Debido a la crisis económica por el coronavirus, los clubes de la División Profesional no están en condiciones de pagar más de lo que les han ofrecido a los jugadores dentro de un plan de reducción salarial y avizoran días peores cuando vuelva el fútbol si los ingresos no se normalizan.
El vicepresidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Robert Blanco, quien a la vez es máximo representante de la División Profesional, dijo que el tope es de 50% correspondiente a marzo e incluso no es seguro que los clubes aprueben subir un 12,5% más como sugirió la comisión económica, y que a partir abril no se puede pasar del 25%.
Fabol no solo rechazó esa propuesta, sino que puso como condición para seguir la negociación que todos los clubes paguen el total de las plantillas de febrero.
Blanco es integrante de la comisión que a nombre de los clubes negocia la reducción con la Federación Sindical de Futbolistas Profesionales Agremiados de Bolivia (Fabol).
“Humanamente los clubes no van a poder pagar, esa es la realidad y les pedimos a los jugadores que entiendan”.
“Pueden haber ideas de algún presidente de club de un incremento, pero cualquier modificación la tenemos que hacer en un Consejo Superior y serán los 14 clubes los que la autoricen”, agregó Blanco.
Plata en mano
Encima –advirtió- hemos hecho cálculos para cuando el fútbol vuelva y cada presidente de club deberá tener en el bolsillo entre 15.000 y 18.000 dólares por mes para afrontar la organización de sus partidos como local y los viajes que debe realizar cuando tenga que ser visitante.
“Si jugamos sin público, que es seguro que lo vamos a hacer en los primeros tres meses, cada club deberá tener el dinero en el bolsillo para pagar lo que corresponde”.
Si es local, ocuparse del alquiler del estadio, los árbitros, servicios y otros. Si es visitante, más aún, los viajes y la estadía. “Eso cuesta más o menos 8.000 dólares por partido y esa plata debe tener el dirigente en su bolsillo porque son pagos que no se pueden postergar”.
El panorama será más sombrío, subrayó. Los pocos socios que tienen los clubes en Bolivia dejarán de aportar, se reducirán los ingresos por auspiciadores y sin público no habrá recaudaciones.
“No sé si los hinchas lo saben, el fútbol profesional en Bolivia no tiene ninguna ayuda como en otros países. En Bolivia no podemos conseguir apoyo del Gobierno, ese es un tema que tenemos que hablarlo con los gobernantes si queremos un mejor fútbol a nivel internacional, tanto de selecciones como de clubes”, enfatizó Blanco.
Confirmó que ante el sombrío panorama está en pie la decisión de seis presidentes de marcharse si Fabol no acepta la propuesta de reducción.
“Imagínense que la respuesta del Gobierno sea de jugar sin público hasta fin de año, ahí sí que no sé qué harán los clubes porque en este momento no están funcionando las empresas de los dirigentes, entonces entiendo que se quieran marchar para no ser cómplices de la crisis que podría venir”.
El Consejo Superior de la División Profesional se reunirá entre lunes y martes de la próxima semana.
(24/04/2020)