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Intérpretes en China, ‘ángeles de la guarda’

En China, donde gran parte de los futbolistas no habla inglés, son indispensables. Rafael Benítez y el resto de entrenadores extranjeros necesitan a los intérpretes para comunicarse con sus jugadores, pero también para abrir una cuenta o hacer las compras.

Para el técnico español de 59 años, vencedor de la Liga de Campeones en 2005 con el Liverpool y que llegó al Dalian Yifang (primera división) en julio, la comunicación es una de las mayores dificultades que se ha encontrado.

“Siempre tienes un intérprete a tu lado, que te sigue de cerca”, detalló en su blog Benítez, que habla perfectamente inglés.

“El mío, Justin, imita los movimientos que yo hago durante los entrenamientos y los partidos, cada día estamos más en sintonía”, añadió el entrenador.

La dificultad de aprender el chino, unida a la escasa utilización del inglés en el gigante asiático, dio lugar al nacimiento de un sector muy activo de intérpretes centrados en el fútbol, sobre todo hombres y veinteañeros.

Hong Wenjie se encarga por ejemplo de Dragan Stojkovic, antiguo jugador del Marsella (1990-1994) y ahora entrenador del Guangzhou R&F (1ª división), club con sede en Cantón (sur).

Este chino de 29 años, que habla inglés y español, se describe como “un puente”. Asiste al serbio, que habla inglés, francés e italiano, desde su llegada en 2015.

“Las principales dificultades se dan al comienzo. Hay que familiarizarse con la personalidad del entrenador, sus costumbres y su filosofía de juego”, explicó Hong, antiguo guía turístico.

Pero tener un buen nivel de idiomas no es suficiente, según él. Hay que conocer el vocabulario específico del fútbol y tener nociones de táctica.

Y ser “un puente” no es siempre una posición envidiable. Sobre todo cuando sube el tono de una discusión en el vestuario, en el descanso o después de un partido.

Hong Wenjie confiesa: En ocasiones modera las palabras de Stojkovic cuando se enfada demasiado.

“En este tipo de casos, no traduzco las expresiones más duras, estaría tirando aceite en el fuego”, explicó. “Pero transmito el mensaje del entrenador al equipo, aunque de otra manera”, añadió.

A veces los intérpretes evitan traducir las críticas de los entrenadores en las ruedas de prensa, especialmente hacia los árbitros. El objetivo, evitar sanciones de la Federación China de Fútbol (CFA), conocida por su mano dura.

De hecho, son auténticos ángeles de la guarda. El español Sergi, antiguo jugador del Barcelona (1993-2002) y de la selección española, que entrenó hasta julio al Zhejiang Greentown (2ª división), llamaba a su intérprete “mi mujer” por todo en la colaboración que recibía.

Y es que estos asistentes juegan un papel muy importante en la vida cotidiana de los entrenadores y de los jugadores extranjeros, que pueden sufrir en China un auténtico choque cultural.

Por ejemplo, ayudan a los recién llegados a encontrar un apartamento, abrir una cuenta bancaria, o configurar sus teléfonos móviles para poder pagar en línea.

Pasado un tiempo, algunos jugadores y entrenadores siguen precisando de su ayuda para hacer las compras en el supermercado. En ocasiones la relación pasa a la amistad. Algunos intérpretes se convierten en confidentes.

Fue el caso de Zhao Chen, que trabajó como intérprete en el Beijing BSU FC (2ª división) y asistió a Cheick Tioté, antiguo internacional marfileño fallecido en 2017.

Su muerte, a los 30 años durante un entrenamiento en Pekín, provocó un 'shock' en el mundo del fútbol.

Zhao Chen, de 28 años y que ahora trabaja en el Shijiazhuang Ever Bright (2ª división), guarda un excelente recuerdo de Tioté. Le encontró una mezquita para que pudiera acudir a rezar.

“No fue fácil encontrar una para el rezo del viernes. Iba a localizarla y luego le acompañaba”, explicó. “Todavía le echo mucho de menos”, concluyó el traductor asiático.