Vargas, el joven que nació para el golf
El deportista tuvo un gran desempeño en el torneo Sudamericano Prejuvenil, ya que siempre estuvo en los puestos de adelante durante las cuatro rondas que se disputaron.
José Luis Vargas Salvatierra (Santa Cruz, 5 de diciembre de 2004) fue la figura boliviana en el Sudamericano Prejuvenil de golf que se realizó hace una semana en La Paz, donde obtuvo el tercer lugar de la categoría individual. Fue su primer podio a nivel internacional, lo consiguió a base de esfuerzo, dedicación y trabajo desde sus tres años y medio.
Salvatierra tuvo un gran desempeño en el torneo que se llevó adelante en los campos del La Paz Golf Club (LPGC), ya que siempre estuvo en los puestos de adelante durante las cuatro rondas que se disputaron.
Terminó con 300 golpes (76, 74, 71 y 79) que le dieron el tercer sitial de la clasificación individual, solo superado por el venezolano Virgilio Paz (286) y el chileno Lukas Roessler (296).
“Me siento muy emocionado por el tercer lugar que obtuve porque fue un torneo bastante complicado, en el que jugaron golfistas de muy buen nivel”, señala José Luis, quien fue parte de un certamen que se volvió a realizar en La Paz luego de 20 años, ya que la última vez que ocurrió en el LPGC fue en 1999.
Este fue el tercer torneo Sudamericano en el que participó el boliviano y ha ido en ascenso. En el primero, que se realizó en Ecuador (2017) ocupó la casilla 25, mientras que en el segundo, que se de-sarrolló en Perú (2018), terminó en la undécima casilla.
“Fui mejorando poco a poco y eso es gracias al entrenamiento que le dedico cada día a este deporte”, sostiene el golfista, que conoció esta disciplina a sus tres años y medio gracias a su padre José Luis.
“Mi papá es entrenador de golf y me llevó por primera vez a Las Palmas Country Club. Ahí vi que era un juego muy interesante. Lo que me gustó es que tu objetivo es meterle a un hoyo y para eso se necesita de mucha concentración y precisión”, cuenta el joven golfista de 14 años.
“De pequeño se interesó por el golf. Lo llevé al club y le gustó. Yo soy entrenador, pero más que enseñarle, le guio. Su entrenador es Óscar Mariscal”, dice su progenitor.
José Luis padre se inició como caddie (asistente de golfista) en Las Palmas Country Club cuando tenía nueve años. Lo llevó su primo Raúl Frías, quien fue futbolista de Real Santa Cruz y Destroyers.
“Él era caddie en esa época, me llevó y me quedé ahí hasta la actualidad. Son 40 años que estoy en el club. En ese tiempo gané seis torneos nacionales y fui a cuatro clasificatorias para la Copa del Mundo. Tres fueron en Jamaica y una en Venezuela, pero no logré clasificarme”, cuenta.
Esto convierte a su hijo en segunda generación de este deporte en su familia. “Estoy muy orgulloso con lo que está consiguiendo. No me lo podía creer que salió tercero” en el Sudamericano, indica.
Si bien la pasión proviene de familia, el joven cruceño tuvo que entrenarse bastante para evolucionar en su juego.
“Me entreno de martes a domingo por las tardes, ya que en las mañanas paso clases en el colegio Vida Nueva. Practico en el club desde la una hasta las seis”, detalla José Luis, quien cursa el tercero de secundaria.
Esa ardua preparación hizo que también participe este año en dos campeonatos internacionales: en Perú (donde fue quinto) y en Brasil (vigesimoquinto).
Pasó una década desde que conoció el golf y en ese tiempo sumó más de 90 títulos departamentales y nacionales, que lo colocan como un golfista con proyección.
Quiere una beca y ser profesional
Pese a su corta edad (14 años) José Luis Vargas tiene las cosas muy claras para su futuro: quiere ganarse una beca universitaria en Estados Unidos por medio del golf para después titularse y convertirse en profesional en esta disciplina.
“Quiero terminar el colegio, luego buscaré ganarme una beca universitaria en Estados Unidos, salir profesional y después dedicarme al golf”, señala José Luis, quien todavía no tiene definida la carrera que estudiará.
Esta idea la comparten sus padres José Luis y Roxana, quienes junto a sus hijas Nicole (23 años) y Estefany (24) —que no juegan al golf— lo apoyan en lo que hace.
“Estamos muy felices por lo que está haciendo, pero también queremos que tenga una carrera universitaria y que luego se dedique al golf, así que estamos en la búsqueda de esa beca”, señala José Luis padre.
El joven golfista sabe el camino que debe seguir para convertirse en profesional. Primero debe foguearse más en torneos internacionales para después dar el salto a los clasificatorios del PGA Tour Latinoamérica, circuito al que este año se habilitaron dos bolivianos: Sebastián MacLean y José Luis Montaño.
“Mi sueño es llegar a ser golfista profesional y ser el número uno del mundo. Eso lo conseguiré si me esfuerzo mucho y me sigo entrenando, además de participar en más campeonatos del exterior”, señala.
Pero este deporte conlleva mucha inversión económica, claro ejemplo es el material deportivo, ya que un juego de palos —de los más baratos— oscila entre los 1.000 y 1.200 dólares. A ello se debe sumar los viajes que debe realizar para participar en los torneos.