Este martes, el club San José descendió de la División Profesional por segunda vez en la historia del fútbol boliviano, poco antes de jugar —está noche— frente a Bolívar por la fecha 22. La victoria de Real Potosí, por 2-1, sobre Oriente Petrolero esta tarde en el estadio Víctor Agustín Ugarte, precipitó ese desenlace que se veía venir.
Lo ocurrido esta tarde es un golpe duro para el deporte orureño y para todo el departamento en general, porque no tendrá al club más popular y uno de los símbolos más queridos de la región en el profesionalismo para la siguiente temporada.
El descenso de San José viene de un calvario de por lo menos un año y medio, debido a las malas administraciones de la economía del club, pese a que hace poco fue campeón boliviano y tuvo ingresos importantes.
Matemáticamente el cuadro orureño ya no tiene chance de alcanzar el penúltimo lugar de la tabla general del campeonato boliviano. El conjunto de la V azulada es último en la tabla con -11 puntos, mientras que el club potosino ya sumó 18 unidades. Restan por disputar ocho fechas, es decir 24 puntos en juego, y pese a que el club santo sumaría todas esas unidades —incluidos los tres puntos de esta noche—, igual no superaría a Real.
El cuadro santo ya descendió en 1999 también en el Hernando Siles, cuando en dos partidos de ida y vuelta con Mariscal Braun, de La Paz, perdió en la tanda de tiros penales.
En esa oportunidad el cuadro orureño fue presidido por el entonces dirigente minero Franklin Salas, quien estuvo en el estadio y vio la caída en los tiros penales. Los medios locales de entonces sostuvieron que al pueblo orureño le quedaba solo su afamado Carnaval.