El director general de las academias del club Bolívar en Santa Cruz, Rodrigo Marión, conversó con Marcas en el campo de entrenamiento en la capital oriental y su balance fue positivo respecto al trabajo realizado, logros alcanzados y metas propuestas.
Marión es un exfutbolista boliviano que accedió a una formación universitaria en Economía en Estados Unidos. El éxito con una fundación con niños refugiados de África le valió un contrato con la federación estadounidense como cazatalentos y así dio el salto al City Football Group, el conglomerado mundial de clubes al que se sumó Bolívar.
— ¿Cómo llegan los chicos a la academia? ¿Invitación, prueba?
— Comenzamos con pruebas abiertas a comienzos de año, cuando se estaba reanudando la práctica deportiva, tras el forzado parón por el COVID-19. El objetivo inicial era trabajar con las categorías Sub-13 y Sub-15, para ir creciendo con ellos. Hicimos pruebas y tuvimos gran afluencia de jugadores.
Pero entrenar sin competir no es lo ideal, y para ingresar a los torneos de la Asociación Cruceña de Fútbol se precisaba tener un equipo. Ahí fue que adquirimos el club Máquina Vieja. Eso nos hizo acelerar el proyecto, aumentando dos equipos a nuestra planificación. Ahora tenemos las cuatro categorías: 13, 15, 17 y 19, que es la que compite en la Primera B.
— Mientras se construye la infraestructura propia, ¿dónde se entrenaron?
— Comenzamos en la sede de la Fraternidad Camba, que está al norte de la ciudad, porque una cancha era suficiente para dos equipos. Cuando aumentamos a cuatro equipos, nos trasladamos a la zona sur, a la Villa Deportiva. Fue así que se dio la oportunidad de venir a la Villa Marista, que, además de canchas, dispone de un comedor, sala de reuniones, una piscina y vestidores.
Este año piloto de la Academia en Santa Cruz es satisfactorio.
— ¿Qué planes hay para 2022?
— El albergue que pretendemos lo vamos a tener en el hotel Buganvillas, una infraestructura que permite tener buenos dormitorios, comedores, gimnasio, para contar con chicos de todo el país, porque este es un proyecto a nivel nacional. Queremos traer al mejor talento del país a esta sede en Santa Cruz. Para los entrenamientos, en el primer semestre nos trasladaremos a Villa Bertha.
— ¿Hay chicos de todo el país?
— Tenemos muchachos de Tarija, Cochabamba, La Paz y de provincias, como Yungas. Ellos tienen parientes en Santa Cruz y se han trasladado a vivir con ellos. Con el albergue, vamos a tener la capacidad de alojar a chicos que no tengan familiares en esta ciudad, pero además vamos a poder compensar algunas deficiencias en la nutrición, por ejemplo.
— ¿Quiénes realizan la labor de selección de talentos?
— Estuve a cargo de eso, con visitas a Yacuiba, dos veces en Cochabamba y Tarija, también fuimos a La Paz, por ejemplo. Nos colaboran los exfutbolistas Diego Bengolea, Ronald Gutiérrez, Miguel Mercado, gente identificada con el club. Se trata de una labor permanente, porque a su vez cada uno forma una red de cazatalentos, por categorías.
— ¿Cómo está organizado el trabajo en Santa Cruz?
— Tenemos 22 personas que trabajan por áreas, como el de Fútbol, Scouting, Operaciones y Desarrollo Humano, que incluye la parte de educación y medicina. Ellos atienden a 80 futbolistas, 20 por categoría. Tenemos el historial de cada uno, le hacemos seguimiento, con evaluaciones permanentes, en las que participan ellos mismos, y se cruza datos con la percepción de los entrenadores.
— ¿Cómo se desarrolla una jornada típica en esta academia?
— Comienza al mediodía, con el recojo de los chicos desde el cuarto anillo. Tenemos buses que hacen ese recorrido, para traerlos a la Villa Marista. Antes de las 13.00 se les da un almuerzo. Luego pasan a módulos educativos: hay uno de inglés, otro de asistencia escolar para sus tareas, y un tercero de neurociencia; cada uno con sesiones de 45 minutos. De ahí pasan al campo de entrenamiento. Los días de partido van a ducharse y regresan para realizar el análisis de juego, porque grabamos en video nuestros partidos. Se les da una cena a las 18.30, luego los buses hacen el recorrido inverso, para acercarlos a sus hogares.
— ¿Hay logros para resaltar en este primer año?
— Para esta primera temporada no estaban previstos logros deportivos colectivos inmediatos… pero se dieron. Participamos en la Copa Tahuichi, en la Copa Futuro y, recientemente, en el torneo organizado por la escuela Bolivia 2022, y en todos obtuvimos títulos. Actualmente, estamos con buenos resultados en la Copa Blooming y la Copa Conmebol.
Esto nos ha permitido subir siete chicos este año a la reserva de Bolívar, incluso dos de ellos fueron invitados al primer plantel. En los torneos de la Asociación Cruceña de Fútbol, nuestros equipos marchan líderes en sus categorías. Casi sin darnos cuenta, el proyecto avanza. Hay muchos progresos, si bien en esta primera etapa lo esencial no es ganar torneos, sino más bien el logro individual.