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Elecciones en el Tigre: un camino al infierno

El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. En el sendero que nos conducirá (tarde o temprano) hacia las elecciones en el club The Strongest no hay buenos deseos, acaso piedras que se arrojan todos contra todos. Elije la campaña política más sucia de la historia y se queda corta al lado de esta batalla. Y luego nos mienten diciendo que el fútbol no da plata. Si no da, ¿por qué hay tanto puñal en las espaldas?

Para empezar, nadie sabe cuando serán las elecciones. Todos tiran la pelota hacia adelante, ganar tiempo se llama. Por eso, la fecha más factible, a día de hoy, está más cerca de febrero que otra cosa (después de recibir la plata de la televisión y la clasificación a copa internacional). El Tigre es un carnaval pero en éste sobran caras y máscaras.

Hasta el momento tenemos cuatro “candidatos”, aunque algunos nieguen su condición. Ellos son: Crespo, Téllez, Montes y Kurt. Dicen que hay un tapado. Dicen que el ex alcalde Revilla puede ser la sorpresa y se rumorea con el regreso de Mauricio González o Sergio Asbún. El actual presidente Ronald Crespo juega al billar a cinco bandas, un deporte que no existe y ya planifica la próxima temporada. Doña Inés Quispe mira de palco.

Téllez, sabedor de los anticuerpos que él mismo ha generado, necesita una figura potable para resguardarse detrás (siempre le gustó más el poder detrás del trono que el poder mismo). Ese hombre podría ser Mauricio. Héctor Montes es un comodín y se acerca a posturas de Reintsch tras el boicot de Quispe. Y Kurt es el favorito, si finalmente logra ser habilitado, la madre de todas las batallas. Ante la dilación imperdonable de las elecciones, un clamor popular, ¿por qué Kurt se muestra tan tibio?

Lo que une a los dos primeros (Crespo y Téllez) es su miedo a Kurt y lo que representa: un Tigre que enamore de nuevo, un Tigre más fuerte. Esto también asusta en la Federación Boliviana de Fútbol. De esos polvos viene el lodo/mano negra de las chicanas para retrasar el voto, para impedir la candidatura de Reintsch. En esta guerra sucia sin balas, solo hay un perdedor: el club (y su hinchada). El Tigre va a pelear el torneo en la más absoluta de las incertidumbres, en la orfandad (¿a quién favorece esto?). Los jugadores no saben quien va a estar al mando, quien va a fichar/despedir. The Strongest se suicida, el Tigre es su peor enemigo. Es nuestra perdición.