Este es el Tigre de Amaral
Introducción: Este Tigre es otro Tigre. Tiene 9 caras nuevas y tres regresos. Se han ido doce jugadores. Está en construcción, como bien dijo su técnico Cristian Díaz. Su primer “eleven” titular forma así: “Billy” Viscarra en el arco; Torres y Aponte de laterales; Demiquel y Benegas de centrales; Wayar y Ursino de volantes centrales y por delante de ellos, un tridente con Chura por derecha a pie cambiado; el uruguayo Rodrigo Amaral de diez (aunque lleve la 20) y un extremo zurdo habilidoso como Gabriel Esparza; para conectar con “Quique” Triverio. Erwin Sánchez coloca el típico 4-4-2 y su equipo es el primero que ataca, sin meterse atrás, repartiendo leña todo el partido. La Gloriosa Ultra Sur rinde un justo tributo al “Dani” Vaca y despliega un “trapo”/camiseta gigante con el dorsal número 19.
Nudo: los primeros fogonazos de calidad los deja Esparza con la camiseta número 34, todo un guiño. Los aplausos de pie se los lleva, sin embargo, Amaral con una jugada “maradoniana”: enganche, gambeta, tres orientistas en el camino y golazo. Este es el Tigre de Amaral que tiene pinta/pasta de “crack”. Este Tigre de Díaz juega a otra cosa, olvidado ya el único recurso, el pelotazo al nueve. Los laterales suben y se asocian, las pelotas son filtradas por dentro, los carriles interiores aparecen: estamos en la primera fecha pero este The Strongest quiere jugar al fútbol. Viscarra y el paraguayo Benegas dan seguridad atrás; Triverio es un nueve movedizo/no estático; y Wayar es el capitán/motorcito de siempre. ¿Lo que hay que corregir? La falta de marca, los espacios que dejan los laterales a su espalda y los relevos.
Desenlace: en el descanso, un hincha –don Celso Álvarez y su pinquillo- regala melodías del pasado y levanta aplausos con aroma/sentimiento gualdinegro. En el minuto seis, aparece otra vez el “Mago” Amaral para sentenciar con un latigazo, con un truco de magia. Solo entonces el cielo se cae sobre Miraflores. Díaz, impertérrito bajo el aguacero, mete cinco cambios: todos de la línea dl capitán para adelante. El Tigre acaba jugando con Wayar-Saucedo; “Pito” Sotomayor y Henry Vaca de “wines”; Daniel Camacho de enganche; y Martín Prost, de nueve.
Post-scriptum: esto acaba de empezar, es verdad. El Tigre tiene un plantel corto pero equilibrado con dos jugadores por puesto, al menos. El desafío de Díaz es convertir a este nuevo The Strongest en un equipo unido y con hambre, lo que faltó en temporadas pasadas.