Cuatro días después de los atentados de París, el partido amistoso de fútbol entre Alemania y Holanda, previsto para ayer en Hanóver, fue suspendido “por razones de seguridad”, anunció la Policía sin añadir más precisiones.
Los espectadores presentes en el estadio, al que iba a acudir la canciller alemana, Angela Merkel, y en el que se iba a rendir homenaje a las víctimas de los ataques del viernes, salieron en calma del mismo. Antes la Policía cerró una zona cercana tras haber descubierto un paquete sospechoso.
Este amistoso había adquirido una dimensión simbólica después de la serie de ataques del viernes que causaron al menos 129 muertos en París y en los alrededores del estadio de Francia, mientras se disputaba el partido Francia-Alemania.
El equipo germano tuvo que pasar la noche en los vestuarios del estadio. Joachim Löw, el seleccionador de la Mannschaft, presentó el partido ante Holanda como “un símbolo de la libertad, de la democracia y de la solidaridad con nuestros amigos franceses”.
Angela Merkel y numerosos miembros del Gobierno habían anunciado su presencia en Hanóver. “Nuestro mensaje es claro: No dejaremos que roben nuestra manera de vivir”, dijo el lunes el ministro de Justicia, Heiko Maas.