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Un ‘Toro’ para una punta

Introducción: el clásico paceño es una final adelantada. Minutos antes del “match” cae Always Ready en Potosí. De los 22 jugadores que saltan al «Siles» solo hay un paceño: Raúl Castro. El himno cantado por Mayra Gonzáles y su piano es acompañado con coros por todo el estadio. El 70% de la hinchada es celeste. El presidente Claure se da un baño de masas con una curva norte repleta. Zago insiste con la línea de tres zagueros y dos carrilleros. En el costado derecho aparece Granell, fuera de lugar. En el doble cinco, el brasileño coloca a Justiniano y Kevin Salvatierra, suelto. En el Tigre, el 4-4-2 de Cristian Díaz no se negocia: Blackburn y Reinoso arriba con Castro y Chura (por afuera).

Nudo: el libreto celeste tiene la presión alta como argumento para abrir el “score”. Los primeros quince minutos son de asedio con tres lanzamientos de larga distancia para probar a Daniel Vaca. La manija bolivarista está en los pies de un dinámico/zurdo Kevin Salvatierra. Cuando a la media hora, la joya cruceña se va lesionado, se apagan las luces de todo Bolívar. Por derecha, Bejarano (carrillero) y Saavedra montan una buena asociación para hacer un dos contra uno frente a José Sagredo. Chura no ayuda en la marca. El Tigre quiere montar contragolpes pero se atora. Castro no se siente cómodo pegado en banda derecha. Nadie filtra pelotas. Es un clásico mordido, mediocre, más luchado que jugado. El quilombo sobre el final de la primera parte regala un cuadrilátero sobre el césped. Hay miedo a perder.

Desenlace: Arrascaita sustituye a un Chura que acusa el parate por lesión. Así, Castro se va a la izquierda para hacer buenas migas con Sagredo, un portento físico. Por ese costado llega el gol del “Toro” Blackburn, enrabietado toda la tarde/noche. Unos minutos después, la roja para Ramos termina por desarmar el modelo de un Zago perdido. La “Academia” no sabe ni puede reaccionar, acusa un bajón físico evidente y se parte al medio, regalando una y mil contras (desaprovechadas) por un Tigre superior. Al “show” del “Toro” se une un Vaca espectacular a sus 43 años. La tapada contra Miranda, a bocajarro, es para enmarcar, es de campeonato.

Post-scriptum: el Tigre, a falta de cuatro fechas, vuelve a la punta. Estos tres puntos son mucho más que eso; son un envión anímico vital para romper con el maleficio de tanto subcampeonato. Es ahora, “Derribador”.