Los logros y aciertos acompañan sus primeros meses de gestión al mando de la Federación Boliviana de Fútbol. Se concluyó el torneo profesional cuando parecía imposible, se disputó la Simón Bolívar y de a poco encamina las diversas tareas del fútbol nacional. Espera que 2021 sea totalmente diferente al año que pasó y que de una vez se consolide una misma línea de trabajo.
—¿Qué fue lo más complicado que vivió como presidente federativo el año pasado?
—Una de las cosas que más nos preocupaba a todos era que estaba en riesgo la conclusión del torneo Apertura 2020, las posiciones estaban encontradas; sin embargo, se logró darle continuidad hasta concluirlo y de manera exitosa, pese a los tropiezos y las muchas dificultades que se vivía. Finalmente logramos dar los nombres de los clubes clasificados a los campeonatos internacionales. Todos en cancha y en competencia, pese a las varias dificultades.
—¿Cuál sería la parte triste y negativa de la temporada?
—Hemos sentido mucho la partida del presidente anterior de la Federación debido a la pandemia. La muerte de don César (Salinas) fue muy duro para todos, y también del otro presidente federativo.
—¿En qué derivó la ausencia del extitular César Salinas?
—La verdad que profundizó bastante la crisis que se venía teniendo y fue complicado porque nos perjudicamos entre nosotros. Ojalá que este 2021 sea mucho mejor y menos problemático para la familia futbolera de todo el ámbito boliviano.
—Con tantos problemas y dificultades, ¿cómo se animó a encarar este nuevo desafío?
—La verdad que es un compromiso enorme que hemos asumido, pero con la ayuda de todos podemos cambiar las cosas, no se trata solo de Fernando Costa, sino es una tarea que todos debemos asumir para que el beneficio y los mejores días lleguen igual para el conjunto del fútbol nacional.
—Da la impresión de que el radicalismo de algunos opositores son profundos por otros intereses.
—Ya no quiero referirme mucho a ello. La opinión pública se dio cuenta de que mientras más atrasamos las decisiones, nos oponemos y otras cosas, los únicos perjudicados somos nosotros mismos. Jugamos pasado uno o dos días un torneo maratónico no por culpa de la Federación, sino de nosotros mismos, de no reunirnos y avanzar, y los únicos perjudicados fuimos nosotros mismos.
—El año fue cerrado por la consagración de Always Ready.
—Sí, algo muy positivo para muchos años de trabajo. En lo personal, me alegra bastante por las personas y los aficionados de El Alto, que le han tomado mucho cariño e identidad al club. Se hizo muy querendona de un equipo al que apoyaron bastante. Ahora esperemos se pueda jugar un torneo internacional allá, para de esa manera seguir con el proceso que se comenzó hace bastante tiempo.
—¿Cuáles son las prioridades federativas para este año?
—Son muchas, bastantes las tareas, como lograr la unidad entre todos, que al complicarnos nosotros nomás nos hacemos daño. Darle tiempo y atención a la selección para las eliminatorias en busca del sueño de Qatar 2022. El fútbol profesional debe moverse así, de manera jerárquica y competitiva, fortalecer nuestras divisiones inferiores y lograr mejores derroteros en todos los niveles.
—¿Cuándo puede comenzar el próximo campeonato?
—Dependerá de algunos factores diversos, desde cómo evoluciona la misma pandemia en el país, acordar con la empresa que televisa y ver qué ocurre con el calendario.
—¿En la reunión anterior se habló de un torneo único extenso?
—Sí, efectivamente, es una opción que se recibió con buena valoración, la propuesta de jugar un torneo profesional largo, dado el agitado calendario que nos espera, como la Copa América, eliminatorias, y las copas Libertadores y Sudamericanas, además de que ya somos 16 clubes. La verdad que tiene que verse muy bien la modalidad de campeonato.
—¿Cómo será el torneo con 16 equipos?, un número mucho más alto de lo habitual.
—Tenemos que verlo con la mejor motivación, los nuevos equipos están igual entusiasmados y propositivos para hacer un buen campeonato. Siempre pensando en mejorar nuestro nivel en todo aspecto.
—¿De qué depende mejorar el nivel del fútbol boliviano?
—Dependerá de muchos factores que en gran parte está en manos de los propios clubes, de conformar planteles competitivos, de organizarnos mejor, jugar mucho más y otros aspectos que hacen la competencia interna de un campeonato.
—¿La selección continuará al mando del técnico Farías?
—Sí, hemos tenido una reunión poco antes de despedir el año pasado y reafirmamos algunos lineamientos de trabajo que debemos tener. Como Federación tenemos un compromiso bastante fuerte con nuestra selección y de la misma manera del entrenador hacia el equipo y el país.
—¿Qué pasará si los resultados se vienen complicando?
—Todos sabemos que en el fútbol priman los resultados, para los entrenadores y jugadores. Nosotros pensamos que serán buenos, que tenemos talento futbolístico, que debemos darle el tiempo de trabajo y que recuperándonos en La Paz podemos aún pelear y soñar cosas importantes, aunque parezcan difíciles.
—¿Cuánto tiempo de trabajo se le puede dar a la Verde?
—Lo ideal es que sea el mejor, que tengan las condiciones de trabajo en función de no perjudicar tampoco a los clubes. Sabemos que nos toca trabajar el doble y mucho más y por eso mismo debemos tener esa identidad con el equipo nacional.
—¿Qué pasará con los derechos de televisión?
—Los lanzaremos ya nomás para no demorarnos más de la cuenta, daremos 10 días de presentación de las ofertas y los documentos y luego de ello seguramente vamos a proceder a la adjudicación.
—¿Qué pasará con quienes objeten esta figura?
—Precisamente para evitar ese tipo de comentarios o posiciones hemos velado por la transparencia del proceso, hemos mandado esta figura al pleno de un congreso, donde asisten todos los actores del fútbol boliviano, quienes aprobaron las instancias en el marco legal.
Perfil
Nombre: Ángel Fernando Costa Sarmiento
Nacimiento: Corrientes, Argentina, 27 de agosto de 1970.
Presidente
Es ingeniero comercial de profesión y empresario paceño. Es padre de Andrés, Alejandra y Luciana. Salió bachiller en el colegio San Calixto. Estudió en la Universidad Católica Boliviana y la NUR.