Icono del sitio La Razón

En la selección trabajan sin pausa de principio a fin, en cada jornada

La ‘burbuja’ de la selección boliviana ayuda al entrenador venezolano, César Farías, a poner en práctica toda la teoría entregada a los jugadores en la cuarentena rígida debido a la pandemia del COVID-19.

Cada jornada empieza a las 07.00 y concluye cerca de las 21.30. “(Los jugadores) cuando tienen un pequeño tiempo libre corren a dormir”, dijo un miembro del cuerpo técnico de la Verde que sintetiza con ello la intensidad y alta exigencia en el trabajo cotidiano.

Un hotel en Santa Cruz se convirtió en el búnker del equipo de todos que se alista para los partidos frente a Brasil y Argentina por la eliminatoria mundialista Qatar 2022. 

Se tuvo la opción de conocer la exigente e intensa rutina que están sometidos los convocados en cada jornada, con la mentalidad de cambiar los últimos resultados e ilusionar al pueblo boliviano con llegar a una cita mundialista.

Los primeros en comenzar el trabajo son los utileros: Hugo Segales y Óscar Rodríguez, quienes ordenan toda la indumentaria para cada jugador, van a cada habitación y dejan en la puerta para respetar el protocolo de bioseguridad. 

Los jugadores desayunan a las 07.00, siguen al pie de la letra las recomendaciones de los médicos Jaime Espinoza y Gabriel Virgo para evitar contactos sin sentido que dé origen al ingreso del virus. 

A las 07.30 comienza la rutina del gimnasio, luego cerca de las 09.00 se trasladan al campo de juego. Los últimos entrenamientos sirven para automatismos y movimientos tácticos. Los defensores trabajan aparte, los volantes en otro y los delanteros también. 

“Todos trabajan, se realizan movimientos de transiciones de defensa-ataque y viceversa. Cada uno lo hace en su área”, relata el integrante del CT.

Cerca del mediodía llega el almuerzo y por la tarde se vuelve al campo de juego para mantener la intensidad. 

Todas las noches se trabaja por medio de videos motivacionales, de nutrición, errores, virtudes y algunos partidos. También realizan dinámicas para mejorar la autoestima y confiar en sus condiciones para enfrentar a Brasil y Argentina. 

Los videos están a cargo de José Chamón y Gustavo Pellicena, quienes constantemente graban los entrenamientos con la ayuda de la tecnología e incluso usan un dron para que no se escape ningún detalle. A las 21.30 todos pueden descansar y la rutina se repetirá en cada una de las jornadas. No hay tiempo para nada, que no sea pensar en los encuentros de octubre. 

“El cuerpo técnico hace trabajos dinámicos, para que el entrenamiento no sea aburrido. Lo mismo pasa en las dinámicas de grupo. No hay tiempo para esparcimiento porque son como cuatro turnos (si se toma en cuenta los videos)”, explica.

Por si fuera poco, el psicólogo Manuel Llorens conversa de manera individual con todos para conocer algún problema y ayudarlo. 

El instrumento que ayuda al cuerpo técnico de la selección boliviana es un GPS para tener datos precisos sobre la evolución de los jugadores. La tecnología ayuda al fútbol y en este caso a la Verde.

El GPS ve la parte fisiológica, que hace referencia a parámetros como frecuencia cardiaca, niveles de oxígeno o fatiga; el cinemático, en el que se agrupan datos vinculados a velocidad, aceleración, desaceleración o distancia recorrida; y, por último, los parámetros de singularidad táctica, que muestran mapas de calor, que permiten ver el espacio en el campo de juego en el que más se movió el jugador.

El plantel gana confianza para la eliminatoria

La mentalidad de los convocados a la selección boliviana comienza a cambiar. Las críticas que constantemente son sometidos por el público, la prensa y los rivales originaron el deseo de hacer cosas nuevas para obtener otros resultados. 

La buena presentación en el último Preolímpico de Brasil ayudó a soñar en un cambio en el fútbol boliviano. Bolivia estuvo a un gol de llegar a la fase final.

“Hay que evitar el lamento boliviano de que somos los pobrecitos. Con ese discurso basta. Que digan que somos malitos no importa, pero que a los rivales queremos comerles el hígado en la altura, sí”, dijo el seleccionador venezolano César Farías en una conferencia con entrenadores argentinos. 

El discurso de Farías caló hondo en los convocados y lo transmite en cada conferencia de prensa que realiza el Departamento de Comunicación de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). Los periodistas no pueden ingresar a la rutina de la Verde debido a la pandemia que vive el país. 

“Todo es importante, más cuando sabes cuál es tu objetivo y lo que te has trazado, cuando sabes las metas que te has propuesto, creo que todo depende de nosotros para llegar de buena manera a los partidos”, dijo el defensa stronguista Eduardo Demiquel.

Farías resaltó las condiciones del jugador boliviano cuando tuvo un micrófono al frente. Habitualmente manifiesta un discurso optimista, que procura girar la mentalidad de pasadas caídas en una mejor perspectiva. 

“Tienen hambre de cambiar los resultados, no sé si la gloria, pero ya no quieren ser vistos de esa manera”, dijo un miembro del cuerpo técnico de la selección.