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Crisis FBF: No son los estatutos, sino los actores

La desaparecida Liga del Fútbol Profesional Boliviano cumpliría 43 años, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) cambió estructuras y la hizo desaparecer; sin embargo, los problemas dirigenciales e institucionales de casi siempre, continúan. No es tema de reglamentos o estructura, sino de quienes la dirigen, coinciden dos hombres de experiencia en estas lides.

El 23 de agosto de 1977 nació la Liga conformada por 16 clubes de 7 departamentos; todo cambió en 2017 porque clubes profesionales, asociaciones y la Federación Boliviana de Fútbol son uno solo.

“Se unieron los estatutos a uno solo, ahora, la Federación Boliviana de Fútbol la que maneja todo, pero mantiene la división profesional y la aficionados. La Liga no existe, pero mantiene la división profesional para que administren los dirigentes de clubes y la de aficionados por la ANF”, contó el exdirigente Walter Castedo, quien remarcó que no se cumplió a cabalidad el nuevo Estatuto.

“La Liga entrega su administración del torneo, su control, entregó sus derechos que cada club tiene la opción de vender su imagen y entrega su edificio. La ANF no entrega nada porque no tiene nada”, dijo Castedo.

El ente mayor tiene un Comité Ejecutivo conformado por: el presidente de la FBF, dos vicepresidentes (uno de la división profesional y otro de los aficionados), cuatro directores (dos de cada división).

“El futbol profesional perdió todo, porque ahora se mira a personas de las asociaciones abriendo los sobres de los derechos televisivos (de los clubes profesionales) o definiendo cuándo jugará tal equipo”, remarcó el exdirigente cruceño.

El presidente de Guabirá, Rafael Paz, consideró que desaparecer la Liga fue la peor decisión porque perdieron la autonomía. “Fue lo peor, en lugar de ir para arriba fuimos para abajo. Somos la quinta rueda del carro, no podemos reunirnos, ni convocarnos y nos quedamos sin edificio”, dijo Paz.

El dirigente del reoresentativo de Montero señaló que las determinaciones  tomadas en el  Congreso Ordinario que se desarrolló en Tarija, el 30 de noviembre del 2019, quitaron la autonomía de los clubes profesionales. 

“Es bueno que haya una sola cabeza, pero deben mantenerse la autonomía para convocarse cuando se quiera. El Comité Ejecutivo debe ejecutar todo lo que deciden los clubes o asociaciones”, agregó Paz. 

El exdirigente Castedo tiene similar pensamiento de Paz, en cuestión de tener una sola cabeza y que el fútbol profesional recupere su propia autonomía de gestión.

Una pulseta sin tregua entre Blanco y Rodríguez

La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) vive un entuerto. El dirigente pandino Marco Rodríguez y el dirigente cruceño Robert Blanco buscan la silla presidencial del máximo ente del balompié nacional, tras el fallecimiento de César Salinas. Luego de un mes y dos días de la trágica noticia, el fútbol boliviano no atraviesa su mejor momento.  

Rodríguez junto con el Comité Ejecutivo admitieron el amparo constitucional, pero suspendieron a Blanco por acudir a la justicia ordinaria y el pandino asumió la cabeza del fútbol boliviano. Empero, los dos buscarán la cabeza del fútbol nacional.   

El abogado cruceño Víctor Hugo Pérez consideró que el mensaje que lanzó Rodríguez, tras la muerte de Salinas, “encendió las alarmas”, de varios dirigentes.  

“La norma indica que la presidencia le corresponde a Rodríguez, pero no debe quedarse por mucho tiempo porque debe llamar a un Congreso para que saber quién terminará la gestión de César Salinas o llamar a las elecciones. Rodríguez dijo que lo haría cuándo la pandemia lo permita, y eso puede durar muchísimo tiempo”, apuntó Pérez. 

Blanco presentó un amparo constitucional que anula todo lo realizado después del 23 de julio del año pasado. Además, de otorgarle la silla presidencial. 

“Si Blanco ha roto la norma  porque (Rodríguez) no lo ha denunciado ante los Tribunales (deportivos), pero no hay conocimiento de la norma. Hace esto Blanco,  pero como todo kamikaze, se lleva a todos”, añadió Pérez.

(24/08/2020)