Poco más de tres meses después de su fichaje, el Sao Paulo anunció la destitución de su director técnico Thiago Carpini, una decisión que siguió a la derrota por 2 a 1 ante el Flamengo en la segunda fecha del Brasileirao.

«El Club quiere agradecer al técnico todo el compromiso, la dedicación, los servicios prestados y los logros alcanzados durante este periodo en el que estuvo al frente del equipo, ganando la Supercopa y rompiendo el tabú contra un rival que incomodaba a la afición», escribió en la red social X. 

Carpini, de 39 años, fue contratado el 11 de enero para sustituir a Dorival Júnior, quien dejó el cargo para irse a dirigir la ‘Seleção’.

Su compromiso en principio sería hasta el 31 de diciembre de 2024.

El entrenador agradeció al club en un comunicado y destacó la conquista de la Supercopa de Brasil, que arrebató al Palmeiras en penales el 4 de febrero en Belo Horizonte.

«Hoy llegó a su fin mi ciclo en uno de los clubes más grandes del mundo. Fueron poco más de 100 días de una batalla constante para dejar esta institución aún mejor de como la encontré. Una experiencia única, notable y desafiante, con muchas victorias y algunas derrotas», escribió Carpini en Instagram.

«En poco tiempo escribimos páginas importantes de la historia del club, siendo uno de los entrenadores más jóvenes en ser campeón con el Sao Paulo. Y eso quedará para siempre», agregó.

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El Sao Paulo representó el debut de Carpini como entrenador un equipo de primera división, tras haber comandado a elencos de la segunda categoría o que participan en campeonatos estatales.

Su nombre empezó a sonar en Brasil al llevar al modesto Água Santa a la final del torneo del estado de Sao Paulo (Campeonato Paulista) de 2023. 

El miércoles en el Maracaná, el tricolor paulista no pudo contar con tres de sus figuras: los lesionados Lucas Moura, Rafinha y James Rodríguez.

(19/04/2024)

Con 32 goles marcados en el conjunto de los partidos de cuartos de final para batir un récord anotador que estuvo en pie veinte años, los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa han reforzado la imagen del torneo frente al proyecto competidor de la Superliga.

En la campaña 2003-2004, los cuartos habían sido los más anotadores de la historia con 30 goles. Entonces el Oporto superó 4-2 al Lyon en el global de la eliminatoria, el Deportivo La Coruña al AC Milan (5-4 en el global), Mónaco se clasificó por marcar más dianas fuera de casa ante el Real Madrid (tras 5-5 entre los dos partidos) y el Chelsea venció al Arsenal (3-2 en el acumulado de los dos asaltos).

Esta temporada, fueron los partidos de ida de la pasada semana los que resultaron especialmente prolíficos, pero la enorme emoción que tuvieron los choques de vuelta entre martes y miércoles dan brillo a la Liga de Campeones en un momento en el que el proyecto de la Superliga volvió a salir a la superficie hace unos meses.

Aquel plan de crear una Superliga competidora de la actual Liga de Campeones hizo temblar los cimientos del fútbol europeo sobre todo en abril de 2021. 

Doce clubes daban impulso al plan, pero pronto todo se desplomó como un castillo de naipes, especialmente por la frontal oposición de los hinchas de los clubes ingleses y por las amenazas de represalias por parte de UEFA y FIFA. La mayoría de clubes ‘fundadores’ se apearon del tren en marcha.

En diciembre, una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (CJUE) dio oxígeno a los defensores de esa Superliga, que todavía intenta buscar un camino a pesar de las dificultades.

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Nuevas estrellas

La primera fórmula anunciada por la Superliga reservaba a los doce clubes creadores un billete permanente. La organización A22, que defiende el proyecto, cambió el proyecto y ahora habla de una competición más abierta, con 64 clubes repartidos en tres ligas.

Los defensores de la actual Liga de Campeones han ganado unos cuantos argumentos en estos cuartos de final.

La Champions de la UEFA es por ahora el único torneo donde los mejores clubes de Europa se miden entre sí, hasta el punto de que la mayoría lo considera el objetivo número 1 de su temporada, por encima de sus campeonatos nacionales.

Cada temporada permite asistir a pulsos entre grandes, como ocurrió estas dos últimas semanas con el Manchester City-Real Madrid o el Barcelona-París Saint Germain.

Ya no están en la competición estrellas que la iluminaron en ediciones recientes como Cristiano Ronaldo, Lionel Messi o Neymar, que buscaron nuevos horizontes en Arabia Saudita y Estados Unidos, pero nombres como Vinicius Jr, Kylian Mbappé, Jude Bellingham, Erling Haaland o Kevin De Bruyne aseguraron la cuota de ‘glamour’ necesaria.

Los 32 goles en el total de ocho partidos dan una media de cuatro dianas por partido. La eliminatoria entre Barça y PSG, que los franceses se llevaron, fue la más prolífica con diez tantos entre el partido de ida en el Parque de los Príncipes y el de vuelta en el Olímpico de Montjuic.

Y cuando los atacantes han estado menos acertados ante el arco rival, el espectáculo táctico ha compensado, como ocurrió en el duelo de vuelta entre Manchester City y Real Madrid (1-1), donde el equipo español resistió y se impuso luego en la tanda de penales (4-3).

El formato de la competición con partidos de ida y vuelta a eliminación directa reserva habitualmente giros de guion inesperados, algo que la Superliga no permitiría tan fácilmente.

Escenarios imprevisibles

La presencia del Borussia Dortmund en semifinales es la sorpresa de esta edición. Pero en temporadas anteriores otras formaciones con las que inicialmente no se contaba mucho también llegaron lejos en el torneo.

La Champions League tiene esa característica de permitir los duelos entre los equipos ‘clásicos’ (los que habitualmente están siempre peleando por lo máximo) y otros cuyo éxito resulta más puntual.

Solo un equipo, el Real Madrid, ha sido capaz de revalidar su corona en el máximo torneo europeo en lo que va de siglo, con sus títulos encadenados de 2016, 2017 y 2018. El Manchester City aspiraba a ello este curso pero quedó eliminado en unos cuartos de final memorables.

(19/04/2024)

El estadio Pierre Mauroy de la periferia de Lille acogerá el 25 de mayo la final de la Copa de Francia, con París Saint-Germain y Lyon como rivales. Esos dos equipos se miden precisamente entre sí el domingo en la 30ª jornada de la Ligue 1.

Nada parece capaz de apartar al PSG de un nuevo título liguero, ni siquiera un Lyon (7º) que tras su catastrófico inicio de temporada, donde llegó a estar hundido como colista, ha mejorado sensiblemente y continúa su escalada.

Con este partido y el siguiente tres días más tarde contra el Lorient, el PSG tiene una buena oportunidad para dejar matemáticamente sentenciada la Ligue 1, sin más demora.

De conseguirlo, el equipo de Luis Enrique podría preparar ya al 100% las semifinales de principios de mayo (días 1 y 7) contra el Borussia Dortmund en la Liga de Campeones, la prioridad del club.

La Champions dio el pasado martes una inyección de confianza a los parisinos, con un soberbio triunfo 4-1 en Barcelona para remontar una eliminatoria de cuartos de final que se había complicado mucho con la derrota de la ida en París.

Allí marcó un doblete Kylian Mbappé, que en principio está viviendo sus últimas semanas como jugador del PSG.

«Debemos estar concentrados y seguir hacia nuestro objetivo. Yo siempre quiero ayudar al equipo», declaró el atacante galo a la televisión del club.

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El PSG tiene 10 puntos sobre el segundo, el Brest, respecto al que tiene además un partido disputado menos.

El Brest perdió precisamente el pasado domingo 4-3 en el campo del Lyon, que ahora puede ‘compensar’ derrotando al líder para prolongar un poco la emoción en un campeonato que todo el mundo da por decidido.

(19/04/2024)

Si de por sí el derbi de Milán es uno de los partidos más atractivos del fútbol europeo, el de esta 33ª jornada de Serie A, en la que el Inter podría proclamarse matemáticamente campeón contra su eterno rival, llega con un extra de emoción.

Los ‘Nerazzurri’ han volado a lo largo de la temporada en el campeonato italiano, y antes del derbi del lunes (18h45 GMT), en el que ejercerán como visitantes en San Siro, llegan con 14 puntos de ventaja sobre los ‘Rossoneri’ (83 contra 69).

Una victoria del Inter serviría para proclamarse campeones de Italia, devolviendo el ‘Scudetto’ a la zona norte del país, tras la histórica victoria del Nápoles la temporada pasada.

Pero el Milan, que logró el título en 2022, no le pondrá las cosas fáciles a su vecino, y buscará alargar su racha de siete partidos sin derrota en campeonato (5 victorias y 2 derrotas) para atrasar una semana más el prácticamente seguro título del Inter.

Los hombres de Stefano Pioli llegarán además con menos descanso al haber tenido que jugar el jueves ante la Roma en la Europa League.

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Los ‘Giallorossi’ (5º, 55 puntos) también tienen un duelo importante contra el Bolonia (4º, 59 puntos), equipo revelación de la temporada entrenado por Thiago Motta.

Por su parte la Juventus, en 3ª posición (63 puntos) y sin grandes objetivos en lo que resta de temporada, buscará resarcirse contra el Cagliari (14º) del empate en la pasada fecha en el derbi contra el Torino (0-0).

Con poco más de media hora de distancia en coche entre sus dos estadios, el Monza (11º) recibe al Atalanta (6º) en el otro derbi lombardo de la jornada.

Si el Nápoles (8º, 59 puntos) alberga todavía alguna esperanza de disputar las competiciones europeas la próxima jornada, mejor será que despierte en su visita al Empoli (17º, 28), equipo en plena lucha por evitar el descenso… como lo estaba el Frosinone (18º, 27), ante el que los napolitanos no pudieron pasar del empate 2-2 la pasada fecha.

(19/04/2024)