La vida de Pablo Escobar ha sido agitada en el último año y medio por los cambios profesionales que ha experimentado: de ser jugador, capitán e ídolo de The Strongest pasó a una nueva faceta, la de director técnico. Apenas se había retirado del fútbol asumió como DT del Tigre, luego se marchó a Paraguay para dirigir al Sol de América y ahora está de regreso en el país como principal asistente técnico de César Farías en la selección nacional.

Su crecimiento en esta otra faceta, la de entrenador, ha sido raudo. Por supuesto, muy diferente a la de jugador que inundó su carrera de éxitos. Y más aún porque llegó casi sin pensarlo a la selección.

—¿Los jugadores te llaman ‘profesor’?

—Algunos me dicen profesor, otros me hablan de capitán o simplemente por mi nombre, pero lo hacen dentro del marco del respeto. En el tiempo en que a algunos los dirigí ya se han dado cuenta del cambio que hay porque es natural, uno pasa a otra etapa, otra circunstancia y ya me ven en esa función, lo entienden así. Evidentemente los conozco y siempre hay un cariño especial y en esta nueva función también voy conociendo a otras personas, a otros jugadores e intento sumar.

—¿Te ha costado el cambio en la relación con el plantel?

—La verdad es que creo que les cuesta más a los que han sido mis compañeros. Yo divido bien las aguas cuando ocupo el rol de entrenador o cuando puedo hacer una broma en confianza con alguien que tuve de compañero, o a lo mejor con alguien que he enfrentado en cancha y tuve algunas diferencias. Hoy es otra la situación, estoy para sumar y agregar detalles a cada jugador e intercambiar cosas. Tengo bien claro mi rol, mi función. Por eso creo que es más difícil para ellos. Para mí es una nueva etapa que la tomo bien.

—¿Qué piensa el Pablo Escobar hombre del Pablo Escobar DT?

—Es una motivación muy grande y una gran responsabilidad. Ahora, en la selección, estoy muy abocado a lo que me pide el profesor Farías, agradecido con la oportunidad que me está dando. Para mí es de mucho crecimiento este tiempo. He dirigido a un club grande como The Strongest, he estado en otro país (en Paraguay, con el Sol de América) y hoy estar en un lugar donde se compite a mayor nivel en el continente te obliga a crecer y es lo que estoy haciendo, tratando de compartir, pasando información y a la vez dando opciones para que se tomen las mejores decisiones.

—¿Tu perfil como técnico ha ido en subida muy rápido?

—No sé, creo que estoy en un lugar privilegiado y me genera mucha responsabilidad. No alcanzo a ver eso del perfil alto. Sí estoy seguro de que al lado de César Farías voy a crecer bastante.

—¿Sueñas con ayudar a Bolivia a ir a la Copa del Mundo?

— Hay que trabajar duro para cumplir los sueños. Pienso y actúo como me ha pasado siempre en la vida, no quiero decir cosas que no se sabe si pasarán o no, pero vamos a pelear para cumplir el deseo, entonces trabajaremos duro. Uno ve lo comprometido que está este grupo de jugadores y la gran expectativa que hay en el inicio de un proceso.

—¿Qué destacas de ellos?

—Destaco el compromiso. El mayor desafío es que todo lo que estamos haciendo ahora se vea reflejado en el campo de juego. No hay dudas del compromiso que se genera con la camiseta de la selección, es lo máximo, eso hará que los chicos saquen un plus. Los que asisten a las reuniones están comprometidos y eso se verá en el campo.  Uno sabe que en el fútbol depende mucho de los jugadores y nosotros estamos aprovechando la cercanía de todos. No vamos a poner excusas a nada, hay que estar preparados para lo que sea en el momento que sea. Más allá de cuál sea el rival hay que estar preparados y con nuestras armas pelear la clasificación. Con fe y convicción llegaremos bien.

Con juveniles

Escobar no es solamente el asistente técnico principal de Farías, sino que también tiene a su cargo el diseño de un plan dedicado a las categorías menores y que será presentado y ejecutado cuando vuelva la normalidad al país.

El proyecto es ambicioso. Apunta a dar a los jóvenes futbolistas un soporte técnico que les permita desarrollar todo concepto relacionado con el fútbol, tanto para la competencia como para el desarrollo propio.

—¿De qué se trata, Pablo?

—Tenemos un proyecto que con todo esto que ha sucedido no se ha podido presentar oficialmente, pero el profesor César Farías lo hará en cualquier momento. Me ha pedido que trabaje exclusivamente en eso, lo queremos exponer en todo el país, en las asociaciones y en los clubes.

En divisiones menores hay un vacío, queremos arrancar y agregarle cosas, es mucho el trabajo por hacer y por ahora desde nuestras casas estamos sacando mucho provecho.

—¿En qué consiste el proyecto?

—Lo estoy armando, tengo muchas ganas de recibir más información para darle formación a los jóvenes que son el futuro. Hay mucha gente joven que ahora está participando en las charlas de la selección absoluta como John García, Álex Arano y Luis Demiquel. Son algunos ejemplos de gente que está en el fútbol profesional y va creciendo, les estamos dando un soporte. En resumen, estamos haciendo un estudio de mercado para que sea bien nutrida la selección nacional, queremos que quede algo importante.

—¿Esto implica que vas a visitar todas las ciudades y buscar talentos en todas las regiones?

—También vamos a ver competiciones locales e internacionales, todo va de la mano. Primero hay que armar un trabajo en el territorio nacional asumiendo un compromiso con las asociaciones. Estamos con una gran expectativa de que sea bien recibido, porque abre la posibilidad para que los jóvenes compitan. Sería lo mejor que les podría pasar a los menores, o sea que tengan un roce internacional y para eso hay un área de competiciones que tiene un esquema bien armado y al que hay que sacarle provecho.

—¿Puede ser el punto de despegue de las categorías menores?

—Dejo en claro que no queremos descubrir algo. En otras oportunidades seguramente hubo grandes intenciones. Tal vez no se ha podido dar el inicio o se quedó en el camino, es decir no significa que antes no se haya intentado. Lo que queremos es empezar ahora y que tenga una buena secuencia con gente que sume ideas, porque el fútbol es de todos. A mí me encomendó Farías la labor y estoy con muchas ganas de desarrollarla. Seguramente encontraremos situaciones que superar, siempre hay obstáculos; trataremos de sobreponernos para lo que anhelamos, que es tener divisiones formativas competitivas, que sea una realidad, porque eso va a generar después futbolistas. Ahí va a estar la fábrica de jugadores para el país.

—¿Has pensado en que a futuro lo tuyo puede ser trabajar en la formación de futbolistas?

—Soy asistente directo de Farías, tengo labor específica de campo encomendada, pero hoy estoy trabajando en este proyecto que va de su mano. Me ha planteado trabajar en esto y no le escapo en absoluto a la responsabilidad de ser parte.

—¿Consideras que la figura que tienes de referente en el país puede ayudar?

—Identifico eso, estoy muy agradecido con el técnico que me da la posibilidad de trabajar en la selección mayor. Como Pablo mi idea es no quejarme de lo que no tenemos, sino pensar en lo que podemos hacer para que tengamos lo que falta. En mi época de jugador siempre quise que las divisiones menores tuvieran infraestructura y una posibilidad de crecer, y hoy, en este pequeño espacio asignado, tengo la obligación de proponer cosas, porque no me quiero quejar sino aportar, ayudar a que se inicie algo bueno y más allá de quién esté aquí, que se pueda seguir para que los jugadores aparezcan.

Hoy me toca esto y lo tomo con muchas ganas, con mucha expectativa.

Trabajo invisible

—Mientras tanto, ¿qué está haciendo la selección mayor?

—Es un grupo de 70 jugadores que participa a diario de reuniones, de lunes a viernes, respetando los tiempos de trabajo de cada club. Esta semana se cumple ya un mes de esa actividad. Son charlas muy buenas en las que se habla de los conceptos, de la metodología de trabajo, se les muestra a los futbolistas lo que se hizo bien, lo que se puede mejorar o la forma en que podemos hacer otras cosas. Estamos invirtiendo el tiempo sin quedarnos quietos.

—¿Participan todos, los 70?

—Todos en una misma reunión; el que no puede participar por diferentes motivos nos tiene a nosotros a su disposición durante todo el tiempo para charlas individuales. Estamos contentos por la respuesta de los jugadores, su compromiso con la selección y porque invierten su tiempo de buena forma, lo están optimizando para después desarrollarlo en el campo de juego.

—¿Es ese grupo y nadie más?

—Nadie está descartado, más bien seguiremos incorporando gente, pues las puertas de la selección están abiertas para todos.

Toda la idea que estamos trabajando es de César Farías, yo estoy expresando ahora su planificación, después él verá a los que crea que están en las mejores condiciones para cada situación. A la vez estamos preparando a la base de gente más chica, la naciente, para que vaya apareciendo, por eso es que el proyecto de menores encaja con todo.

—¿Cuál es la labor de los otros miembros del cuerpo técnico?

—Estamos divididos en áreas: los preparadores físicos están a disposición si en algún momento hay jugadores que quieran entrenar porque por ahí en sus clubes no pueden hacerlo. En el área psicológica consideramos que en este tiempo hay que trabajar mucho la cabeza por la ansiedad, la incertidumbre que se genera al no saber qué va a pasar. Los miembros de la parte médica y de nutrición también están atentos para cuidar la alimentación en cuarentena. Y vemos mucho lo que significa el fútbol desde el punto de vista técnico-táctico, intentamos como cuerpo técnico darles un soporte integral a los jugadores y que sepan que Farías los toma en cuenta, que la selección es de ellos. El técnico tiene un intercambio diario con todos, con mensajes y opiniones, eso va creando una sinergia.

—¿Qué provecho sacarán aquellos que no ingresen en una nómina final para un partido?

—La idea es esa que todos crezcan, queremos que lo que hacemos sume a sus actividades en sus clubes y que se siga incentivando el intercambio de ideas. La selección es de todos. Que ellos tengan un gran nivel; el hecho de que el jugador esté en buenas condiciones le hará muy bien a la selección, que es lo más importante del fútbol.

—¿Se hacen evaluaciones de las sesiones teóricas?

—Las charlas tienen mucho contenido en video, donde se muestran circunstancias que hemos pasado y vivido como selección, situaciones que debemos mejorar y destacar las cosas buenas como del Preolímpico, los amistosos o la Copa América; evaluamos e intercambiamos ideas y así va creciendo el jugador profesionalmente. El contenido va relacionado con las ideas, conceptos, métodos, forma de juego, todo eso se intercambia en el día a día.

Desde el momento en que se suspendió la fecha FIFA nos dividimos en áreas y pusimos manos a la obra en distintos aspectos, estamos desarrollando todo eso con los jugadores para seguir dándole forma a esta ilusión que tenemos. Así estamos optimizando el tiempo.

—Con todo ello, ¿qué tiene que esperar el hincha de la selección?

—Lo que puedo decir es que los jugadores están comprometidos con la camiseta para que el inicio y el camino a recorrer sea bueno. No queremos crear falsa expectativa, sí dejar claro que con trabajo nos irá bien. Los futbolistas dejarán todo por la camiseta y demostrarán el orgullo de sentirla y vestirla cada vez que les toque representar al país.