Propulsado por Didier Deschamps al rango de líder ofensivo de Francia, Antoine Griezmann seduce con su buen humor y su talento a los aficionados de un país donde nunca ha jugado, tras crecer futbolísticamente en España.
Es difícil encontrar a los formadores de ‘Grizou’ en los campos de Francia: el oriundo de Mâcon abandonó su país a los 13 años rumbo a la Real Sociedad y en el País Vasco español forjó su leyenda.
Tras varios intentos infructuosos con clubes franceses, reticentes a acoger un jugador de su tamaño (1,73 m, 73 kilos), Griezmann se exilió en San Sebastián, tras un torneo en París con los colores del Montpellier.
«Seguramente le costó dejar a su familia, pero las ganas eran demasiado grandes. Nos hubiera gustado que se quedara en Francia, pero, sinceramente, tal vez no hubiera llegado tan lejos. España le sienta bien», recordaba en 2016 Patrick Montero, que vio debutar a ‘Grizzi’ en el Union de fútbol de Mâcon, a principios de los años 2000.
Desdeñado por los equipos franceses
En efecto, es gracias a España que Griezmann pudo desarrollar su juego, todo finura y técnica, y responder sobre el césped a esos equipos franceses que buscaban perfiles «grandes, rápidos, fuertes», como lamentará él mismo unos años más tarde.
Y también es gracias a España que este jugador de cara infantil y melena rubia llegó a lo más alto, haciendo a la Real Sociedad campeona de la Segunda División en 2009, un rendimiento que le abrirá las puertas de la selección sub-19 francesa, y más tarde las del Atlético de Madrid y del Barcelona.
Es precisamente por su «finura técnica» que Didier Deschamps lo llamó para la selección francesa, de la que es asiduo desde marzo de 2014.
Griezmann, el español, importó esta cultura a Clairefontaine: «Utilizaré una canción española, así si se me escapa alguna palabra, nadie lo entenderá», había relatado en sus primeros días con el grupo, preguntado sobre la tradicional canción que sirve de novatada a los recién llegadas a la selección.
Pero, rápidamente «Grizi» hablará el mismo lenguaje que sus compañeros hasta imponerse como un líder técnico adorado por el público por su franqueza y su temperamento bromista.
Mejor goleador de la Eurocopa 2016 (6 goles), ‘Grizou’ dejó huella en el corazón de los franceses en ese torneo. Desde entonces, sigue teniendo las llaves del ataque de los bleus, con los que acaba de encadenar 47 partidos consecutivos, un récord histórico.
(14/06/2021)