La buena costumbre de ganar
No hubo lucimiento (salvo el de Chumacero, autor de los goles) ni tampoco un marcador elocuente (como aquellos de reciente data en la Copa). Sí efectividad, porque generó pocas oportunidades de convertir (atención; ninguna en el primer tiempo) y fueron capitalizadas en el arco de Castellanos.
Todo lo anterior grafica la esencia del triunfo de The Strongest, consumado frente al rival que mayores problemas le creó en lo que va del torneo. Es que Independiente Santa Fe redondeó un lapso inicial muy interesante, mordiendo en el centro del campo —Salazar, Gordillo y Gómez marcaron y recuperaron aplicadamente— para elaborar contragolpes en los que Roa y Plata, excesivamente condescendientes, no supieron definir.
Hay partidos en que a falta de brillantez corresponde desplegar otros factores, lisa y llanamente porque así lo demanda la circunstancia. A la ya citada eficacia es pertinente añadir en el resumen el don de la persistencia. Para intentar una vez más lo que antes se truncó o bien en pro de aprovechar errores de enfrente. De hecho, el empate se quebró tras un saque lateral con grosera falla posterior del colombiano Tesillo.
Y así como abundaron las imprecisiones en el resbaladizo terreno de Miraflores, también resultó notorio advertir en el local la escasez de proyección a través de las bandas. Ninguno de los Bejarano gravitó en ese matiz y a exceso de centralización el cuadro colombiano vio facilitada la tarea, más aún si recurrentemente impuso la envergadura física de varios de sus componentes.
El juego no cambió ostensiblemente durante el complemento. Sin embargo, el condicionamiento emergió a partir del desnivel en las cifras, que desarticuló anímicamente al visitante —los cambios dispuestos por Gustavo Costas no influyeron— y acentuó la constancia aurinegra en materia de iniciativa, de continuidad en función de provocar el retroceso del adversario, hasta alcanzar la ampliación definitiva.
La tarea consistía en atesorar los puntos disputados en casa. Y se cumplió. Habrá, en lo conceptual, más de un matiz digno de revisión. Empero, el Tigre no deja de festejar, de sumar a pleno. ¿Puede haber algo más importante ?