Luego de 12 temporadas como entrenador en categorías juveniles y formativas de clubes de España y Estados Unidos, está de regreso en el país el exvolante de The Strongest Robert Arteaga, quien trabaja en un ambicioso proyecto y de largo plazo en Santa Cruz.
Jugador de The Strongest en las décadas de 1990 y parte de 2000 —también jugó en San José, Oriente e Independiente— dejó el país hace tres lustros para buscar nuevos retos y ahora está de vuelta como entrenador formado y con experiencia de trabajo en equipos promocionales.
“Son muchos años de estar dirigiendo en el fútbol, tuve la bendición de formarme afuera y de dirigir también en diversas categorías”.
Graduado en España, asegura que volvió con una nueva visión. Para él, la carrera del futbolista puede ser larga siempre y cuando se prepare y estudie mientras juega para después ser entrenador, preparador físico o estar en otras labores relacionadas con el fútbol, como la gerencia.
“Después de dejar de jugar, puedes estar en el fútbol fácil otros 20 años o más, por eso digo que la carrera puede ser larga, pero depende de cómo uno aprovecha el tiempo siendo futbolista”, explica.
Vino en enero con la ilusión enorme de ejercer su nueva faceta profesional en el país. “Estoy ejecutando toda mi experiencia acumulada estos años en el exterior, qué mejor que hacerlo en mi país. Me contrataron para un nuevo proyecto denominado la Nueva Santa Cruz, donde dirijo un equipo de categoría menor con grandes ambiciones y con las condiciones ideales”.
Después de dejar el fútbol en Bolivia en 2003, estuvo un par de años en Atlanta, Estados Unidos, donde aún fue jugador amateur, pero luego lo dejó porque ya era mayor y comenzó a organizar torneos amateurs y a dirigir equipos.
“Fueron años especiales, complicados de verdad porque al inicio la tuve difícil, me faltaba preparación, entonces entré a trabajar para mantener a mi familia y para a aprender lo que me gusta, fueron etapas exigentes, pero doy gracias a Dios por lo que hice”.
En 2005, Arteaga dio el salto de Estados Unidos a Madrid, España, donde estudió para entrenador, se capacitó en el trabajo en equipos juveniles y se graduó para luego trabajar a nivel de cantera con resultados positivos.
“Miento si diría que directo fui a España a ser entrenador, no, aún tuve que pasar momentos complicados, aunque yo lo tenía claro, debía generar recursos para mantener a mi familia y a la vez estudiar”.
Luego de titularse se le dio “la bendición de trabajar en la categoría cadetes en el club Arabaca”, con dos equipos, y eso le posibilitó contar con mayores ingresos.
“Ahora entreno en mi país para formar jugadores que lleguen a la Liga y se destaquen, pero siempre diciéndoles que no dejen de estudiar porque también deben pensar en su futuro. Deben entrenarse bien, ser los mejores profesionales, y también deben darse espacios, darse el tiempo para estudiar, cualquiera sea la edad que tengan”.
En la Nueva Santa Cruz hay un proyecto futbolístico profesional con la idea de contar con jugadores bien formados, a quienes a su vez se los ayude a seguir estudiando para ser profesionales.
Desde 2014 hasta el año pasado dirigió al equipo estadounidense AFC Lightning, de Georgia, en Atlanta. “Es el club donde desarrollé mi capacidad, la de manejar un equipo de fútbol, con toda la responsabilidad plena. Fue una experiencia positiva y, más allá de ganar títulos, está el manejar grupos y eso ahora estoy poniéndolo en práctica en Bolivia, en este nuevo club y este nuevo proyecto”.
Desde su punto de vista, hay que aplicar una filosofía que tenga relación con una planificación adecuada. A partir de ahí, ir dando los pasos. Por eso cree que “la Nueva Santa Cruz apunta a ser el mejor equipo amateur”.
Son sus primeros pasos en Bolivia, los primeros resultados de su trabajo podrán verse, dice, a fin de año.
La Nueva Santa Cruz, desde abajo
El trabajo cumplido en España y en Estados Unidos le permitió al director técnico Robert Artega ser repatriado a Bolivia para encarar un nuevo proyecto con el club la Nueva Santa Cruz, fundado el año pasado, de la cuna de un gran proyecto inmobiliario del mismo nombre.
“Volví al país gracias a la Nueva Santa Cruz, que se enteró de mi trabajo en el exterior como entrenador. Ahora armamos el equipo que juega en la Tercera de Ascenso en la ACF, la última categoría en el fútbol cruceño, con el reto de llegar al profesionalismo”, cuenta el exjugador de The Strongest.
Está muy agradecido con Julio Novillo Lafuente y José Luis Céspedes, quienes promovieron la fundación del club. “La idea es comenzar desde abajo, ascender desde esa última división, quemar etapas y llegar a la División Profesional. Ahora tenemos un equipo joven, interesante, son jugadores para formarlos y con quienes esperamos lograr éxitos e ir escalando posiciones”.
Esta apuesta futbolística —aclara Arteaga— tiene tiempos flexibles, pues en el fútbol no todo está decidido con el triunfo. “Armamos un equipo no solo cruceño, sino con jugadores menores de 21 años de todo el país, con la idea de ir creciendo en la competencia”, de acuerdo con su plan.
La Nueva Santa Cruz apunta alto y por eso desde ahora pone las mejores condiciones para desarrollar un buen trabajo. “Para ser un club de tercera división, ya tiene complejo y brinda todas las condiciones que se requieren para crecer en el fútbol”.