El Tigre, a paso de campeón
Introducción: el «Derribador» visita a Aurora en la «Llajta» en esos partidos -post clásico- más peligrosos que cualquiera. Florentín hace un solo cambio: mete a su compatriota Quiñónez de cinco en vez de Gómez que espera -junto a Wayar- en la banca. Mateos ni siquiera viaja. Los demás son los mismos que en la victoria frente a bolívar (4-4-1-1): los Sagredo de laterales con la pareja Marteli-Castillo de centrales; el citado paraguayo con Vaca de mixto y por afuera, Arrascaista y Chura; para conectarse con el enganche Barbosa y el punta Reinoso. El «equipo del pueblo» de Viviani lleva tres partidos sin ganar.
Nudo: el Tigre tiene la pelota pero no llega, está impreciso y se coloca a la altura de la tónica del «match» marcado por la imprecisión y el juego brusco. Es un feo compromiso. Del bostezo, solo nos despierta “San Daniel Vaca Tasca, en una atajada espectacular de arquero de «handball». Ese aldabonazo despierta a los stronguistas que pisan el acelerador en los últimos quince minutos para terminar anotando en los descuentos de la primera parte gracias a una pelotazo frontal del uruguayo Castillo, la bajada del brasileño Barbosa y el olfato del colombiano Reinoso. Antes, Ramiro Vaca había aparecido poco (Florentin lo pone muy lejos del «box» rival). Antes, Chura y Arrascaita habían sido desaprovechados pegados sobre la cal. Al paraguayo le gusta jugar a los centros (aunque no esté el “Toro”) y a la contra.
Desenlance: Aurora mete tres cambios pero su juego no aparece, acaso más patadas. En la enésima falta violenta, René Barboza agrede a Willie Barbosa y lo saca del partido. El árbitro cruceño Jorge Justiniano no saca ni la lengua. El Tigre comienza como terminó los primeros 45 minutos: con la quinta marcha metida. Solo la falta de contundencia/eficacia lleva el encuentro hacia una recta final nerviosa y sufrida. La entrada de Rudy -por Willie- refresca al equipo que se pone en modo contragolpe. La lesión de Marteli coloca a «Chiqui» Torres sobre la cancha y a Jesús Sagredo de central. Entonces Chura deja el costado y tira verticales. Entonces, Florentín cierra el partido (es su estilo) con Richet (por Vaca) de doble cinco junto a Quiñónez y el guaraní Ronaldo Martínez (por chura). Los ochos minutos de adición son más largos que un día sin pan.
Post-scriptum: The Strongest se afianza en la punta, mete presión a sus perseguidores y tiene este campeonato tan deseado entre ceja y ceja. Pese a Florentín.