Murió Heriberto Aramayo, un personaje del periodismo y del automovilismo
No era piloto. Su aporte lo hizo desde la cabina de una radio con sus precisos datos o viviendo directo las carreras, siempre al lado de la velocidad.
“Coche a la vista”, gritaba el relator. Las carreras del automovilismo boliviano contenían antes muchísimas emociones y tenía muchos actores, no solo los pilotos. Entre ellos estaba el periodista Heriberto Aramayo Fernández, quien en la organización radial Cabalgata Deportiva, inmediatamente después de que le daban el paso informaba con precisión el tiempo que a ese piloto le había tomado hacer el tramo. Entonces lo declaraba ganador si ameritaba y ordenaba la clasificación a la perfección, no había necesitad de esperar los resultados oficiales e incluso daba el dato de la velocidad promedio empleada.
El ‘profe’ Aramayo murió el viernes por la noche a los 88 años. Fue reconocido maestro de la física y las matemáticas en varios establecimientos educativos. Otra de sus pasiones fue la del periodismo deportivo y en particular se volcó hacia el automovilismo. En ese campo de los números, hubo dos notables: Lorenzo Carri y él.
Potosino
Nació en Potosí, el 16 de marzo de 1932. Se casó con Betty Estrada. Sus hijos son Raúl, Rafael y Carmen. Varios nietos y bisnietos adornaron su familia.
Por más de medio siglo fue un hombre vinculado a la comunicación. Si no estaba en la mesa central de la transmisión para dar los tiempos, su presencia también era muy valiosa en los puntos directos de la carrera. Así fue querido por muchísima gente, en especial por los pilotos a quienes entrevistaba.
En Cabalgata Deportiva fue compañero y entrañable amigo de Julio Lazarte Lazo, del propio Carri y de Tito de la Viña. También fue maestro en el periodismo de varias generaciones que lo admiraban por lo que hacía.
Su inconfundible voz fue escuchada a través de varias radioemisoras. Asimismo, llevó su trabajo a las redacciones deportivas de Presencia y El Diario. De sus últimos años en las transmisiones fue testigo Deporte Total. No solo eran las carreras, también comentaba fútbol.
Fue autor del libro ‘Historia del Automovilismo Boliviano’, una estupenda recapitulación de las carreras, sus figuras y muchos otros datos.
Los recuerdos
“Fue una persona íntegra y ejemplar. Un correcto profesional como maestro y como periodista, que hasta el último día que pudo actualizó sus datos estadísticos del deporte. Siempre sentado al frente de su computadora. Así lo vamos a recordar. Él se fue tranquilo, en paz”, dice Carmen, la hija menor de don Heriberto.
Piloto y luego presidente de la Federación Boliviana de Automovilismo Deportivo (Febad), Armando Paravicini considera que se fue “un hombre del automovilismo deportivo”.
“Estuvo en los inicios con los hermanos Leizan, con Orihuela, con Belizario Benzi, después con Dieter Hubner, Willy Bendeck, Juan Rodríguez Vera y luego con nosotros, con Armin (Franulic), Óscar (Crespo), mi persona y después con otros que vinieron más adelante. Era como uno más de nosotros”, lo recuerda ‘Paravico’.
Aramayo, Lazarte y otros periodistas de antes eran los que les daban a los pilotos la bienvenida en las metas con sus emocionantes relatos.
“Es una gran pérdida para el automovilismo. Le tocó llegar a la meta final, donde todos le alcanzaremos. Condolencias a su familia”, agrega Paravicini.
Enterado del deceso, el periodista Tito de la Viña destaca a Aramayo “como una persona correcta al extremo. Uno de los dos estadígrafos grandes junto a Lorenzo Carri. Cronometrista por excelencia del automovilismo, era el señor de los apuntes. Le gustaban más los autos que el fútbol”.
“Transmitió todos los grandes premios. Incluso un Gran Premio de Fórmula Uno en Río de Janeiro, en Jacarepagua (Brasil)”.
El último adiós a Aramayo le dan sus amigos este sábado en la funeraria Santa María, de Llojeta, antes de sepultarlo el domingo en el Cementerio Jardín de La Paz.
(25/04/2020)