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Ferreira, lejos de las redes y del gol

Un jugador acostumbrado a hacer goles y a celebrarlos, hoy por hoy no los puede hacer y ni siquiera puede jugar. Es el máximo goleador de Bolívar de los últimos tiempos desde que llegó al club en 2009. Si bien se fue un par de veces para militar en clubes del exterior, al volver su aporte para la Academia fue fundamental.

William Ferreira (uruguayo, Artigas, 25 de febrero de 1983) está lesionado desde el año pasado. Su vuelta a mitad de 2015 —cedido por los Leones Negros de México— para lucir la camiseta celeste, esta vez no fue como las anteriores, porque le fue mal. Primero, ya no fue el goleador de otras ocasiones y, después, se rompió el tendón de Aquiles y ya no pudo seguir jugando.

Los últimos días de octubre fueron terribles para él, por la lesión en un partido ante Sport Boys en Warnes. El 1 de noviembre se marchó a Uruguay en silla de ruedas. Dos días después fue operado en Montevideo.

El viernes por la noche regresó a La Paz, lo hizo caminando con normalidad para encarar la segunda parte de su recuperación. Sin embargo, todavía está lejana la posibilidad de volver a jugar.

“No me pongo fechas para volver a disputar un partido. Me siento bien, de a poco estoy caminando. Ahora empezamos la última etapa de la recuperación y debo comenzar a trotar e ir fortaleciendo poco a poco la parte afectada. Por supuesto la idea es volver a jugar lo antes posible, quisiera estar en algunos partidos de la Liga que terminará en mayo, pues se prevé que pueda estar listo en abril; sin embargo, no me pongo fechas, tal vez esté un poco antes o deba esperar hasta un poco después, según cómo vaya la rehabilitación”.

Lo que menos quiere es apresurarse. No es para menos. Está en juego buena parte de su futuro. Para seguir en el fútbol tiene que curarse bien.
“Pero debo ir paso a paso, sin apresurarme, ya que debe haber una rehabilitación plena que me deje listo y en buenas condiciones para volver a jugar”.

Lo peor —desde su punto de vista— ya ha pasado. A partir de que fue operado, primero estuvo en reposo, luego comenzó a hacer fisioterapia y ha ido progresando de a poco. Todo eso lo hizo en Uruguay.

“Me siento más tranquilo porque pasó la peor etapa, una primera fase cuando uno está mal siempre es complicada. Este tipo de lesiones no son fáciles”.

Como tiene contrato con Bolívar hasta junio de este año, está de regreso para seguir aquí la otra parte de su recuperación.

Más allá de su optimismo, está difícil que vuelva a jugar por lo que resta de su contrato con la Academia. Él dice que a fines de abril ya estará en condiciones y en mayo podrá estar en algunos partidos. Pero la lesión fue grave y quizás su recuperación demande algo más de tiempo.

De hecho, lo primero que se perderá es la Copa Libertadores de América. Está descartado que pueda estar porque su regreso a las canchas tardará más de lo que dure la fase de grupos e inclusive si Bolívar consigue avanzar.

No deja de ser doloroso para él, tomando en cuenta que la Academia tendrá un grupo más que interesante en el que uno de sus rivales será el campeón argentino Boca Juniors. Además estarán el Deportivo Cali y el ganador de primera fase entre el Puebla de México y el también argentino Racing Club.

“Es un grupo fuerte, muy lindo con equipos muy importantes”.

No evitó referirse a la copa en la que Bolívar llegó hasta semifinales (2014), que él ya no las jugó porque se fue a México. Aquella vez, su ayuda fue determinante para llegar a esa instancia.

“Aquella vez nos tocaron planteles  importantes y lo hicimos bien. Así que ahora hay que prepararse y llegar de la mejor manera para tratar de tener otra buena representación”.

Él quisiera jugar, no perderse ninguno de esos partidos. Sin embargo, el destino, con la lesión, lo ha apartado de ese camino.

“Yo trato todos los días de mejorar, pero aún no pienso en aquello de volver sino en recuperarme respetando los procesos. No hay que ponerse plazos, por ahí ir despacio y según como me vaya sintiendo veré si puedo estar  en condiciones de regresar”.

La mejor revancha será recuperarse bien

Jaime Ayllón

El fútbol lo va a tener que ver desde afuera. Algo difícil para un jugador acostumbrado a estar en la cancha y aportar.

Desde ya, así ocurrirá a partir del domingo, cuando Bolívar reciba a Oriente Petrolero en la primera jornada del Clausura liguero.

Según William Ferreira, no hay peor cosa que estar fuera y no poder aportar.

“Sin embargo, en lo único que pienso es en recuperarme bien. Por eso no quiero apurarme sino ir etapa por etapa. Cuando esté bien trataré de aportar al máximo para que le vaya bien al club”.

Lamentó como todos sus compañeros que Bolívar no hubiera logrado el tricampeonato. En pleno camino hacia ese objetivo, a él le tocó lesionarse.

A partir de ahí, Bolívar fue teniendo bajas que para el próximo campeonato se han consolidado, pues tampoco estarán Carlos Tenorio y Damián Lizio, quienes decidieron partir al fútbol del exterior.

“Se fueron futbolistas valiosos, aunque es algo que siempre sucede en cada etapa de apertura del libro de pases. Entiendo que llegarán otros y ojalá sean un buen aporte por el bien de Bolívar”.

El sábado, al día siguiente de haber llegado a La Paz, ya se puso a órdenes del cuerpo médico y comenzó a hacer algunos ejercicios. Fue la primera jornada de otro largo proceso de recuperación, aunque al final Ferreira ansía que el técnico le vuelva a decir: “Ya está listo, usted va a entrar”.