Osvaldo Morejón llevó a la marcha atlética boliviana a lo más alto en los 70 y 80
Asistió a un Mundial y a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. En la actualidad es médico deportivo en México
El orureño Osvaldo Morejón López (11 de diciembre de 1959) fue uno de los mejores marchistas que tuvo el país entre los años 70 y 80. Llegó a destacar a nivel Sudamérica y asistió a Juegos Olímpicos. Hoy radica en Monterrey, México, donde se especializó en Medicina de Deportes.
Se inició en el atletismo con las pruebas de semifondo, veía las pruebas pedestres de entonces y las seguía. “Eso me motivó para que decidiera competir. Un día me inscribí, cuando los grandes atletas eran Ricardo Condori y Crispín Quispe, entonces de esa manera empecé y obtuve los títulos nacionales de 1.500 metros”, cuenta.
Pero el gran cambio del fondo a la marcha sucedió cuando pasó a la categoría Mayores, “tenía 17 años y me enfrenté a atletas muy fuertes, entonces me desplazaron, fue ahí que me dediqué a la caminata, me entrené y se dio la sorpresa que salí campeón nacional e impuse un récord. Esto sucedió en 1976”.
Marchista de primera
A partir de entonces se dedicó a la marcha hasta convertirse en uno de los mejores del país dominando los podios nacionales y sudamericanos durante unos 13 años.
En ese tiempo participó en varios torneos internacionales, entre ellos los Juegos Bolivarianos que se realizaron en La Paz en 1977. No le fue bien, pero ese mismo año salió subcampeón sudamericano en 20 km en Uruguay para luego conquistar la presea dorada en los Juegos Cruz del Sur —hoy conocidos como Juegos Suramericanos— en 1978, también en La Paz.
“Por muchos años estuve dentro del podio sudamericano, primero como subcampeón, luego campeón, tercero, entonces tuve una buena actuación”.
También asistió al Mundial de Helsinki, Finlandia, en 1983, donde fue se destacó entre los deportistas sudamericanos.
Su más grande logro fue clasificarse a los Juegos Olímpicos Los Ángeles 1984, donde se ubicó en el puesto 36 entre 42 participantes.
“Era un evento de otro nivel, estaban los mejores del mundo, pero fue una linda experiencia el poder participar y representar a mi país”.
‘Doctor Morejón’
Se retiró en 1989 con los Juegos Bolivarianos de Venezuela. “Vi que los jóvenes eran más veloces y más fuertes, entonces decidí alejarme de la marcha. Me dediqué a entrenar a varios de mis hermanos y estudié medicina”.
Se tituló en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) de La Paz y la especialidad de Medicina de Deportes lo realizó en la Universidad Autónoma de Nuevo León, en Monterrey.
“Fue una especialidad de cuatro años y una vez que terminé volví a trabajar en Bolivia una temporada, pero como me había casado en México —con Anna Vásquez, con quien tiene cuatro hijos— sentía que mi esposa estaba triste y decidí regresar”.
Luego de pasar por diferentes trabajos en la medicina deportiva actualmente es propietario de una clínica privada y es parte del equipo de médicos del Hospital Sección 50 de los Maestros.
Ahí atiende todo lo referido a lo que es deporte y rehabilitación, aunque en esta época de cuarentena por el coronavirus va a cuidados intensivos, donde ingresa con todas las medidas de bioseguridad para evitar posibles contagios.
“Veo con mucha satisfacción el desarrollo de la marcha (en Bolivia), antes había unos y ahora salieron nuevos. También veo más apoyo, cosa que antes no había”, recalca Osvaldo Morejón, quien con frecuencia aterriza en el país para visitar a sus familiares.
En Río 2014
Su asistencia a los Juegos Olímpicos de Río 2016 como parte de la delegación de México, ser parte de un equipo profesional de básquetbol y de un plantel de segunda división de fútbol son algunos de los logros de Osvaldo Morejón como médico deportivo.
Luego de especializarse en Medicina de Deportes en la Universidad Autónoma de Nuevo León, en Monterrey, Osvaldo trabajó en el Instituto del Deporte durante siete años, tiempo en el que “vi a deportistas de diferentes disciplinas como ciclismo, a todos atendí por diferentes circunstancias”.
Después se unió al equipo profesional de básquetbol Fuerza Regia de Monterrey, club en el que “estuve por 12 años. Me quedé ahí hasta 2014”.
Al lado de atletas
El Club Tigres de Nuevo León, de la segunda división del fútbol mexicano en ese momento, fue su “hogar por un tiempo” hasta que regresó al Instituto del Deporte, donde trabajó con varios atletas especializados en la marcha deportiva.
Fue ahí que se dio su gran oportunidad de asistir por segunda vez a unos Juegos Olímpicos, la primera como médico, a Río 2016.
“Fui con un grupo de atletas que formaban parte de la selección mexicana de marcha, fue una bonita experiencia”.
Al ser un especialista en medicina deportiva siempre es llamado para que colabore con la atención de deportistas en diferentes eventos nacionales o internacionales. En una de esas oportunidades, en 2017 pudo contactarse con la delegación boliviana y conocer, entre otros, al marchista olímpico nacional Ronal Quispe.
(03/05/2020)