La sangre joven de Bolívar
Introducción: el “Tahuichi” presenta un lleno a rebosar, no entra ni un alfiler. Hace más de 30 grados y la humedad va a pasar factura a los bolivaristas. Zago sorprende con la titularidad de José Herrera (en vez de un recuperado César Martins). Lo hace para poder juntar a la dupla brasileña en el ataque (Da Costa y Sávio). El resto son los mismos de siempre con el catalán Alex Granell de capitán. El chileno Rodrigo Venegas pone todo lo que tiene con Arismendi y Távares como pareja ofensiva. Los celestes paceños visten color salmón. Los hermanos Sagredo se enfrentan una vez más.
Nudo: la primera parte es un ida y vuelta. Zago cumple su palabra y la “Academia” paceña no se mete atrás y busca cerrar la llave de visitante. “Chico” Da Costa comienza a llegar a línea de fondo pero no encuentra a su socio preferido, Sávio. El partido se torna predecible, aburrido: hay miedo a perder. Sobre el final llegan los mejores minutos de los cruceños, jugando a la contra, con Bolívar dejando espacios a las espaldas de los carrilleros (Bejarano y Roberto Carlos). Cordano demuestra otra vez su irregularidad: ¿quién debe tapar? La tonta amarilla de “Patito” Rodríguez lo deja afuera del partido de vuelta este miércoles por la noche en el Siles. Un palo de Tavares deja mal sabor de boca para los blooministas.
Desenlace: los bolivaristas golpean primero gracias a una combinación letal de “Chico” con Sávio. Blooming responde con más actitud que fútbol. Justiniano acusa el calor por una mala hidratación. El autogol de Sagredo envalentona a los cruceños y mete a los paceños en sus clásicas lagunas mentales. Entonces Zago, sin miedo, apuesta (una vez más) por la sangre joven: saca a la veterana/cansada dupla de contención (Justiniano/Granell) y mete a Pablo Lima y Villamil. La arriesgada apuesta va a salir bien. El partido sigue cerrado con la llave abierta. Entonces Zago, como buen/frío jugador de poker, redobla la apuesta: quita a un desdibujado “Patito” para meter al jugador de moda, el declarado hincha de Blooming, Javier Uzeda (¿cómo dejó Always Ready a la perla del momento?). Los changos (también entran Lucas Chávez y Sebastián Reyes) no se achican y logran remontar el 2-1 de Rafinha para dejar casi setenciada la semifinal.
Post-scriptum: la nueva camada celeste ha aterrizado en el mejor momento; cuando los referentes bajan los brazos, cuando los llamados a hacer la diferencia se borran. El presente y el futuro es de esta nueva generación. ¿Se viene la esperada/ansiada final entre la “Academia” y el Tigre?