Dieter Hubner: ‘Las carreras de antes eran eventos deportivos, sociales y nacionales’
Fue uno de los mejores pilotos del automovilismo boliviano. Disputó el rally Londres-México, ganó los Grandes Premios y Los Caminos del Inca
Un piloto debe tener orden, destreza y un buen auto, pero donde marca esencialmente la diferencia es a través de sus agallas para lograr velocidad y buena condición, esa es la regla número uno, enfatiza Dieter Hubner, notable piloto del automovilismo boliviano de antes.
Serio y riguroso, Hubner se anima a hablar “por esta vez” por teléfono debido a la cuarentena, en vez del “frente a frente” que prefiere.
Así, a sus 84 años de vida, comienza a recordar algunos detalles de sus hazañas, como su gran triunfo en los Caminos del Inca de 1977, en Perú, o en los Grandes Premios de Bolivia.
¿Qué tipo de carreras había en su época?
Eran totalmente diferentes a las de ahora, desde lo reglamentario y organizativo. Eran verdaderos eventos deportivos, sociales y nacionales, donde no solo participaban pilotos, dirigentes, sino la población misma, la prensa y las autoridades de los pueblos, de las ciudades y a veces las nacionales.
¿Cómo era un Gran Premio Nacional?
Era llegar a muchos lugares del país, sitios a donde no llegaban normalmente otras personas ni otros deportistas. Una carrera de antes no tenía enlaces, pausas, caravanas y ninguna de esas cosas de ahora. Corrí en la época de velocidad, velocidad y más velocidad, con autos de fuerza libre. Las divisiones vinieron luego, a partir de la década de los 70. No había ninguna navegación, corríamos a lo que daba el ojo, bien inmersos en la mecánica y en lo que se podía ver en el camino.
¿De dónde nació su pasión por el automovilismo?
Fue una inquietud netamente mía. Al inicio mi padre iba a las carreras y le gustaba la fotografía, tomaba fotos y eso le agradaba. Yo me iniciè por mi propia inquietud, comencé una carrera en un auto estándar, fue en la Doble Oruro en 1961. Resulta que debía ir a esa ciudad por negocios y a modo de ir, me metí en esa carrera y salí segundo. Y bueno, de ahí vino toda una larga historia que se siempre me apasionó.
Fue su propia historia…
Sí, porque comencé a correr más seguido. Luego entré a mi primer Gran Premio Nacional, donde también quedé en segundo lugar, ahí fue decisivo ganar la etapa nocturna Cochabamba-Santa Cruz, creo que esa era otra variante, antes se corría sin problemas de noche, ahora eso es medio complicado o casi imposible.
¿Cuántos años estuvo en el automovilismo?
Alrededor de 17 años de manera competitiva, con siete campeonatos nacionales en esa época en la que habían destacados pilotos nacionales, todos unos caballeros. Creo que en esa etapa fui el que obtuvo más campeonatos.
¿Qué requisitos básicos debe tener un piloto?
Tiene que tener orden en todo aspecto, mucha destreza, ser conocedor y respetuoso con los reglamentos, además de caballeroso con los otros competidores, y muchas otras cosas como si fueras un conductor normal en las calles.
Además el automovilismo de esa época estaba ingresando en un curso más profesional, creo que los pilotos eran muy dedicados a lo que hacían, más allá de correr solo por los premios.
¿Un piloto imprescindiblemente debía ser mecánico?
Antes sí, ocurría que a los autos se debían hacer muchas adaptaciones, antes las máquinas no venían bien preparadas como ahora. Me tocó aprender bastante y lo hice porque me he dedicado mucho, yo me encargaba de mi auto, aunque contaba con alguna colaboración de quienes me seguían.
¿Qué pilotos destacados eran de su época?
Había bastantes buenos pilotos y personas como Oscar Crespo, William Bendeck. Recuerdo que –los periodistas- (Lorenzo) Carri y (Miguel) Velarde nos llamaban ‘Los tres mosqueteros del automovilismo’, porque competíamos bastante entre nosotros. Compartimos muchas carreras y momentos inolvidables en torno al automovilismo. Había una rivalidad de caballeros.
¿Cómo era William Bendeck?
Era una persona y corredor que dedicaba su vida al deporte automotor y hacía lo posible para salir adelante y para que nuestro deporte creciera. Era audaz, pero tuvimos que lamentar su muerte. Yo le había advertido que viera sus llantas, que se cuidara, pero no me hizo caso porque era muy impetuoso.
¿Quiénes eran de la época anterior a la suya?
Habían muchos otros destacados pilotos: estaban Belizario Benzi, los hermanos Orihuela, Leizán. William Bendeck estaba muchos años antes que yo, el corría desde los 50 si no me equivoco. También corrí contra Juan Claure, un gran campeón nacional que se hizo exitoso. Estaba Rodríguez Vera, que ya corría cuando estaba y cuando me retiré, seguía, era increíble, creo que corrió como 40 años.
¿Actualmente sigue el automovilismo?
Estoy completamente alejado de toda la actividad del automotor. Leo lo que sale a veces en la prensa, porque ahora se ve o escucha poco en las radios, ya no es como antes cuando se tenían las carreras a diario. Antes incluso se seguía mucho la Fórmula Uno, pero ahora ya no veo que sigan.
¿Tuvo algún piloto favorito en el exterior?
El argentino Juan Manuel Fangio, a quien tuve el gusto de conocer personalmente. Era un señor campeón del mundo y un gran caballero pese a la fama que tenía. Fue un gran deportista destacado para Argentina.
¿Y en Bolivia?
Tengo muchos amigos, pero ahora quiero recordar y rendir un homenaje a Heriberto Aramayo, un señor y hombre muy respetado. Un cronista deportivo al que yo le tenía mucho aprecio. Mis más sentidos pésames para su familia, siempre lo vamos a recordar como un hombre de bien. (NR: Aramayo, periodista, falleció hace dos semanas. En su trayectoria estuvo estrechamente vinculado a las carreras desde su posición en la organización Cabalgata Deportiva).
¿Caminos del Inca fue otro gran paso para usted?
Fue una gran experiencia y un buen triunfo para el automovilismo nacional, porque ganamos la prueba más importante de Perú. Ganamos la segunda y tercera etapa entre Huancayo-Ayacucho y Ayacucho-Cuzco, marcando tiempos récords en ambos tramos. Hubo etapas dramáticas con la pérdida de tiempo, pero al final salimos triunfantes.
Usted también fue dirigente, presidente de la Febad, ¿cómo fue ese episodio de su vida en el deporte?
Sí, fui primero presidente de la Aociación de Volantes de La Paz, luego fui el primer presidente de la Federación Boliviana de Automovilismo Deportivo (Febad), entonces me tocó una época dorada, bonita, pudimos hacer cosas positivas. Teníamos la historia del automovilismo, pero luego no sé qué pasó porque hoy en día vemos que el deporte está en bajada y La Paz dejó de ser fuerte en este ámbito.
Sus datos
Nombre: Dieter Hubner Goldberg
Lugar y fecha de nacimiento: Arnhem (Holanda), 26 de julio 1936. Su familia lo trajo a Bolivia con dos años de edad y vive 82 años en Bolivia, desde 1938. Estudio en el Colegio Alemán.
Familia: Martha Kahan de Hubner (esposa); Sandra y Johnny (hijos).
Profesión: Técnico en electrónica y luego se dedicó al comercio.
Trabajo: Actualmente tiene actividad empresarial de importaciones.
(17/05/2020)