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Camacho-Quinn le da a Puerto Rico el segundo oro olímpico de su historia

TOKIO 2020

La puertorriqueña Jasmine Camacho-Quinn se proclamó campeona de los 100 metros vallas en los Juegos de Tokio, este lunes, y dio a su país el segundo oro olímpico de su historia, después del conseguido por la tenista Mónica Puig en Rio-2016.

Camacho-Quinn, que había sorprendido dominando los cronos de las series y de las semifinales, culminó la sorpresa al ganar la final con un tiempo de 12 segundos y 36 centésimas, por delante de la plusmarquista mundial estadounidense Kendra Harrison (12.52), plata, y de la jamaicana Megan Tapper (12.55), bronce.

Para Puerto Rico es su primera medalla en Tokio-2020 y la novena de su historia.

«Para un país tan pequeño, esto da esperanza a la gente. Estoy feliz por ser la persona que lo ha logrado. Estoy realmente contenta. Todo es posible. Todas las que estamos aquí hemos entrenado duro para vivir este momento», comentó la nueva campeona.

A su paso por la zona mixta, Camacho-Quinn vio con los periodistas una repetición de su carrera y dijo que en un momento dado «estaba corriendo por el récord del mundo».

«Pero di con una valla. Todo ocurre por alguna razón. Me he quedado con el oro, mi primera medalla de oro», apuntó.

Las seis primeras medallas olímpicas puertorriqueñas fueron para sus boxeadores, entre las ediciones de 1948 y 1996. En Londres-2012 llegaron los dos primeros metales de Puerto Rico fuera del ring, los bronces del atleta Javier Culson (400 metros vallas) y del luchador Jaime Espinar (84 kg).

Mónica Puig no pudo intentar defender su título en el tenis por una lesión de hombro, que le privó de estar en Tokio-2020.

Camacho-Quinn, de 24 años, había presentado su candidatura al título el domingo al asombrar en semifinales con un crono de 12.26, un récord olímpico que le dejó además a apenas seis centésimas del récord mundial de Kendra Harrison (12.20, vigente desde julio de 2016).

Para la vallista puertorriqueña, Tokio-2020 ha sido la revancha perfecta del trauma vivido en los Juegos de Rio-2016, cuando quedó eliminada en semifinales al tropezar con la penúltima valla de su recorrido.

«No quería a ver a nadie en el campus. Sentía vergüenza, como si hubiera decepcionado a todo mi país. Pero realmente recibí luego mucho amor», dijo en su día al recordar aquel duro momento.

Camacho-Quinn disputaba en el estadio Olímpico de Tokio su primera gran final internacional, para culminar una temporada increíble, en la que ha ganado 16 de sus 17 carreras en 2021.

«El país se lo merece. Es tiempo de nuestros atletas. Es una gran hazaña la que ha logrado Jasmine.

Recordar cinco años atrás, cuando tropezó con la valla que me le acerqué, lo tengo grabado, me dijo: ‘yo la perdí esa medalla, era mía’. Verla hoy lograr su sueño es increíble», valoró Sara Rosario, presidenta del Comité Olímpico Puertorriqueño.

Ausencias importantes

Nacida en Estados Unidos, en Carolina del Sur, Camacho-Quinn compite por el país de origen de su madre María, Puerto Rico.

En el último ciclo olímpico se ha visto afectada por lesiones, que han impedido que tuviera una cierta regularidad.

En la final de este lunes, Camacho-Quinn derrotó a Kendra Harrison, una de sus excompañeras de entrenamiento en la Universidad de Kentucky.

Para Harrison, su plata es la primera medalla de su carrera. Añade este metal a la plata mundial.

No pudo clasificarse para la anterior cita olímpica de Rio-2016, aunque entonces pudo cobrarse la revancha unas semanas más tarde estableciendo un nuevo récord del mundo.

En los 100 metros vallas de Tokio-2020 ha habido varias ausencias importantes.

La actual campeona mundial, la estadounidense Nia Ali, no participó tras anunciar en abril que estaba embarazada de su segundo hijo con su pareja, el también atleta Andre De Grasse, que el domingo dio a Canadá una medalla de bronce en 100 metros.

Tampoco acudió a la cita japonesa la vigente campeona olímpica, la estadounidense Brianna McNeal, suspendida cinco años por su segunda violación de las normas antidopaje.

En las semifinales había quedado eliminada otra gran esperanza latinoamericana en esta distancia, la costarricense Andrea Vargas, que había sido quinta en la final del pasado Mundial.