El Chapare y los Yungas
Imagen: Archivo
Ricardo Bajo, periodista
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El Chapare y los Yungas no solo tienen en común la hojita verde de la coca; ambos territorios son el futuro futbolístico de Bolivia, ambos albergan a comunidades sumamente futboleras y talentosas. La última demostración de este hecho es el campeonato nacional logrado por las chicas del Deportivo Trópico. Nuestro problema es que no nos da la gana explotar semejante caudal humano de hombres y mujeres nacidos para la pelota.
Hace dos semanas, el colega Marco Mejía en Página Siete entrevistaba a Rodrigo Marión, director del fútbol formativo del club Bolívar y al frente de la recién inaugurada escuela celeste en Santa Cruz. Marión, muy suelto de cuerpo, aseguraba que “en la altura se hace dificultoso el crecimiento físico del jugador, trabajamos en tierra cruceña para que el factor del clima nos favorezca en el crecimiento del futbolista. Queremos aprovechar esa ventaja competitiva que podemos sacar del biotipo del joven que vayamos a producir a nivel del mar”.
¿Se imaginan si esas declaraciones llegaban desde Buenos Aires o Montevideo? Esas afirmaciones desacertadas solo recibieron la respuesta de Isaac Mollinedo, al mando de la fructífera escuela ABB de La Paz. El “profe” sabio respondió a su ex alumno ingrato Marión –paceño por cierto- que él mismo salió campeón con un equipo de la ABB enfrentando a selecciones orientales a pesar de su baja estatura. Mollinedo se hacía, luego, tres preguntas: ¿por qué se discrimina al jugador paceño? ¿por qué no se brinda a la juventud de todas las provincias paceñas el mismo trato que a los chicos cruceños? ¿Es admisible que lo haga un club que tiene su sede e hinchada en la hoyada? Yo añado una cuarta: ¿cuándo demonios clubes como The Strongest, Bolívar o Always Ready abrirán escuelas en los Yungas para convertir esta región en la cantera de nuestro futbol como lo hizo Ecuador con la zona de Esmeraldas de mayoría afro?
El gobierno del ex presidente Evo apostó por dotar al Chapare de una moderna infraestructura deportiva y los frutos han llegado más pronto que tarde. Las causas estructurales del retraso del fútbol sudamericano son las mismas que las de nuestro fútbol: divisiones inferiores abandonadas, ausencia de profesionales en las canteras, falta de infraestructuras modernas, finanzas anticuadas, planificación nefasta… y en nuestro caso: ceguera total con respecto al Chapare y los Yungas.
(14/02/2021)