Contando solo las entradas vendidas para cada partido, en las tres veces que The Strongest ya fue local durante el torneo Clausura, ante el orureño San José, el montereño Guabirá y ayer contra el potosino Nacional, no logró vender ni 6.000 boletos, lo que ocasiona magras recaudaciones.
La preocupación de los dirigentes es evidente. Las caras largas, más allá de que el rendimiento del equipo no es el mejor, se notan por el pobre apoyo de sus seguidores.
No ha servido el pedido de apoyo y la invitación a los hinchas para asistir al estadio que lanza el director técnico Pablo Escobar a veces en las conferencias de prensa a las que asiste y también en sus redes sociales.
“El equipo necesita de su hinchada, el camino es largo y complicado pero caminando juntos saldremos adelante como el Tigre sabe hacerlo. #ProhibidoDesistir #PEscobarDT”, escribió ayer por la mañana en su cuenta de Facebook el entrenador.
En esos tres partidos se han vendido exactamente 5.983 boletos —el promedio es de 1.994,3 por encuentro—, cifra bajísima para un club grande como el atigrado.
Las recaudaciones han sumado 208.660 bolivianos, o sea 29.979 dólares, monto que no llega ni al 15% de la planilla mensual de salarios (cuerpo técnico y jugadores), que según se sabe bordea los 230.000 dólares.
Tampoco los seguidores que han adquirido sus tarjetas Tigre de Oro han apoyado como se esperaba, pues solamente han asistido 1.413 (617 frente a San José, 117 con Guabirá y 679 ante Nacional Potosí).
(05/08/2019)