundial y no pasaron la primera fase ocurrió hace muchísimo, en Portugal-1991.