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Diecisiete jornadas después

Seis triunfos seguidos en el comienzo del torneo hacían de The Strongest el aspirante mayor a obtener el título del torneo Clausura. A su lado caminaba sorpresivamente Royal Pari, el único que le hacía sombra. Ambos trajinaron juntos por buen rato en una lucha que parecía de solo dos. Incluso hubo un momento en el que la diferencia con el pelotón inmediato fue de al menos 9 puntos, sino más. 

Con 17 jornadas disputadas —a 9 del final—, Pari ha regresado al primer lugar en solitario, el Tigre le sigue los pasos, pero aunque ambos mantienen su chance intacta, hay otros equipos —Bolívar, San José, Wilstermann y ahora Nacional— que se han sumado con las mismas posibilidades a pelear por la corona, y entonces ganar el campeonato se hace mucho más difícil de lo que parecía.

The Strongest tiene que hallar alguna explicación a su bajón, porque hubo momentos en que se estancó y permitió que otros se le acercaran hasta alcanzarlo, y en ese afán no puede minimizar el descuido que ha sufrido la preparación de su plantel a raíz de los continuos “escapes” de su entrenador para también cumplir su labor como seleccionador nacional. Aunque al interior del club se insista en que esas ausencias no han incidido, la realidad indica que sí han afectado, y es que no es lo mismo que un equipo trabaje en el día a día con su técnico que hacerlo sin él, por más que se respete una planificación o un cronograma y se esté “en contacto” diario a miles de kilómetros de distancia.

Los recesos —van dos de casi dos semanas cada uno y está por llegar un tercero— por la cesión de jugadores a la selección fueron bien trabajados por otros entrenadores apuntalando a sus equipos y con ello recuperaron terreno, no así The Strongest, que dejó ese tipo de labor en manos alternas y con seguridad ya pagó consecuencias. Y no vaya a ser que el mal sea mayor.