Un problema de incompetencia
Algunos compasivos con los árbitros afirman que también ellos son humanos y pueden equivocarse. No hay nada más cierto. Pero una cosa es errar de vez en cuando y otra es hacerlo con frecuencia, entonces ahí entra en juego la incompetencia.
Árbitros que validan goles en posiciones adelantadas claras, que cobran penales inexistentes, que pasan por alto faltas evidentes y muchos etcétera. En Bolivia el arbitraje está mal desde hace rato y no hay visos de que mejore.
Algunos compasivos con los árbitros afirman que también ellos son humanos y pueden equivocarse. No hay nada más cierto. Pero una cosa es errar de vez en cuando y otra es hacerlo con frecuencia, entonces ahí entra en juego la incompetencia.
Muchos clubes sino todos se quejan porque han sido perjudicados. Algunos se sienten perseguidos y ven hasta fantasmas, creen que hay árbitros que les quieren hacer daño. Llegar a pensar en ese extremo es demasiado.
De lo que más bien parece tratarse es de la carencia de capacidad que muestran la mayoría de las personas dedicadas al arbitraje. Hay errores de todo tipo, pero muchos delatan un nivel bajísimo incluso en aquellos con insignia FIFA. Verlos a ellos cometiendo cierto tipo de fallas es cuando menos inconcebible.
La Federación Boliviana de Fútbol (FBF), los clubes, las asociaciones, la Comisión de Árbitros y los propios colegiados deberían abrirse de verdad a un proceso que mejore las capacidades de quienes a la larga son los llamados a impartir justicia y muchas veces protagonizan injusticias.
Es cierto: hay que darles adecuadas herramientas, mejorar las condiciones de enseñanza, de preparación, pero no es solo eso; también ellos tienen que aplicarse y demostrar que son buenos alumnos, no conformarse con la mediocridad que viven hoy.
Si hay dirigentes que hacen esfuerzos, si los clubes invierten cada vez más, si a diario los jugadores entrenan, todos con la idea de mejorar, lo justo es que también los árbitros lo hagan. Por la responsabilidad que tienen es necesario que, con su capacidad, garanticen que son de confiar.