Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que se realizarán del 23 de julio al 8 de agosto de 2021, serán el punto y final del mejor velocista de Bolivia en su historia, el valluno Bruno Rojas, quien aspira a retirarse en ese evento, primero clasificándose y luego participando con el objetivo de llegar a semifinales.
“Si no hay ninguna competencia muy importante después de los Juegos me retiraré ahí y me dedicaré a mis estudios”, dice Rojas, quien en su única participación olímica hizo historia al convertirse en el primer boliviano en pasar y ganar una ronda en los 100 metros planos, en Londres 2012, cuando tenía 19 años.
Para Río 2016 quedó a centésimas de clasificarse nuevamente y luego de superar una fuerte lesión —una tendinitis crónica en el tendón peroneo izquierdo que lo alejó de las pistas por un año— y apunta a llegar nuevamente al evento multidisciplinario más importante del mundo.
“Este año ya me tenía que retirar del atletismo, estaba apuntando a despedirme con los Juegos Olímpicos de Tokio, pero tendré que alargar un año más mi carrera atlética. Dios quiso que me quede un año más en el deporte y hay que seguir”, señala el velocista, quien posee siete récords nacionales individuales.
Luego de los Juegos Olímpicos comenzará su especialización en medicina.
“Me gusta mucho el deporte y estoy viendo en qué área me especializaré. Me gusta bastante la traumatología”, afirma, aunque aclara que “por mí correría toda la vida, lamentablemente no puedo darme ese lujo porque el atletismo, la natación y otros deportes no son profesionales en Bolivia y uno no puede vivir de eso, es una lástima y espero que cambie en un futuro. Entonces hay que seguir con la vida”.
Su recuperación y actual entrenamiento los realiza gracias al respaldo de dos empresas: Rexona y Under Armour. “Me han patrocinado los últimos tres años y han estado a mi lado en mis peores momentos por las lesiones que tuve”.
Buscará su clasificación a los Juegos en los 100 y 200 metros lisos. Hay dos maneras para que pueda conseguirlo: marca mínima y ranking, pero el joven cochabambino apunta a lo primero.
“La World Athletics (antigua Federación Internacional de Atletismo) puso marcas extraordinarias. (En los 200 m) es 20”24 y solo algunos atletas en el mundo la van a hacer, la otra manera de clasificación es por el ranking mundial obteniendo puntos y solo hay 56 cupos”.
Actualmente posee los dos récords nacionales en 100 y 200. En el primero tiene 10”36 (la marca para Tokio es 10”05) y en el segundo, 20”63.
“Me estoy enfocando mucho más los 200 metros, es una prueba que me gusta mucho más y creo que puedo pillar una semifinal en Juegos Olímpicos. Estoy buscando la marca mínima y veo que puedo llegar a ello por la manera en que estoy trabajando”.
Debido a la cuarentena por la pandemia del coronavirus su entrenamiento se ha perjudicado, pero se prepara en casa con el plan de trabajo que le envía su instructor Daniel Valenzuela.
“Entreno de lunes a sábado, hago trabajos con el peso del cuerpo, hago bastantes saltos, sentadillas con mi propio peso, flexiones, abdominales, hago skeeping (trotes de alta intensidad) durante 35 o 40 segundos. Improviso en casa, tengo algunas pesas y se me hace más fácil el entrenar”, detalla.
Está previsto que los eventos clasificatorios del atletismo comiencen en diciembre próximo y se realicen hasta junio de 2021, para ello espera que se reprogramen los eventos para lograr la marca.
“El 16 de este mes teníamos el Nacional Absoluto en Tarija, ojalá que lo reprogramen. También están los Grand Prix Sudamericanos, los de Bolivia son muy importantes para mí, e iré a Colombia, Chile y Ecuador, que son las mejores pistas para poder hacer la marca mínima”.