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Todos los estilos son válidos, pero…

Jorge Barraza, columnista de La Razón

/ 10 de abril de 2022 / 21:04

Con todos los estilos se gana, con todos los jugadores no. Y todos los estilos son válidos dentro del reglamento. Sin trampas, un técnico puede alinear once defensas en torno a su arco si le parece adecuado para obtener un resultado. Debe respetarse. De ahí a vanagloriarse de esa táctica es otra canción. Viene a cuento del choque entre el Manchester City y el Atlético de Madrid, ganado finalmente por el conjunto inglés por 1 a 0.

Como todos sabemos, el City de Pep Guardiola domina y ataca los 90 minutos buscando el triunfo de ese modo, intentando conseguir el objetivo con la mayor cantidad de goles posible. Todos sabemos también del esquema ultradefensivo del Atlético, con el cual ha conseguido grandes resultados. Pero, a ver… desmenucemos.

El partido del martes era el duelo de dos formas completamente opuestas de ver el fútbol. Durante décadas se habló de líricos (los guardiolistas o menottistas) versus picapiedras (cholistas o bilardistas). También se los identificó —erróneamente— como pechos fríos a los primeros y aguerridos a los segundos. Cualquiera que se haya puesto un pantalón corto en su vida sabe que lo más valiente de este juego es tomar la bola y llevarla hacia adelante, encarar al adversario para superarlo. Y lo más difícil es crear juego, romper la barrera defensiva rival. A su vez, lo básico es meterse atrás, resistir, tirar la bola a cualquier parte. También es la antítesis del coraje. Cuando un equipo se sabe menos que su oponente o es muy superado por éste, se refugia en su área o pegado a ella. No obstante, si el aguante consigue el empate, o a veces el triunfo mediante un afortunado contraataque, se enarbola la teoría del coraje y la inteligencia.

Cuando se trata de un club chico, con chequera pobre y plantel modesto, se suele ser indulgente y decir, “bueno, son las armas que tiene, hay que disculparlo”. En cambio, en el caso del Atlético de Madrid no hay defensa posible. Es uno de los clubes con mayor inversión en jugadores. Sólo por João Félix pagó 138 millones de dólares. El valor total de su nómina es de 7,182 millones de dólares. El argumento de la humildad no le cabe. Es un club hipermillonario. Tiene elementos de igual o mejor calidad que el City. Practica un fútbol arratonado y avaro porque es de preferencia de su entrenador, no por su situación financiera. Y porque los hinchas le disculpan las formas en tanto los devolvió al primer plano después de décadas sombrías, en las que incluso descendió de categoría (año 2000). No es osadía atacar con cinco efectivos, osadía es pedir que te fichen a João Félix por 138 millones y después ponerlo a defender con el pelotón. ¿Cómo miras a la cara al dirigente al que le pediste a João Félix…?

Hemos celebrado los triunfos del Atlético de Simeone porque se trata de una institución histórica, que un día ingresó en un oscurísimo túnel de decadencia y se convirtió en perdedor. Y el Cholo lo exhumó de ultratumba, lo devolvió a los títulos, al primer plano europeo y, sobre todo, recuperó la alegría para su gente, que es, seguramente, la hinchada más encantadora de España por seguidora y alegre. Pero no adherimos a su fútbol, no es fácil entender cómo alguien neutral puede invertir dos horas de su vida para ver un partido ordinario del Atleti en liga. En Champions es diferente, los rivales ilustres dan sentido al partido.

Frente al City, Simeone dispuso un planteo extremo para aguantar el cero en su arco: dos líneas de cinco defensores (5-5-0), todos bien pegados en las inmediaciones de sus 18 yardas. Y no lo logró. Hubo una posesión de balón de 70% a 30 en favor del elenco inglés, el colchonero no remató al arco y no tuvo córners ni tiros libres a favor. Fue como echar llave, poner tres candados, trabas, alarmas, perros, alambre de púas y que te roben igual. Muchas veces este planteamiento le dio magníficas utilidades, esta vez se fue con las manos vacías. Ni en Italia gustó. Arrigo Sacchi fue cáustico: “Tienen un catenaccio de los años 60, una idea vieja: ¿qué fútbol es esto? No te da alegría ni cuando ganas. Triunfas sin merecerlo, solo con astucia. No me gusta y me extraña que los españoles, gente acostumbrada a la belleza del fútbol, lo acepten. Simeone tiene valores morales importantes, es un líder, debería hacer más, creer más en sí mismo».

Frente a tal grado de oposición, el local jugó con la grandeza que es marca registrada en los equipos de Guardiola: tener la bola, tocar de un lado a otro esperando el hueco por donde meterse y atacar sin pausa, contra los que fueran. Y tuvo la fortuna de poder ganarlo, por la mínima, pero al menos dejó sin premio la mezquindad adversaria. Sin embargo, no cabe lloriquear. El “se metieron todos atrás” no es más excusa hace años en el fútbol. Si el rival espera con los once, hay que tratar de romper el cerco. En tanto sea legal, cualquier táctica es admisible. Puede que no agrade, pero se debe aceptar. Cada quien elige la estrategia que mejor le calza. Pero desde el punto de vista del espectáculo es indefendible. Y para el hincha, ver que su equipo sale a jugar con esa actitud, defendiendo con diez y renunciando a cualquier posibilidad de triunfo, es indigerible.

En Inglaterra, el fútbol más vertical que existe, donde los hinchas celebran que su equipo vaya al frente aunque pierda, acusaron al Atleti de juego sucio. No es tal. Jugar sucio es pegar, hacer tiempo, ser mañero, buscarle pelea al contrincante. Y el Atleti no lo hizo. Simplemente, opuso una defensa exagerada. Incluso para aquellos males hay una herramienta: el reglamento. Sin embargo, ninguna de las 17 reglas prohíbe defenderse.

Lo que hay es, como dice Ángel Cappa, “una degeneración del gusto”. Cuando apareció el Estudiantes de Zubeldía en 1967, que además de tener excelentes jugadores defendía, pegaba, demoraba el juego y exponía todas las mañas imaginables, la opinión pública lo condenó. Hoy sería idolatrado. Millones de jóvenes, alentados por cierto periodismo tacticista y cientifizoide, aman ese fútbol rácano, pequeño y especulativo. Al que, además, definen como guerrero, batallador, lo identifican con la palabra huevos, cuando es todo al revés, poner diez a defender es justamente lo contrario, rehuir el combate, sentirse inferior.

Se da por supuesto que obtener un empate o una victoria colocando dos líneas de cinco a defender “es un planteo inteligente». Y, aunque pierda, sigue siendo inteligente para sus enarboladores. Y el que busca ganar atacando y dando espectáculo es un tonto que no sabe nada, que no entrena, que hace asados. Para cientos de millones “Guardiola no ganó nada” (desde luego es el técnico más exitoso y revolucionario). Lo que agrada es ese fútbol elemental y prehistórico de atrincherarse atrás. Se valora la falta de audacia e ingenio dándole los calificativos inversos: valentía y astucia. Ser especulador es sinónimo de triunfador. Está todo dado vuelta.

Defender solamente es apenas una fase del juego. Y va contra el espíritu con que se inventó este deporte, que es ir en busca del objetivo: el gol, el triunfo. Lo demás es válido y respetable en tanto sea limpio, pero no deja de ser una expresión menor, miedosa, rudimentaria y anacrónica.

Ascarrunz y Pacheco, hoy en La Razón

/ 15 de enero de 2025 / 09:01

¿The Strongest es un club secuestrado…? ¿Por qué se perpetúa la crisis institucional en el club de Achumani…? ¿Hasta cuándo será gobernado interinamente…? ¿La Federación Boliviana de Fútbol tiene atenazado al club…? ¿Quién contrata técnico y jugadores…? ¿Montes, elegido democráticamente, no puede reasumir…? ¿En catorce meses no se han podido adecuar un puñado de artículos de los estatutos…?

Todos los interrogantes serán develados hoy a las 12.00 en Fútbol sin Anestesia, por el streaming de La Razón y en Palenque TV a través de una entrevista con Douglas Ascarrunz y Jorge Pacheco, expresidentes atigrados que se reunieron ayer a la mañana con Fernando Costa, titular de la FBF, para tratar de encausar institucionalmente al club oro y negro.

(15/01/2025)

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‘Montes puede asumir, nunca fue notificado’

Montes nunca fue notificado de sanción alguna, por lo que podría reasumir su cargo se supo en Achumani

Héctor Montes en su etapa anterior en la presidencia de The Strongest

Por Jorge Barraza

/ 3 de enero de 2025 / 13:01

Alguien alertó a Héctor Montes de que, pese a que el Tribunal Constitucional Plurinacional lo restituía en el cargo de presidente de The Strongest, no podría hacerlo por una suspensión de 2 años que le habría impuesto la Federación Boliviana de Fútbol, en la que, al parecer, encuentra grandes resistencias.

Por ello, Montes no acudió la mañana de este viernes al club para reasumir sus funciones en prevención de encontrar algún tipo de conato o resistencia. O para evitar un mal momento. The Strongest es un club excesivamente politizado. Por ello fueron de avanzada el vicepresidente Jorge Nolasco y el directivo Marco Villegas para examinar en detalle la situación legal.

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No obstante, apersonados en el Complejo de Achumani para recabar información, periodistas de La Razón fueron informados de buena fuente que Héctor Montes nunca fue notificado de sanción alguna, por lo que podría reasumir hoy mismo su cargo.

Una veintena de periodistas se dieron cita en el complejo de Achumani esperando encontrar a Montes, pero éste no estaba y tras una hora de espera los periodistas fueron notificados de que no habría rueda de prensa, por lo cual se retiraron.

(03/01/2025)

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Héctor Montes restituido como presidente de The Strongest

Las esperadas elecciones en The Strongest no tendrán lugar: Héctor Montes fue restituido como presidente de la entidad decana del fútbol profesional boliviano. El Tribunal Constitucional Plurinacional con asiento en Sucre dejó ayer por la tarde sin efecto la medida por la cual había separado de su cargo al dirigente atigrado.

Héctor Montes delante de un mural en el Complejo Deportivo de The Strpngest

Por Jorge Barraza

/ 3 de enero de 2025 / 10:28

La medida generó un gran entusiasmo en el stronguismo, que ya no soportaba más ver a su club bajo un interinato que en principio debía ser por 45 días y que finalmente se prolongó por un año y 50 días.

La Razón fue el primer medio periodístico que logró comunicarse con Héctor Montes, quien hoy regresaría a su despacho en el Complejo Rafael Mendoza de Achumani, aunque desde las primeras horas de la mañana ya hizo su desembarco en el club parte de su directorio, en las personas de Jorge Nolasco y Marco Villegas.

-¿Feliz, Héctor…?

-Imagínese… Feliz porque se ha hecho justicia y por la dimensión de la gente a la que me he enfrentado, gente muy poderosa.

-¿Cuándo fue informado de que volvía a su cargo…?

-Ayer como a las nueve de la noche. El abogado me comunicó.

-En un encuentro casual, usted nos había adelantado hace mes y medio que podía darse esta resolución.

-Sí, era cuestión de esperar, finalmente se resolvió para bien.

-¿Va a ir hoy a Achumani?

-Estoy analizando diversas cuestiones. Mi directorio ya está allá.

-Están circulando noticias de que Strongest tiene casi contratado como entrenador a Antonio Carlos Zago y a algunos jugadores, ¿se corta todo eso…?

-Hay que ver, lo estudiaremos, no tenemos que apresurarnos.

Héctor Montes ganó las últimas elecciones de la institución atigrada y asumió como presidente el 30 de julio de 2022; el 13 de noviembre de 2023 fue apartado del cargo por una resolución del Tribunal Constitucional Plurinacional, que ahora da marcha atrás.

-Héctor, ¿hasta cuándo entonces estará al frente del club?

-El abogado estudiará bien la sentencia y me dirá, pero entiendo que debo cumplir íntegramente mi mandato de cuatro años.

A último momento circuló una versión de que Montes no reasumiría por estar suspendido internamente por el club por dos años, lo cual está por resolverse.

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Fútbol mundial: Las claves del 2025

Por Jorge Barraza

/ 2 de enero de 2025 / 18:08

¿Cómo viene futbolísticamente el joven 2025…? ¿Qué nos depara…? No habrá torneos de fútbol de selecciones como Copa América o Eurocopa, pero sí de clubes y se abrigan grandes expectativas. 

Lo mejor del fútbol

Individualmente, un nombre apunta directo al Balón de Oro: Mohamed Salah. El egipcio ha tenido un primer semestre hollywoodense: 20 goles y 17 asistencias en sólo 26 partidos. Es una bomba. Y muy difícil que se caiga: vuela.

A nivel de clubes, parece ser el año del Liverpool, que busca engarza un collar de cuatro perlas. Es holgadísimo puntero en Champions, holgadísimo en Premier, semifinalista en Copa de Liga y con todas las posibilidades en la célebre Copa Inglesa.

Mundial de Clubes 2025: grandes premios y equipos

Entre junio y julio tendremos el primer Mundial de Clubes con 32 equipos, en Estados Unidos. Nunca un torneo entregó semejantes premios. Ejemplo, si lo ganara el Real Madrid (el gran favorito) se llevaría 100 millones de euros. Habrá 6 sudamericanos jugando: Boca, River, Flamengo, Botafogo, Palmeiras y Fluminense. ¡Y Messi con el Inter Miami…!

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Bolívar y su sueño libertador en 2025

En el año de su centenario, Bolívar con su gran equipo estará jugando la Libertadores. Los bolivaristas ya se han fijado un objetivo alto: llegar a la final. Lo han dicho Guido Loayza y Flavio Robatto en La Razón: apuntan arriba de todo.

Eliminatorias al Mundial 2026: últimos partidos clave

La Eliminatoria ofrecerá sus últimas 6 funciones. Quedarán definidos los 6 clasificados al Mundial 2026. Y hay seis nombres tallados en piedra: Argentina, Uruguay, Colombia, Brasil, Ecuador y Paraguay. Por puntos y por juego, es difícil que se caigan. Bolivia mantiene el sueño intacto de llegar 7° e ir al repechaje. 

Santa Cruz y la final de la Copa Sudamericana 2025

Santa Cruz afrontará una prueba de fuego: será anfitrión de la final de la Copa Sudamericana en el Tahuichi Aguilera. Habrá que embellecerlo, remodelarlo y estar a la altura de lo que son los eventos internacionales hoy. Y si llegan a la final argentinos y brasileños puede que vengan decenas de miles de visitantes.

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Fútbol rico, fútbol pobre

Jorge Barraza, columnista de La Razón

Por Jorge Barraza

/ 29 de septiembre de 2024 / 22:46

Sin jugar bien, luciendo más hinchada que juego, haciendo lo mínimo, pero mínimo, River venció a Colo Colo 1 a 0 y pasó a las semifinales de la Libertadores. Antes habían igualado en Chile 1 a 1 y tampoco el equipo de Gallardo había mostrado nada. Esto motivó la reflexión de muchos neutrales, sin crítica, sólo como amarga reflexión: “¡Qué fácil es la Copa ahora…!” Efectivamente, antes había que ganar doce o trece batallas para alcanzar la gloria. Y tener un póker de ases. Ahora con un full alcanza. Y con dos pares también.

Hacer un gol es virtualmente el pasaporte a la fase siguiente. Un golcito en dos partidos y ya. Lo mismo que Peñarol, le marcó uno a un Flamengo blandengue, lleno de nombres y con Tite en el banco, y está en semifinales también. Flamengo es el ejemplo perfecto de fútbol rico, fútbol pobre: un grupo de millonarios que juega con una languidez pavorosa. Peñarol no es superior futbolísticamente, aunque al menos tiene hambre y sed de triunfos.

Por su seguidilla de cinco títulos conquistados últimamente, se viralizó una frase: “Los brasileños juegan a otro deporte”. Falso: juegan a este mismo, y bastante feo, por cierto. También se dijo que “les va mal en selecciones y bien en clubes”. Lo primero es cierto, lo segundo es relativo: se debe al cada vez más declinante nivel del resto. Peñarol ha demostrado que solamente con actitud se les puede competir mano a mano. En esta Copa ha derrotado a Atlético Mineiro y a Flamengo teniendo un presupuesto veinte veces inferior. Y menos plantel.

Vaya por delante que River, aún sin mostrar nada, va invicto en la Copa, con 8 victorias y 2 empates, ha marcado 17 goles y recibido apenas 5. O sea, presenta una ficha impecable. Si lapidamos a River, qué queda para aquellos que fueron eliminados hace cuatro o cinco meses, en fase de grupos o antes incluso. No obstante, uno tiene la espartana pretensión de ver algo más de brillo, ver algo. A River se le exige el doble por ser una camiseta gloriosa. No es River solo, no es la Libertadores, es el fútbol mundial: no estamos viendo nada.

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En estos cuartos de final de la Copa se marcaron 9 goles en 8 partidos, a un promedio de 1,1 gol por partido. Y no sólo no hay goles, no hay situaciones de gol, no hay jugadas que generen exclamaciones o que levanten al público de su asiento. Todos sentaditos, quietitos… Se vuelven locos en la transmisión de la TV para encontrar la figura, para dar la jugada del partido. No hay. “¡Y ahora, los mejores momentos del primer tiempo…!” Y repiten un centro que pasó de largo. Horrible lo que está pasando con el juego. Todo muy aburrido, sin ingenio, sin atrevimiento. Se cayó la estantería de golpe.

No obstante, River recaudó más de 4 millones de dólares de taquilla al vender, como siempre, los 84.567 boletos puestos a la venta. Otro paradigma de fútbol rico, fútbol pobre. Peñarol también copó su estadio. Estamos asistiendo a un fútbol de hinchadas, no de equipos. De hinchadas y de resultados. “¿Cómo salió Botafogo…? ¿Pasó por penales…?” Bien, con eso alcanza, haber visto o no el partido da igual.

¿Cuál es la causa de tanto tedio futbolero…? Posiblemente la presión. El 100% de los técnicos exige presión, presión, presión. Porque sabe que sin hostigar al rival no se puede ni entrar a la cancha. El resultado es que se anulan mutuamente con la misma fórmula. La prédica viene acompañada de “no perdamos la pelota”, lo cual genera que se hagan centenares de pases hacia atrás y poquísimos para adelante. Nadie arriesga porque quien pierde la bola lo puede pagar hasta con el puesto. También está el tópico de “defenderse con el balón”, o sea la posesión para no ser atacado. ¡Guay del que se equivoque…! Entonces vemos montañas de toques laterales. Y aparte están los memes y las redes sociales para ridiculizar a quien cometa un error. Esto deriva en un exceso de cuidado. Cuando Ricardo Bochini era técnico, comenzaba como su sustituto con la camisa número 10 Daniel Garnero. Le dijo: “De cada cinco veces que encares en el área, en cuatro te la sacan, la perdés, se te va larga… pero en la quinta pasás y es gol”. Le estaba diciendo: arriesgá. Para eso es el 10. Para defender están en los demás. Es como cuando el periodismo le exigía a Messi el estúpido liderazgo de ir a pelear los premios con los dirigentes. Para eso están los troncos, él que lidere en el campo. Para eso es el 10. ¿Habrá algún entrenador que pida que arriesguen…?

Otro mal que aqueja al fútbol anida en inferiores. Los profesores se desgañitan gritando, desde afuera: “¡A un toque, a un toque, a un toque…!” El resultado es que el chico no intenta nada con la pelota, ni la para, toca de primera. Esto cercena su libre albedrío, su inspiración, su gambeta. Si el muchacho intenta eludir un rival y la pierde, bueno, bueno… a ducharse.

Pero estamos ante un escenario curioso: pobreza de espectáculo, riqueza de negocio. Un futbolista que apenas destaque es un nuevo rico. Endrick lleva 26 goles entre Palmeiras, Real Madrid y Selección. Entre contrato y patrocinios ya gana más que el presidente de cualquier banco o empresa de Brasil. Esto provoca que cada vez se necesiten más y más recursos para pagarle a protagonistas que dan menos. Partidos insulsos con entradas carísimas, como se vio en la Copa América de Estados Unidos. La Federación Peruana acaba de anunciar los valores de las boletas para su juego de local ante Uruguay por la Eliminatoria. Van de 27 dólares la más barata a 216 la más cara, en un país donde el sueldo mínimo es de 277 dólares. Precios de Globetrotters para ver al colista de la clasificatoria, que no ganó ningún partido en ocho disputados. En sus últimos 11 cotejos oficiales, entre Eliminatoria y Copa América, Perú anotó 2 goles. Esto exime de cualquier comentario adicional.

La FIFA está en un problema serio con su último invento: el Mundial de Clubes de 32 equipos, un monstruo de siete cabezas. Demandará un mes y 63 partidos en momentos en que los clubes y los futbolistas piden que ya no organicen nada más. ¡Basta de partidos…!, gritan. Pero la voracidad de Infantino es indetenible. La Gazzetta dello Sport informó el jueves que FIFA enfrenta un drama: el martes último expiró el plazo para presentar ofertas por los derechos de televisación, pero nadie apareció. Ningún potencial comprador. El costo del torneo es de 2.000 millones de dólares, por ello Infantino esperaba vender la TV en 4.000 y ganar 2.000 para la FIFA. No hay interesados en este engendro en el que ni los clubes desean participar. Apple, que hizo un negoción con el arribo de Messi a Miami multiplicando varias veces su facturación, se avino a dialogar, dicen, sobre la base de 1.000 millones como dueño único del torneo. No hubo acuerdo, no le sirve a la FIFA. Pero es el único que mostró cierto interés y apenas faltan nueve meses. Infantino llamó a las televisoras del mundo a reunirse para tratar de convencer.

Carlo Ancelotti, un hábil declarante, dijo la semana pasada: “El jugador no tiene problemas en bajar salarios si se juega menos”. Una falacia, él mismo lo sabe, fue futbolista. El jugador no resigna un centavo, cobra hasta el saludo. Y sus estrafalarios contratos no bajarán, seguirán subiendo. Por lo que habrá que continuar inventando torneos y vendiendo derechos y entradas a precios ridículos. Para ver este fútbol dietético.

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