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Cuatro palos de ciego

El cuerpo técnico de la selección boliviana sigue dando palos de ciego. Los últimos son estos cuatro.

UNO: Farías, tras perder con Brasil y con Argentina, cambia para enfrentar ahora a Ecuador y Paraguay toda la mitad de la cancha. Es el enésimo volantazo (Castro se queda afuera). La nueva base estará conformada por jugadores de Bolívar y Wilstermann.

Si el conflicto absurdo entre el G-8 y el G-6 continúa, ¿por qué se llama ahora a celestes y rojos y no se hizo lo mismo para las dos primeras fechas? Farías reconoce convocando a ambos que se equivocó. Evidentemente, su soberbia le impedirá hacer autocrítica. En la tercera fecha, somos los únicos que arrancamos de cero, probando — otra vez— otra cosa.

DOS: no conozco a nadie que me explique la convocatoria de Henry Vaca.

El talentoso e irregular media punta cruceño ha sido marginado por indisciplina por la directiva de su ahora exequipo, el Atlético Goianiense. El premio no puede ser nunca un llamado a la Verde. Nunca. El mensaje que transmite Farías a los jóvenes es sumamente dañino y peligroso. Mientras tanto, el técnico ha cerrado públicamente las puertas a Ramiro Vaca, un joven que no hace escándalos fuera del “field”. Con el inaudito caso Henry Vaca, lo único que aumentan son las sospechas sobre los negociados de Farías.

TRES: Farías no ha llamado a nadie de Oriente Petrolero. O sea, el DT piensa que la Verde es territorio sembrado para venganzas personales por encima del interés común. Zoch, Sánchez y Roca dejaron de ser buenos jugadores, de la noche a la mañana. Para Farías, más allá de su palabrería, la selección no es de todos. Su política de premios y castigos es injustificable. Lo peor de todo es que nadie dentro de una perdida Federación sin norte dice nada.

CUATRO: días antes de jugar con Ecuador (este jueves) y Paraguay (el martes en Asunción), Farías sonó como nuevo entrenador de Botafogo. La decisión sobre la oferta formal del club carioca se tomará —ha dicho el propio club en un comunicado— después de la doble fecha de Eliminatorias. Blanco y en botella, leche. Farías tiene ya un plan B, obviamente para él. ¿Con qué moral y ganas van a saltar los jugadores a la cancha sabiendo que su entrenador —si las cosas no salen— se marchará? Desde la Federación se ha dicho que “Farías ha decidido quedarse”: quedarse —por ahora— para seguir dando palos de ciego.

(*) Ricardo Bajo es periodista