El inicio del partido River-Boca, por la final de la Copa Libertadores de América 2018, fue postergado dos veces, tras el ataque al autobús xeneize por parte de hinchas violentos «millonarios» en las inmediaciones del Monumental.
  

«Debido a los hechos sucedidos con el bus del Club Boca Juniors, el partido ha sido postergado hasta las 18.00 horas (17.00, hora boliviana)», informó inicialmente la Conmebol este sábado en su cuenta en Twitter.
  

La hora original del compromiso era a las 17H00 locales (20H00 GMT). A poco de cumplirse el plazo para el inicio con la ajustada, la Conmebol compartió el siguiente mensaje: «A efectos de cumplir con el cronograma de la final, el partido empezará a las 19:15 horas (18.15, hora boliviana)».
  

El autobús que transportaba al plantel de Boca Juniors fue atacado con piedras, palos y gases por parte de hinchas violentos del «millonario» a pocas cuadras del escenario deportivo, en el barrio de Núñez, en el norte de Buenos Aires.
  

Según las imágenes de televisión de varias cadenas deportivas, el vehículo ingresó al estadio con varios vidrios laterales rotos y los jugadores, una vez descendieron, iban tosiendo y con los ojos llorosos por efecto de los gases.
  

«íNos tiraron de todo!», dijo visiblemente afectado el volante y capitán ‘xeneize’, Pablo Pérez, con laceraciones en el brazo izquierdo.
  

Óscar Moscariello, vicepresidente de Boca, aseguró que «tenemos jugadores heridos, no estamos aptos para jugar. La posición de Boca es que el partido no se puede jugar».
  

El desplazamiento del automotor se hizo con una fuerte custodia de policía desde el exclusivo sector de Puerto Madero, en el centro de Buenos Aires, hasta el Monumental.
  

«Fue un descontrol en las últimas calles cerca al Monumental. La policía se vio desbordada ante tanto vandalismo y tuvo que dispersar a los hinchas de River con gases lacrimógenos, que también por efecto del viento y las ventanas rotas ingresaron al micro», anotó, a su turno, Juan Carlos Crespi, exdirigente boquense.
  

Desde 2013 rige en Argentina una prohibición para que las hinchadas visitantes asistan a los estadios del rival debido a recurrentes hechos de violencia.
  

El partido de ida en la Bombonera, hace dos semanas y donde no se presentaron incidentes ni ataques al plantel de River, terminó 2-2. (24/11/2018)