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Messi sale de la danza europea para entrar al baile por el Mundial

El capitán y goleador de Argentina, Lionel Messi, dejará atrás por 10 días el remolino europeo de adioses, pases y debuts para meterse de lleno en la pedregosa ruta sudamericana que lleva al Mundial de Catar-2022, único trofeo que le falta celebrar.

Messi vuelve a tomar el bastón de mando de la Albiceleste. Lo hace con el alma en paz por haber liderado la conquista de la Copa América en Brasil. Quebró su mala racha sin títulos con la selección mayor y puso fin a 28 años sin que Argentina pudiese ganarla.

Un momento glorioso lo vivirá el jueves 9 de setiembre cuando pise el césped del estadio Monumental. Será la noche del reencuentro con 25.000 hinchas en las tribunas tras un año y medio de veda sanitaria.

El rival será Bolivia. Se completará así la triple fecha de la clasificatoria, que arranca este jueves con Venezuela en Caracas y continúa en el clásico ante Brasil, en modo de revancha de la final copera (1-0 en el Maracaná), el domingo en Sao Paulo.

En la tabla, Argentina está segunda, con 12 unidades, escolta de Brasil, con 18.

Mi reino por un Mundial

El astro nacido en Rosario hace 34 años se da cuerda a sí mismo para encarar a todo trapo la eliminatoria. «Cambiaría mis (seis) Balones de Oro por un Mundial», ha declarado.

Si a La Pulga le dieron unas cuantas patadas en pocos minutos de su debut con la camiseta del Paris Saint-Germain ante Reims (2-0), para que se vaya enterando de que en la Ligue 1 no le van a tirar margaritas cuando gambetea, un campo minado también le aguarda en el mundo futbolero regional.

La diferencia con otras épocas es que parece haber encontrado compañía. «Confío mucho en este grupo. Siempre tira para adelante», ha señalado.

Y casi estuvo a punto de perderlo. Hubiese sufrido un duro golpe si entidades de Inglaterra, España, Italia y Portugal se salían con la suya de negarle los jugadores a Sudamérica con el argumento de las largas cuarentenas de covid-19.

La FIFA y el Tribunal Arbitral Deportivo (TAS) le arrojaron a Sudamérica un salvavidas a tiempo al recordar que por más poder económico e influencia que tengan los superclubes de Europa se deben cumplir los reglamentos y ser cedidos los futbolistas.

En la Albiceleste se gestaba una rebelión. El arquero Emiliano ‘Dibu’ Martínez, el que desmoraliza a los pateadores de penales hablándoles, dijo que viajaría para jugar con la Selección contra viento y marea. En las redes sociales, el guardameta del Aston Villa inglés había escrito: «Próxima parada, Argentina».

Líder maradoniano

La prensa dijo que era Messi quien impulsaba la desobediencia desde las sombras. Es otra muestra de que le encanta ocupar el rol que tuvo Diego Maradona como líder todoterreno y prócer de la Albiceleste.

«Hay que aprovechar el envión (de Copa América) y sobre todo a esta camada de jugadores», ha expresado el artillero histórico de la Selección con 76 goles.

El poder del goleador lo destacó el director general de Selecciones Nacionales, César Menotti: «Entre la pelota, Messi y la gente hay una música que realza el escenario. Podrá ser más o mejor, con todo favor o en contra, pero es el oficio de Messi».

«Es el oficio de generar relaciones de música, entre el grito de la gente y su pelota», ilustró el DT campeón del mundo en Argentina-1978.

Menotti dijo que incluso, en el peor de los casos, se podría haber sumado a futbolistas del nivel local, «altamente competitivos», para acompañar a Messi y sus compañeros del PSG Leandro Paredes y Ángel Di María, que nunca estuvieron en duda.

Aun así, mal trago hubiera sido para el DT Lionel Scaloni reemplazar a quienes juegan en el fútbol español, como Rodrigo De Paul y Guido Rodríguez, o del inglés, como Giovani Lo Celso y Cristian Romero, o del italiano, como Lautaro Martínez y Paulo Dybala, o del alemán, como Exequiel Palacios.

Messi viene envuelto en la danza millonaria de su fichaje con el PSG y del llanto por irse del FC Barcelona que lo cobijó desde niño. Ahora le toca meterse en otro baile.

(31/08/2021)