Panamericanos, ¿Bolivia puede?
Los Juegos Pana- mericanos se realizarán este año en Lima. Perú calcula invertir la friolera de 1.206.000.000 de dólares.
Bolivia manifestó su intención de postularse para ser sede en Santa Cruz y Cochabamba en 2027, dentro de ocho años. ¿Cuánto está dispuesto a invertir el Estado?
Los Panamericanos son el mayor evento deportivo internacional multidisciplinario de América. La competición se celebra cada cuatro años y es el preámbulo de los Juegos Olímpicos. Comparados con los Bolivarianos o los Suramericanos, son demasiado más. Basta nombrar a tres potencias participantes: Estados Unidos, Canadá y Cuba.
Hace unos días el presidente boliviano, Evo Morales, se reunió con el chileno Neven Ilic, titular de Panam Sports, lo que antes era la Organización Deportiva Panamericana (Odepa). Ahí le mostró la predisposición del país de realizar el evento dentro de ocho años.
Hay tiempo, pero es primordial preguntarse algo y obtener una pronta respuesta: ¿Bolivia está en condiciones de hacerse cargo de semejante responsabilidad? ¿Podrá desembolsar tanto dinero?
No hay que perder de vista que se corre el riesgo de dejar de lado otras cosas prioritarias: invertir más en educación y salud, mejorar los caminos, la seguridad ciudadana y mucho más.
El Gobierno tiene que ser consciente del presupuesto que va a destinar si se mete al baile. Pero primero debe decidir qué priorizar y qué es más importante para el bienestar de los ciudadanos.
Hay otro detalle: los Juegos Sudamericanos Cochabamba 2018 fueron un éxito en cuanto a infraestructura, no así desde la participación deportiva. También hay que pensar en la preparación de los deportistas y que no ocurra como el año pasado, cuando una delegación nacional de más de 600 deportistas hizo mayormente bulto y solo obtuvo pocos éxitos.
Los Panamericanos son algo grande, casi un mundial y no se trata solo de construir escenarios adecuados, también las ciudades sedes tienen que crecer en todo sentido. Entonces, es muchísima inversión-gasto. Hay tiempo para pensar y no equivocarse.