La temporada 2021 no comenzó con el primer partido que estaba programado en el fixture entre Real Santa Cruz y Wilstermann en la capital oriental, media hora antes del horario establecido (15.00) se presentó David Paniagua, secretario ejecutivo de los Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol) y conversó con los jugadores de ambos equipos.
“No queremos jugar”, dijo el capitán de Wilstermann Cristian Chávez al árbitro del encuentro el beniano Alejandro Mancilla al momento de expresarle su saludo en el campo de juego. De la misma manera le expresó esa decisión el capitán de Real Santa Cruz, el capitán uruguayo Marcel Román.
El gremio de los futbolistas reclama la opción de defender a sus afiliados ante el Tribunal de Apelaciones o la desaparición de dicha instancia pero no tuvieron la opción de reunirse con la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), que incluso no la reconoce.
“Van a ver lo que pasará, los jugadores son los que deciden porque se los quieren obligar a jugar cuando están sin defensa con un Tribunal de Apelaciones. El futbolista reclama que por derecho le corresponde”, dijo Paniagua.
Los dos equipos se cambiaron la indumentaria para ingresar al campo de juego pero en ningún momento se dio inicio al partido.
El árbitro Mancilla no estableció ningún criterio con relación a la actitud de los jugadores e ingresó a su vestuario junto con sus colaboradores.
“Es difícil entender que se haga esfuerzos para jugar y no hay partido. Yo entiendo la postura del jugador pero no deben perder que hacemos un esfuerzo. Dejamos una mal imagen porque todos los problemas se solucionan”, dijo Grover Vargas, presidente de Wilstermann.
(09/03/2021)