Un Bolívar vs. Wilstermann, ambos peleando la punta de tú a tú, uno el escolta y el otro líder con solo tres puntos de diferencia, debería ser un partido para meter unas 30.000 personas a las tribunas, pero ayer hubo la mitad entre el público que adquirió sus entradas, los abonados y los que ingresaron de manera libre.
Definitivamente no hay programación que atraiga a la afición, que —se vio de nuevo— está alejada de los estadios. Y tal vez porque prefiere ver el partido de su equipo favorito en su casa teniendo la posibilidad que le ofrece la televisación en directo.
En el caso de ayer, incluso Bolívar ofreció dos partidos por uno, ya que las personas que adquirieron su boleto para ver el juego con Wilster con el mismo podrán entrar al lance de la siguiente fecha frente a Guabirá.
Según el reporte oficial, hubo 15.170 espectadores en total: 7.477 fueron las entradas venidas y 4.379 los abonos. A ello hay que sumarle vivanderos (408), niños (1.145), escuelas de fútbol (10), periodistas (165), policía (57), tercera edad (1.127), cortesías (402). Entonces los libres, o sea los que ingresan sin pagar, fueron en total 3.314.
La recaudación no fue mala, pero tampoco la mejor: Bs 406.080. Pero a ello, ya se sabe, hay que irle reduciendo una por una las deducciones que debe hacer el club local para cumplir con un montón de obligaciones: alquiler del estadio, porcentajes y otros.
Ni siquiera un clásico nacional entre punteros y principales aspirantes al título fue capaz de cambiar la triste historia. (07/10/19)