AFLP: los clubes están sin dinero y los jugadores piden auxilio
Un ‘buen sueldo’ en el ascenso es de Bs 4.000; la mayoría gana por debajo de ese monto. Los dirigentes ya no tienen recursos.
Chaco Petrolero no pagó ni un solo salario en lo que va de 2020, se queja el delantero colombiano Jhon Gualé; a la vez que el presidente del Club Deportivo Fatic afirma que el club está “al borde de la bancarrota” por falta de recursos.
Son dos realidades de cómo intentan sobrevivir a la crisis económica por el coronavirus tanto clubes como jugadores de la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP).
A diferencia de lo que ocurre en la principal categoría, en la que los clubes tienen la posibilidad de acceder a derechos de televisación y recaudaciones como una buena parte de sus ingresos, en los de las asociaciones los planteles son mantenidos exclusivamente por aportes de sus dirigentes y uno que otro sponsor.
“Estamos mal en Chaco. Antes de la cuarentena nos debían sueldos de todo el año y hoy (los dirigentes) ni siquiera nos llaman para saber cómo estamos. No tienen corazón. Cómo creen que sobrevivimos en esta situación, en algunos casos como el mío lejos de nuestro país. Estoy a punto de tirar la toalla y dejar el fútbol profesional con esta mala experiencia”, dice Gualé, quien está en La Paz junto con su esposa Paola García y su hijo Juan de Jesús, de dos años.
No hay dinero
La crisis en el fútbol de ascenso golpea todavía más fuerte porque los jugadores tienen salarios considerablemente más bajos que los de la Primera División y encima hay clubes que no les pagan. Un “buen sueldo” es de 4.000 bolivianos. Asimismo, hay clubes que no pagan nada.
“No sabemos qué vamos a hacer. Todos estamos arruinados. El club está al borde de la bancarrota. Somos cuatro hermanos a cargo y vamos a tener que hablar de qué haremos, porque no hay dinero. Nuestros negocios han parado, de ahí nomás salía la plata para el equipo”, enfatiza Javier Ticona, vicepresidente del Club Deportivo Fatic, de El Alto.
Otros clubes de la ‘A’ como Unión Maestranza, Deportivo ICC y Chijipata consideran que no queda otra que negociar con los jugadores una reducción salarial.
El Club 31 de Octubre también tiene planillas que cubrir; mientras que las de Ramiro Castillo, EMI, ABB y Universitario no son ampulosas, porque sus jugadores son jóvenes de sus propias canteras y son contados los refuerzos que cobran por partido jugado.
“Es más complicado en la Asociación, porque hay muchos compañeros y colegas de otros equipos que pasan apuros. Todos hablan de la profesional, pero no se acuerdan de los jugadores de asociación que igual vivimos de esto”, reflexiona Gustavo Fernández, guardameta de Fatic.
«Es cruel»
Los jugadores de Chaco están desilusionados porque Carlos Chipana, dueño del club, y Yecid Gonsalvez, que ejerce la presidencia, no responden a las llamadas.
“Es cruel lo que nos hacen a los jugadores, dejarnos sin ingresos y ni siquiera preocuparse en ayudarnos. Cuando firmamos nos prometieron cielo y tierra, pero no nos dan nada cuando más se necesita, eso no es humano. No tenemos cómo generar ingresos”, agrega Gualé, oriundo de Riohacha, La Guajira.
El plantel le cumplió al club al tenerlo en la punta del torneo y como firme candidato a clasificarse a la Copa Simón Bolívar, pero sus dirigentes no responden igual.
“En la Asociación la crisis nos afecta en todo sentido, porque cuesta tener un equipo. Para qué voy a exagerar, tengo mayoría de juveniles, a algunos les reconocemos algo, pero igual el dinero sale de mis bolsillos, que ahora están vacíos porque todo está parado”, afirma Manuel Quispe, presidente de Ramiro Castillo.
El directivo dice que corresponde que una parte del dinero de la Conmebol enviado a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) les llegue a las asociaciones y éstas repartan a los clubes de la categoría principal.
Cumple su palabra
Jenny Mamani es la presidenta del Club Deportivo Virgen de Chijipata. «Nosotros no firmamos contratos, todo es verbal, pero cumplimos. Por ejemplo, sabiendo lo que se iba a venir, pagamos el sueldo de febrero vía internet en los inicios de la cuarentena. Depositamos en sus cuentas para que también tengan la cultura del ahorro, así nos manejamos”.
Mamani se pone “en el plano humano” de esta circunstancia, porque sabe que todos sus jugadores tienen que atender a sus familias.
“No los hemos abandonado ni mucho menos. De regreso a la normalidad seguro que vamos a tener que negociar, porque todos estamos complicados. Nosotros haremos todos los esfuerzos, pero ya sabemos que no alcanzará. Además, debemos esperar qué dirá el directorio de la Asociación sobre el torneo, si continúa o no”.
Otros clubes directamente no están pagando debido a que no tienen dinero, algunos gestionaron víveres para dar a sus jugadores, como es el caso de Universitario en la Primera A y White Star en la B.
(10/05/2020)