El disimulo expresado no impide notar la preocupación que hay en el cuerpo técnico de Bolívar sobre la situación del goleador argentino Jorge Pereyra, lesionado hace casi 10 días, por ahora sin posibilidad de una mejora.
Desde el director técnico, su compatriota César Vigevani, nadie en las filas celestes quiere siquiera imaginarse la posibilidad de quedarse sin él por el resto de la temporada; sin embargo, algo de probabilidad hay.
Según trascendió, falta que el futbolista se someta a un control médico especializado para determinar el grado de la molestia que tiene y que le impidió incluso trabajar livianamente en este tiempo en que ha quedado parado el campeonato.
Lo que parecía algo simple se ha complicado. Si el certamen se hubiera jugado con normalidad, Pereyra se habría perdido las tres fechas que fueron suspendidas (partidos ante Real Potosí, Always Ready y Destroyers). Y también quedaría al margen si el certamen se reanudaría este fin de semana (contra Blooming), algo que es improbable.
Pereyra jugó 70 minutos del partido frente a Guabirá de la fecha 16 e incluso hizo un gol para el 7 a 2. Pero fue reemplazado por Thomaz Santos cuando empezó a sentir las molestias en la rodilla derecha.
En principio, el diagnóstico arrojó una lesión meniscal, pero en los nueve días posteriores de tratamiento no ha mejorado nada o acaso muy poco, solo para realizar algunas caminatas.
Ni el cuerpo técnico ni el médico de la Academia han dado mayores datos de lo que está pasando. Un funcionario de BAISA SRL, la empresa que administra a Bolívar, dijo escuetamente que se está esperando someterlo a una resonancia magnética.
La rodilla del futbolista continúa inflamada. Hay que saber qué grado de complejidad tiene o si hay algo mayor, que sería lo peor, porque obligaría a someterlo a una intervención quirúrgica, entonces ya la recuperación sería larga y no podría terminar la temporada, a la que le faltan solamente 10 jornadas.
Hasta el momento, Pereyra ha anotado 9 goles en el torneo Clausura. Era el máximo anotador celeste hasta que Juan Miguel Callejón (11) lo pasó con los cinco que le hizo a Guabirá.
Por lo visto en la práctica del martes, en el Colegio Militar de Ejército, el delantero argentino solo realiza labores livianas, máximo trotes alrededor del campo de juego o algún ejercicio en bicicleta. Además, se somete constantemente a fisioterapia.
Junto con el zaguero Mauricio Prieto, a quien no se le termina de pasar una migraña, son los únicos que reciben tratamiento médico. En el caso del uruguayo, por decisión del cuerpo técnico empezó a realizar ejercicios específicos, a la espera de un nuevo chequeo con el neurólogo para que le dé el visto bueno y pueda volver al trabajo normal.
Aparte de ellos, Luis Alí ya fue dado de baja debido a una fractura de peroné de la pierna derecha en el anterior juego, en el que había reaparecido después de meses al margen por la rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda.
En cambio, Luis Gutiérrez ya superó una fatiga muscular y se puso a disposición del DT.
(31/10/2019)