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River-Boca, la «Súperfinal» despojada a Argentina por la violencia

El escenario de la final será el emblemático estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid, que acogerá en sus 81.000 asientos a hinchas millonarios y xeneizes llegados de todo el mundo.

/ 8 de diciembre de 2018 / 16:16

A 10.000 kilómetros de Buenos Aires y bajo insólitas medidas de seguridad, River Plate y Boca Juniors disputarán este domingo en Madrid el desenlace de la Copa Libertadores (19.30 GMT), una contienda que debía ser «la final del siglo» y terminó manchada por la violencia.

Lejos queda ya el primer partido en la Bombonera el 11 de noviembre, saldado con un ajustado 2-2, e incluso la vuelta el 24 de noviembre en el Monumental, cuando un grupo de hinchas de River atacó el autobús de Boca y se aplazó la final.

Con River reclamando mantener la localía y Boca exigiendo en vano la descalificación del rival, la Conmebol optó por llevarse lejos del continente la final entre dos rivales históricos nacidos en el mismo barrio de Buenos Aires.

Se recordará «como la tremenda vergüenza del fútbol argentino», lamentó el presidente de River Plate, Rodolfo D’Onofrio, en una entrevista el viernes en el diario español El País.

Por su parte, Boca acudió al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) para suspender el partido pero su petición quedó desestimada, según un comunicado este sábado de este organismo, que estudiará el caso más adelante.

– «La Copa Conquistadores» –

El escenario de la final será el emblemático estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid, que acogerá en sus 81.000 asientos a hinchas millonarios y xeneizes llegados de todo el mundo.

España cuenta con la mayor colonia de argentinos en el extranjero y dispone de una buena conectividad aérea con América Latina pero también es el país del que se independizaron los «Libertadores» que dan nombre a la competición.

«Ahora es la Copa Conquistadores de América», lamentaba a la AFP Roby Cozzi, un hincha xeneize de Barcelona que, sin embargo, se desplazará a Madrid para el encuentro.

Como él, decenas de miles de argentinos acudirán a la capital española para presenciar el encuentro. Las 40.000 entradas ofertadas para argentinos en el extranjero tuvieron una fuerte demanda.

En cambio, de los 10.000 boletos reservados para hinchas en el país, todavía quedaban más de 4.000 para vender el viernes ante los elevados costes del viaje -más de 2.000 euros sólo el vuelo-, inasumibles para muchos ante la delicada situación económica de Argentina.

– Madrid blindada –

El dispositivo de seguridad será excepcional: más de 4.000 policías y agentes de seguridad privada, un despliegue superior al de la final de la Liga de Campeones del 2010 en el Santiago Bernabéu.

En teoría, las dos hinchadas no deberían cruzarse: se habilitaron dos «fan-zones» separadas por 2 kilómetros al norte y al sur del estadio, se ubicarán en tribunas opuestas y dispondrán de zonas distintas para festejar el título.

  • Imagen del Estadio Santiago Bernabeu con las pancartas de River y Boca. Foto: AFP

Especial atención merecerán los «barras bravas»: las autoridades esperan la llegada de entre 400 y 500 hinchas especialmente violentos. Algunos serán inmediatamente deportados como ya ocurrió el jueves con un seguidor de Boca.

Con todo su riesgo, la contienda será una oportunidad para que España se reivindique en vistas al Mundial 2030 para el que desea una candidatura conjunta con Portugal y Marruecos que competiría con la de Argentina, Uruguay y Paraguay.

«Tengamos la fiesta en paz», titulaba en portada este sábado el principal diario deportivo español Marca, con una fotografía de hinchas de Boca y River abrazados.

Las peñas de ambos clubes en España llaman a la calma: «No hay que matar a nadie por llevar una camiseta distinta», decía Martín Barbaglia, de la Filial River Plate Barcelona.

Movilizados en masa para un partido que no esperaban disfrutar, unos y otros pretenden llevar el aliento del Monumental y la Bombonera al Santiago Bernabéu, que se prevé teñido de blanco y rojo y amarillo y azul.

– «Un partido trabado» –

  • Un fanático muestra su colección de camisetas. Foto: AFP

En un escenario atípico y cuatro semanas después de la ida, los planteles, instalados en Madrid desde mediados de semana, deberán hacer un esfuerzo para centrarse en el partido.

En juego está el cetro sudamericano -que sería el séptimo para Boca, a punto de igualar a Independiente como el más laureado, o el cuarto para River Plate- y la participación en el Mundial de Clubes del 12 al 22 de diciembre en los Emiratos Árabes junto a su actual anfitrión, el Real Madrid.

«Es una final medio rara», reconocía el delantero xeneize Carlos Tévez, secundado por el guardameta de River, Franco Armani, que reconocía «un sabor raro» por jugar en Madrid.

El trepidante partido de la ida dejó un resultado completamente abierto, más teniendo en cuenta que los goles a domicilio no tienen valor doble en caso de empate y que el terreno es neutral.

Y con tanto en juego, Guillermo Barros, el técnico de Boca, advirtió a los hinchas: «no creo que vaya a ser un partido muy atractivo en lo visual, (sino) un partido muy trabado, muy luchado». (08/12/2018)

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Cientos de miles protestan contra el juicio a independentistas catalanes

Detrás de una pancarta con el lema "La autodeterminación no es delito" sostenida por Torra y otros dirigentes del independentismo catalán, una multitud de manifestantes abarrotó la céntrica avenida de la Gran Vía, repleta de banderas independentistas y carteles de "Libertad presos políticos".

/ 16 de febrero de 2019 / 22:04

Cientos de miles de personas, encabezadas por el presidente regional catalán Quim Torra, se manifestaron este sábado en Barcelona en protesta por el juicio comenzado esta semana en Madrid contra doce dirigentes independentistas por el intento de secesión en 2017.

La policía municipal cifró la asistencia en 200.000 personas, mientras que la presentadora del acto organizado por los principales partidos y asociaciones separatistas elevó los participantes hasta los 500.000.

Detrás de una pancarta con el lema «La autodeterminación no es delito» sostenida por Torra y otros dirigentes del independentismo catalán, una multitud de manifestantes abarrotó la céntrica avenida de la Gran Vía, repleta de banderas independentistas y carteles de «Libertad presos políticos».

«Es muy triste lo que está pasando. Es un juicio político, lleno de manipulaciones para condenarles por algo que no es ningún delito», aseguraba Jesús Rodríguez, presidente de un grupo de ‘castellers’, una tradición de esta región consistente en construir altas torres humanas.

«Sólo quieren encerrarlos y, como votar saben que no es delito, se inventan una violencia que no ha existido», asegura este hombre de 48 años.

La existencia o no de violencia en el fallido intento de secesión es el eje central del juicio comenzado el martes en el Tribunal Supremo de Madrid contra doce dirigentes del movimiento independentista y que debe alargarse durante tres meses.

Nueve están acusados de rebelión, que implica la existencia de un «alzamiento violento» para conseguir la separación de esta rica región nororiental con 7,5 millones de habitantes, partida en dos entre partidarios y opositores de la independencia.

La fiscalía reclama para estos nueve, actualmente en prisión preventiva, entre 16 años y 25 años de cárcel –en el caso del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras.

– «Señor fiscal, somos un muro humano» –

  • Fotos: AFP

Los dirigentes independentistas impulsaron un referéndum ilegal de autodeterminación el 1 de octubre de 2017, marcado por la violencia de la policía desplegada para impedirlo, y después proclamaron una efímera república independiente.

En su declaración ante el tribunal, Junqueras defendió que su movimiento «siempre ha sido cívico, pacífico» y «nunca, nunca, nunca» ha promovido la violencia.

La fiscalía discrepa, argumentando que los independentistas usaron a ciudadanos como «muros humanos» contra la policía, que intentaba impedir el referéndum de autodeterminación, a sabiendas de que se generarían choques.

Una afirmación que tuvo su eco este sábado en Barcelona: «Gracias por haber convertido la Gran Vía en un muro humano. Sí, señor fiscal, somos un muro humano, somos un muro de disidentes dignos y orgullosos», dijo Marcel Mauri, portavoz de la asociación Òmnium, cuyo presidente Jordi Cuixart también está siendo juzgado.

Los independentistas, que ya se manifestaron en varias ciudades catalanas el martes coincidiendo con el inicio del juicio, tienen previsto también celebrar una huelga general de protesta el 21 de febrero y una protesta en Madrid el 16 de marzo.

También prometen fuertes movilizaciones si las sentencias del juicio, que no se esperan para antes de julio, son condenatorias.

– Turbulencias en España –

El histórico proceso contra los dirigentes catalanes coincide con un tiempo tumultuoso en la vida política española, con la convocatoria de unas elecciones legislativas anticipadas para el 28 de abril, las terceras desde diciembre de 2015.

Estos comicios fueron anunciados el viernes por el jefe de gobierno español Pedro Sánchez, dos días después de ver tumbado su proyecto de presupuestos en el Congreso por el rechazo, precisamente, de los partidos independentistas catalanes.

El dirigente socialista, proponiendo una política de distensión con Cataluña, había conseguido en junio el apoyo de los separatistas en su moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy del Partido Popular.

Desde entonces, el ejecutivo español había iniciado negociaciones con el gobierno regional de Torra que se interrumpieron hace una semana por las diferencias fundamentales entorno a la espinosa cuestión del referéndum de autodeterminación, inaceptable para Sánchez.

Los sondeos indican que los comicios podrían llevar a una mayoría de derechas entre el Partido Popular (derecha), Ciudadanos (centroderecha) y el ascendente ultraderechista Vox, hostiles al independentismo catalán y partidarios de intervenir la autonomía de la región como ya ocurrió tras la fallida declaración de independencia. (16/02/2019)

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Cientos de miles protestan contra el juicio a independentistas catalanes

Detrás de una pancarta con el lema "La autodeterminación no es delito" sostenida por Torra y otros dirigentes del independentismo catalán, una multitud de manifestantes abarrotó la céntrica avenida de la Gran Vía, repleta de banderas independentistas y carteles de "Libertad presos políticos".

/ 16 de febrero de 2019 / 22:04

Cientos de miles de personas, encabezadas por el presidente regional catalán Quim Torra, se manifestaron este sábado en Barcelona en protesta por el juicio comenzado esta semana en Madrid contra doce dirigentes independentistas por el intento de secesión en 2017.

La policía municipal cifró la asistencia en 200.000 personas, mientras que la presentadora del acto organizado por los principales partidos y asociaciones separatistas elevó los participantes hasta los 500.000.

Detrás de una pancarta con el lema «La autodeterminación no es delito» sostenida por Torra y otros dirigentes del independentismo catalán, una multitud de manifestantes abarrotó la céntrica avenida de la Gran Vía, repleta de banderas independentistas y carteles de «Libertad presos políticos».

«Es muy triste lo que está pasando. Es un juicio político, lleno de manipulaciones para condenarles por algo que no es ningún delito», aseguraba Jesús Rodríguez, presidente de un grupo de ‘castellers’, una tradición de esta región consistente en construir altas torres humanas.

«Sólo quieren encerrarlos y, como votar saben que no es delito, se inventan una violencia que no ha existido», asegura este hombre de 48 años.

La existencia o no de violencia en el fallido intento de secesión es el eje central del juicio comenzado el martes en el Tribunal Supremo de Madrid contra doce dirigentes del movimiento independentista y que debe alargarse durante tres meses.

Nueve están acusados de rebelión, que implica la existencia de un «alzamiento violento» para conseguir la separación de esta rica región nororiental con 7,5 millones de habitantes, partida en dos entre partidarios y opositores de la independencia.

La fiscalía reclama para estos nueve, actualmente en prisión preventiva, entre 16 años y 25 años de cárcel –en el caso del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras.

– «Señor fiscal, somos un muro humano» –

  • Fotos: AFP

Los dirigentes independentistas impulsaron un referéndum ilegal de autodeterminación el 1 de octubre de 2017, marcado por la violencia de la policía desplegada para impedirlo, y después proclamaron una efímera república independiente.

En su declaración ante el tribunal, Junqueras defendió que su movimiento «siempre ha sido cívico, pacífico» y «nunca, nunca, nunca» ha promovido la violencia.

La fiscalía discrepa, argumentando que los independentistas usaron a ciudadanos como «muros humanos» contra la policía, que intentaba impedir el referéndum de autodeterminación, a sabiendas de que se generarían choques.

Una afirmación que tuvo su eco este sábado en Barcelona: «Gracias por haber convertido la Gran Vía en un muro humano. Sí, señor fiscal, somos un muro humano, somos un muro de disidentes dignos y orgullosos», dijo Marcel Mauri, portavoz de la asociación Òmnium, cuyo presidente Jordi Cuixart también está siendo juzgado.

Los independentistas, que ya se manifestaron en varias ciudades catalanas el martes coincidiendo con el inicio del juicio, tienen previsto también celebrar una huelga general de protesta el 21 de febrero y una protesta en Madrid el 16 de marzo.

También prometen fuertes movilizaciones si las sentencias del juicio, que no se esperan para antes de julio, son condenatorias.

– Turbulencias en España –

El histórico proceso contra los dirigentes catalanes coincide con un tiempo tumultuoso en la vida política española, con la convocatoria de unas elecciones legislativas anticipadas para el 28 de abril, las terceras desde diciembre de 2015.

Estos comicios fueron anunciados el viernes por el jefe de gobierno español Pedro Sánchez, dos días después de ver tumbado su proyecto de presupuestos en el Congreso por el rechazo, precisamente, de los partidos independentistas catalanes.

El dirigente socialista, proponiendo una política de distensión con Cataluña, había conseguido en junio el apoyo de los separatistas en su moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy del Partido Popular.

Desde entonces, el ejecutivo español había iniciado negociaciones con el gobierno regional de Torra que se interrumpieron hace una semana por las diferencias fundamentales entorno a la espinosa cuestión del referéndum de autodeterminación, inaceptable para Sánchez.

Los sondeos indican que los comicios podrían llevar a una mayoría de derechas entre el Partido Popular (derecha), Ciudadanos (centroderecha) y el ascendente ultraderechista Vox, hostiles al independentismo catalán y partidarios de intervenir la autonomía de la región como ya ocurrió tras la fallida declaración de independencia. (16/02/2019)

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Cientos de miles protestan contra el juicio a independentistas catalanes

Detrás de una pancarta con el lema "La autodeterminación no es delito" sostenida por Torra y otros dirigentes del independentismo catalán, una multitud de manifestantes abarrotó la céntrica avenida de la Gran Vía, repleta de banderas independentistas y carteles de "Libertad presos políticos".

/ 16 de febrero de 2019 / 22:04

Cientos de miles de personas, encabezadas por el presidente regional catalán Quim Torra, se manifestaron este sábado en Barcelona en protesta por el juicio comenzado esta semana en Madrid contra doce dirigentes independentistas por el intento de secesión en 2017.

La policía municipal cifró la asistencia en 200.000 personas, mientras que la presentadora del acto organizado por los principales partidos y asociaciones separatistas elevó los participantes hasta los 500.000.

Detrás de una pancarta con el lema «La autodeterminación no es delito» sostenida por Torra y otros dirigentes del independentismo catalán, una multitud de manifestantes abarrotó la céntrica avenida de la Gran Vía, repleta de banderas independentistas y carteles de «Libertad presos políticos».

«Es muy triste lo que está pasando. Es un juicio político, lleno de manipulaciones para condenarles por algo que no es ningún delito», aseguraba Jesús Rodríguez, presidente de un grupo de ‘castellers’, una tradición de esta región consistente en construir altas torres humanas.

«Sólo quieren encerrarlos y, como votar saben que no es delito, se inventan una violencia que no ha existido», asegura este hombre de 48 años.

La existencia o no de violencia en el fallido intento de secesión es el eje central del juicio comenzado el martes en el Tribunal Supremo de Madrid contra doce dirigentes del movimiento independentista y que debe alargarse durante tres meses.

Nueve están acusados de rebelión, que implica la existencia de un «alzamiento violento» para conseguir la separación de esta rica región nororiental con 7,5 millones de habitantes, partida en dos entre partidarios y opositores de la independencia.

La fiscalía reclama para estos nueve, actualmente en prisión preventiva, entre 16 años y 25 años de cárcel –en el caso del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras.

– «Señor fiscal, somos un muro humano» –

  • Fotos: AFP

Los dirigentes independentistas impulsaron un referéndum ilegal de autodeterminación el 1 de octubre de 2017, marcado por la violencia de la policía desplegada para impedirlo, y después proclamaron una efímera república independiente.

En su declaración ante el tribunal, Junqueras defendió que su movimiento «siempre ha sido cívico, pacífico» y «nunca, nunca, nunca» ha promovido la violencia.

La fiscalía discrepa, argumentando que los independentistas usaron a ciudadanos como «muros humanos» contra la policía, que intentaba impedir el referéndum de autodeterminación, a sabiendas de que se generarían choques.

Una afirmación que tuvo su eco este sábado en Barcelona: «Gracias por haber convertido la Gran Vía en un muro humano. Sí, señor fiscal, somos un muro humano, somos un muro de disidentes dignos y orgullosos», dijo Marcel Mauri, portavoz de la asociación Òmnium, cuyo presidente Jordi Cuixart también está siendo juzgado.

Los independentistas, que ya se manifestaron en varias ciudades catalanas el martes coincidiendo con el inicio del juicio, tienen previsto también celebrar una huelga general de protesta el 21 de febrero y una protesta en Madrid el 16 de marzo.

También prometen fuertes movilizaciones si las sentencias del juicio, que no se esperan para antes de julio, son condenatorias.

– Turbulencias en España –

El histórico proceso contra los dirigentes catalanes coincide con un tiempo tumultuoso en la vida política española, con la convocatoria de unas elecciones legislativas anticipadas para el 28 de abril, las terceras desde diciembre de 2015.

Estos comicios fueron anunciados el viernes por el jefe de gobierno español Pedro Sánchez, dos días después de ver tumbado su proyecto de presupuestos en el Congreso por el rechazo, precisamente, de los partidos independentistas catalanes.

El dirigente socialista, proponiendo una política de distensión con Cataluña, había conseguido en junio el apoyo de los separatistas en su moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy del Partido Popular.

Desde entonces, el ejecutivo español había iniciado negociaciones con el gobierno regional de Torra que se interrumpieron hace una semana por las diferencias fundamentales entorno a la espinosa cuestión del referéndum de autodeterminación, inaceptable para Sánchez.

Los sondeos indican que los comicios podrían llevar a una mayoría de derechas entre el Partido Popular (derecha), Ciudadanos (centroderecha) y el ascendente ultraderechista Vox, hostiles al independentismo catalán y partidarios de intervenir la autonomía de la región como ya ocurrió tras la fallida declaración de independencia. (16/02/2019)

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