La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) descartó actuar “de oficio” por tratarse de “un hecho aislado y de índole personal” en cuanto a la agresión de hecho mutua entre el vicepresidente de la entidad, Marcos Rodríguez, y el dirigente de Destroyers Fernando Blanco.
El Comité Ejecutivo hizo una evaluación de lo ocurrido y resolvió no tomar parte en el tema, pues el incidente se produjo al margen de una reunión oficial del fútbol.
Una vez concluida la reunión del Consejo de la División Profesional, el sábado en un hotel de Santa Cruz, Rodríguez estaba sentado en el lobby hablando con otro dirigente. En esa circunstancia se le acercó Blanco y lo invitó a ir a otro lugar. En un salón contiguo, tras discutir, se agarraron a golpes, según las imágenes de seguridad del lugar.
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Fernando Blanco, hermano del presidente de Destroyers Carlos Blanco y del vicepresidente de la FBF Robert Blanco, ni siquiera estaba acreditado para participar en el Consejo.
La federación también quedará al margen de los pasos que decidan dar ambas partes en instancias judiciales. Rodríguez señaló que evalúa acudir al Ministerio Público.
El bloque de los seis clubes de Santa Cruz adelantó que pedirá la renuncia de Rodríguez o una dura sanción, aunque la FBF no acusó recibo de ninguna nota oficial.
El Código de Disciplina vigente de la FBF establece que si el presidente o miembros del Comité Ejecutivo de la FBF incurre en alguna falta en contra de la norma será juzgado y/o sancionados en única instancia por una comisión de tres miembros elegida por el Congreso Extraordinario de la FBF, específicamente convocada para este efecto.
(19/11/2019)