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Sangre, sudor y puntos…

Brasil no está en Sudamérica, está en Rusia. Con 30 puntos y + 22 de diferencia de gol ya puede ir de visita a la Plaza Roja. Es un potentado. El resto es una masa proletaria que lucha punto a punto, codo a codo, como náufragos que bracean desesperados para llegar a la orilla. De aquí al final de la Eliminatoria la lucha será sangre, sudor y puntos… En tres escalones quedaron apelotonados cinco equipos. Y atención que se coló Paraguay: ya está a dos puntos del quinto.

Uruguay, que ya había ido al consulado ruso a tramitar visa, perdió sorpresivamente los ahorros en los últimos dos compromisos (1-3 con Chile, 1-4 con Brasil) y ahora vuelve a contar las monedas. Churchill se habrá inspirado en la Eliminatoria: de aquí al final esto será sangre, sudor y puntos…. La muestra perfecta fueron Colombia y Argentina: cómo ganar tres puntos de platino con un penalcito mínimo, sin jugar bien y sudando la gota gorda.

* AUMENTÓ LA EXIGENCIA. La novedad es que la Eliminatoria tiene un nuevo parámetro de exigencia. Al comienzo del camino se hizo un cálculo basado en las Eliminatorias anteriores y se pensó que con 26 o 27 puntos ya era seguro el boleto. Uruguay ocupó cuatro veces seguidas el quinto puesto con 25 (2014), 24 (2010), 25 (2006) y 27 (2002). Pero hay dos variables que alteraron el concepto: a) Se dieron bastantes menos empates que en los últimos cinco premundiales, con lo cual se vuelcan más puntos en la tabla. b) Los tres de abajo tuvieron una cosecha más magra de lo esperado (sobre todo por Venezuela, que posee muy buenos jugadores), por lo cual los de arriba sumaron más.

Al final de las últimas cuatro clasificatorias, la Vinotinto había sumado 20, 22, 18 y 16 unidades; ahora tiene 6, tal vez llegue a 9 o 10. Lo mismo acontece con Bolivia, que en competencias precedentes llegó a hacer 18, 17, 15 puntos.

Hoy suma solo 7. Esto determina que muy posiblemente se tenga que reunir un piso de 29 puntos para clasificar. O sea, mayor exigencia para alcanzar la meta.

* NUEVO ESCENARIO. A su vez, en estas últimas cinco jornadas entrará a jugar un elemento nuevo en la competencia, muy importante por cierto: los enfrentamientos con equipos ya eliminados o ya clasificados. No es que unos u otros se entregarán; nadie lo hace, están de por medio el orgullo, la representación nacional, la profesionalidad, la camiseta. Pero no hay duda de que el haber alcanzado el objetivo, o verse ya fuera de carrera, genera una relajación subconsciente.

O algo más: si tuviera un desafío importante con el Barcelona o alguna pequeña molestia, ¿vendrá Neymar a jugar por el asado…? ¿Cruzará el Atlántico para que busquen molerlo a patadas por gusto nomás…? Tenemos un ejemplo concreto: Mauricio Soria, el nuevo técnico de Bolivia, ante lo irremediable de la carrera, convocó una serie de juveniles para que vayan fogueándose de cara a la próxima Eliminatoria.

Ya apuntó la mira a 2022. Este será un factor importante y el principal beneficiado es Colombia, que entre sus próximos rivales tuvo a Bolivia y tendrá a Venezuela, Brasil ya en el avión, y en los últimos compromisos Paraguay y Perú quizás eliminados. Esto le da a la selección cafetera una ventaja no desdeñable: en esas condiciones, el rival no se juega la vida.

* LO QUE VIENE. El fixture, justamente, puede ser muy determinante: así como el programa es benigno para Colombia, es terrible para Argentina y Ecuador, y de cuidado para Chile. Ecuador tiene a Colombia (L), Brasil (V), Perú (L), Chile (V) y Argentina (L). Cuatro de los de arriba y Perú, con el que hay cierta rivalidad. Un vía crucis. Argentina deberá medir a Bolivia en La Paz, a Uruguay y a Ecuador, ambos afuera. Y a Chile le quedan Paraguay (L), Bolivia (V), Ecuador (L) y Brasil (V).

* UNA BATALLA QUE NO TERMINÓ. Entre esta doble jornada y la del 31 de agosto y 5 de septiembre, podría haber una noticia importante: Bolivia ha presentado, conjuntamente con otras cinco asociaciones (Argentina, Colombia, Ecuador, Paraguay y Uruguay) un recurso ante el TAS —siglas en francés del Tribunal de Arbitraje Deportivo— para que se anule la sanción de FIFA y le sean devueltos los puntos obtenidos ante Chile (0-0) y Perú (2-0).

Las probabilidades son menores que la primera apelación que hizo ante la Comisión Disciplinaria de la FIFA, la cual fue rechazada. Pero reales.

“La resolución del TAS se conocerá en uno, dos o tres meses. La presentación está hecha y es muy sólida desde el punto de vista argumental, esperamos que se revierta ese fallo”, nos informó Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana y miembro del Consejo Ejecutivo de la FIFA.

Si esto último sucediera, la tabla podría sufrir una variante fundamental. Chile quedaría disminuido en puntos y en goles, pues hoy se le reconoce una victoria de 3-0 sobre Bolivia, luego quedaría en empate sin tantos. Otro tanto sucedería con Perú. Si el TAS fallara a favor de Bolivia, FIFA debería acatar, no hay más instancias.

* BOLIVIA Y EL AUTOBÚS. Mauricio Soria volvió a la selección, de donde tal vez nunca debió irse. Bolivia había hecho con él una Copa América satisfactoria en 2015, mostrando un nivel competitivo aceptable, serio. Con total seguridad este proceso hubiese sido muy distinto. Se perdió tiempo con otros entrenadores. Pero es lo que hay… Volvió con Bolivia ya eliminada, por lo cual, se advierte, apuntó los focos a Qatar 2022, llamando a un puñado de jugadores nuevos. Encima guardó a Escobar, Chumacero, Arce, Zenteno, Jhasmany Campos para esperar a Argentina el martes.

Se presagiaba entonces un planteo cauteloso. Pero fue más que eso: Soria aplicó la táctica del autobús: ocho atrás y dos defendiendo. Casi logra un resultado positivo, aunque las formas a veces cuentan. Una cosa es jugar al contraataque, otra es revolear todos los balones a cualquier parte. Cuando al Barcelona lo esperan con dos líneas de cinco al borde del área muchos dicen “no supo romper el cerco”. No es fácil, se achican tanto los espacios que siempre aparece una pierna más.

* ¿FUE PENAL…?  Son acciones cobrables o no, a criterio del juez (siempre condicionado por la localía). Cuadrado fue vivo. Intuyó que Coímbra, de la forma que venía, debía llevárselo por delante, y siguió corriendo para provocar el choque. El zaguero boliviano no pegó, apoyó el pie derecho y eso generó la colisión. Si Coímbra lo deja, Cuadrado se va por línea de fondo.

* ECUADOR CHOCA CONTRA SU PIEDRA. Ocho veces enfrentó a Paraguay en Asunción por Eliminatoria: fueron ocho derrotas. Le resulta pesadillezca esa visita. La tricolor, que ganó los 12 puntos en las primeras cuatro fechas (100%), logró apenas ocho en las nueve siguientes (29,62%). Un desmoronamiento indiscutible. Lideró la tabla durante seis fechas; ahora va quinto y pegando. Algo pasa.

* ¿EL PEOR DE TODOS…? Haciendo abstracción del resultado, este cronista no recuerda un partido más horrendo de Argentina jugando como local que este con Chile. Y sin olvidar el 5-0 con Colombia, que hasta el minuto 41 era pasable, discreto. La catástrofe vino después. Menos en el marcador, la Roja fue superior en todo. Ganó Argentina por esas cosas del fútbol, por un penal dudosísimo (lamentablemente no hay una cámara que clarifique), y por cuatro o cinco maniobras de Messi y el penal bien ejecutado.

Argentina no tiene ni una remota idea de a qué juega, no tiene plan ni funcionamiento. Cuando eso sucede, casi todos los jugadores fracasan o se deslucen. Y estos tampoco aportan individualmente. Gabriel Mercado es un buen ejemplo de que, al menos con lucha y compromiso se puede mejorar el rendimiento personal y general.

* “MESSI ES ARGENTINA”. Fue uno de los títulos de Olé del viernes. Nosotros lo sostenemos hace ya algunos años: no es una selección, es un jugador. Y cada vez es más Messi. De él depende todo. Ha jugado solo seis de los 13 partidos, pero en esos seis Argentina consiguió 15 de sus 22 puntos. Y siempre siendo figura y goleador. No hay cómo demostrarlo, pero es fácil suponerlo: sin Messi, Argentina marcharía octava o novena.

Esto habla muy mal del resto del plantel, pero sobre todo del entrenador, atrapado en un juego de declaraciones altisonantes y un esquema que no es tal, que no existe. Nadie puede extrañarse, así juegan los equipos de Bauza. Está tercera con 22 la albiceleste, pero podría perfectamente perder ante Bolivia, que además de la altura tiene gente en el medio que puede manejar la pelota; Argentina no.

A nadie debería sorprender un triunfo boliviano, incluso amplio. El proceso Bauza tiene fútbol cero. Él busca contagiar a los jugadores con optimismo (“Vamos a ser campeones del mundo…” “Veo a Messi levantando la Copa…”); al jugador hay que convencerlo futbolísticamente, con argumentos y enseñanzas. Y con conducta…

* DOS LEONES HERIDOS. Chile demostró una vez más el viernes por qué ganó dos Copa América consecutivas: le sobra fútbol por los cuatros costados. Y conste que le faltaron el mariscal de la media cancha —Marcelo Díaz— y el cacique indomable Arturo Vidal. Pese a su momentáneo sexto puesto, nadie piense que Chile perdió el tren.

Además de juego, le sobra carácter a esta maravillosa generación de jugadores chilenos que, salvo Messi, son mejores que los argentinos. Igual, no ha hecho la Roja la Eliminatoria que su caudal futbolístico le permitiría. Ha perdido muchos puntos. Otro león sangrante es Uruguay; seguro va a volver a dar batalla. Eso está en el ADN del futbolista celeste. Hoy, hay cuatro lugares para cinco aspirantes. Que Paraguay dice son seis. Va a ser palo y palo hasta el final.