Dos años y medio después de haber sido detenido y conducido a la cárcel cruceña de Palmasola, acusado por una comisión de delitos del Ministerio Público, Carlos Chávez, expresidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), no fue llevado a juicio en todo ese tiempo y, lo que es peor, ahora lucha por su vida en una batalla contra un cáncer.
El mismo equipo de fiscales que logró su detención es señalado hoy por la familia de Chávez por poner trabas para impedir que el exmáximo dirigente del fútbol nacional sea trasladado a una clínica del exterior para recibir una mejor atención.
Lo único que cambió desde que se conoció su estado de salud por la terrible enfermedad es una orden de los jueces para cambiar la detención preventiva en Palmasola por la domiciliaria a fin de que reciba atención médica en una clínica de Santa Cruz.
Para el lunes 8 fue fijado el inicio del juicio oral en el Tribunal de Sentencia 3° de Sucre contra Chávez y su más estrecho colaborador Alberto Lozada, los exdirigentes Jorge Justiniano, Pablo Salomón y el exfuncionario de la FBF Armando Canedo, acusados de presunta organización criminal, legitimación de ganancias ilícitas, beneficios en razón de cargo y otros delitos, pero por el delicado estado de salud del expresidente federativo es probable que la audiencia sea suspendida.
Lozada era secretario ejecutivo de la FBF; Justiniano, uno de los vicepresidentes; Salomón, titular de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF) y Canedo, contador de la entidad.
Chávez está internado en la Clínica Incor de Santa Cruz desde el 17 de noviembre, donde se le detectó el cáncer. La semana pasada ingresó en terapia intensiva y fue sometido a una nueva intervención quirúrgica para la rehabilitación de las vías urinarias obstruidas como efecto de cáncer invasivo.
En diciembre, a través de sus abogados presentó un exhorto suplicatorio para el cese o suspensión temporal de su arraigo y arresto domiciliario, a fin de ser trasladado a una clínica del exterior para ser sometido a un estudio de tomografía (Pet Scan) que no hay en Bolivia, la única manera para detectar con precisión el lugar de la enfermedad.
El 27 de diciembre, los jueces del Tribunal de Sentencia 1° en lo Penal de Sucre autorizaron el viaje, aunque también solicitaron que un médico forense de turno en la capital oriental verifique el estado de salud de Chávez. Aunque han pasado varios días, el especialista no se ha presentado.
“Exigen una información exageradamente formalista y oficial para que la justicia disponga y autorice para que pueda estar el 17 en la Clínica Las Condes de Santiago de Chile para su ingreso, preparación y sometimiento al pet scan”, según Alberto Morales, abogado de Chávez.
Agregó que el sector judicial actuó de forma razonable, pero que la Fiscalía pone trabas y “no respeta la vida, en cambio la pone en riesgo”.
El abogado estima que en los primeros días de la próxima semana finalmente se podrá conseguir la autorización para el viaje.
“En Chile se determinará el tratamiento específico a seguir, eso permitirá mantener sus reservas de defensa. El plan inicial es ir, que sea sometido a los estudios y regresar de inmediato a Bolivia con una evaluación para continuar con los cuidados médicos”, agregó el abogado.
(04/01/2018)