Always roza la hazaña en Brasil
Introducción: Always necesita ganar en la casa del puntero, Internacional de Porto Alegre para seguir vivo en la Libertadores o en la Sudamericana. Es el grupo más ajustado de todos. La derrota de local en La Paz contra Olimpia complicó la clasificación de la “banda roja”. La goleada humillante en Venezuela hace cambiar los planes al “Turco” Asad que abandona la línea de tres zagueros centrales y vuelve a línea de cuatro para refugiarse. El CAR sale con un 4-4-2, bien juntitos, más compactos que en Táchira. En la defensa central debuta el colombiano Alex Rambal, ex “millonario” bogotano.
Nudo: Internacional -que viene de perder el fin de semana el campeonato gaucho con su eterno rival Gremio- no acelera, no tiene prisa, tiene la pelota pero no hace daño. Termina con una posesión insulsa del 80% pero es poco profundo/intenso. Always se acomoda para salir a la «contra» pero los elegidos por Asad no son los ideales para semejante tarea: Mosquera y Ovejero. En la banca espera Carmelo Algarañaz y el veloz Robert Hernández. Solo cuando Flores y Vander se atreven a asociarse llega por izquierda algún intento tímido. Enoumba, de lateral por derecha, no combina con Ramallo para hacer lo mismo por el otro costado. Es el fantasma de San Cristóbal.
Desenlance: Lampe se hace gigante en la segunda parte para sostener el resultado y soñar con la hazaña. Con el resultado abultado en Paraguay, un gol de Always lo mete en Copa Sudamericana. Asad no cambia a los delanteros y a la hora Mosquera en un contragolpe y mano a mano con el arquero de Internacional tiene el tanto de la victoria. No es lo suyo correr. Después de eso llegan cuatro cambios: Robert Hernández, el brasileño “Mascote”, Carmelo y Árabe entran -muy tarde- para imprimir velocidad y volumen ofensivo.
Post-scriptum: Always quedó fuera cuando cayó con Olimpia en La Paz con un equipo “millonario” totalmente partido y expuesto a las ofensivas de los paraguayos. Los constantes cambios de «dibujo» de Asad y las equivocaciones a la hora de escoger los jugadores llevaron a la eliminación en un grupo que con apenas nueve puntos -todo lo de local- te daba la chance de clasificar a una Copa. El regreso del CAR a la Copa Libertadores medio siglo después deja un sabor agridulce pues la clasificación a octavos se perdió por groseros errores propios, no por virtudes de los rivales.