Inglaterra busca hacer realidad su sueño, Alemania volver a la gloria
Foto: RRSS
La final promete ser el gran colofón en un estadio de Wembley que rozará el lleno de sus 87.000 plazas, lo que servirá para establecer un récord de asistencia
Inglaterra, país anfitrión que sueña con su primer gran título, recibirá el domingo en el estadio de Wembley (16.00 GMT) a Alemania, selección en búsqueda de su gloria pasada, en la final de la Eurocopa femenina que coronará a un merecido campeón después de un disputado torneo.
Con estadios llenos, buen ambiente en las gradas y con partidos intensos y a menudo espectaculares, la competición ha respondido con creces a las expectativas, tres años y una pandemia de Covid después del Mundial-2019 en Francia, que ya puso alto el listón.
La final promete ser el gran colofón en un estadio de Wembley que rozará el lleno de sus 87.000 plazas, lo que servirá para establecer un récord de asistencia para un partido de Euro copa, masculina o femenina.
Una victoria de Inglaterra sería también una revancha simbólica, más de 100 años después de que se prohibiera a las mujeres practicar este deporte en 1921, sin que les fuera permitido de nuevo hasta 1971.
El buen recorrido de las «Lionesses» ha ayudado a este éxito y ha alimentado un gusto inédito por el equipo nacional femenino, en el que las estrellas Beth Mead, Leah Williamson o la seleccionadora Sarina Wiegman han pasado a ser nombres conocidos.
Con un balance de 14 partidos sin conocer la derrota desde la llegada de la neerlandesa de 52 años, contratada con el objetivo de ganar la competición después de haberlo hecho con Países Bajos hace cinco años, las inglesas no han decepcionado.
Entereza y capacidad de adaptación
Hubo tramos de nerviosismo en el partido de inauguración contra Austria, en las semifinales contra Suecia y en el ajustado partido de cuartos de final contra España, pero la fe individual y colectiva ha funcionado a la perfección.
Con 20 goles anotados y tan solo uno encajado, las inglesas han mostrado su mejor versión y con el apoyo del público pueden ser ahora favoritas, después de haber caído en semifinales en las dos últimas Eurocopas y en el último Mundial.
Enfrente estará una Alemania en pleno renacimiento, que llega con un recorrido casi tan impresionante y convincente.
Luego de salir sin que las temblara el pulso del «grupo de la muerte», en el que estaban emparejadas con España y Dinamarca, finalista hace cinco años, las jugadoras de Martina Voss-Tecklenburg fueron dominadas por momentos contra Austria en cuartos de final y contra Francia en semifinales pero sin llegar a sufrir.
En esos partidos supieron mostrar su capacidad para dar la vuelta al resultado golpeando cuando más duele a sus rivales, pero también la de poder adaptarse a todos los escenarios, presionando muy fuerte o reagrupándose para cerrar espacios, como hicieron en fase de grupos contra España.
Después de haber ganado el torneo en ocho ocasiones, seis de ellas de manera consecutiva entre 1995 y 2013, las alemanas tienen la experiencia suficiente como para pelear por la novena corona.
Una feroz batalla táctica
En lo táctico se espera una feroz batalla y la más que probable ausencia de la extremo izquierda Klara Bühl, positiva en covid-19, podría pesar mucho en el devenir del partido.
La final también será un duelo entre Mead y Alexandra Popp por el título de mejor goleadora del torneo. Ambas cuentan con seis goles anotados, récord en el torneo compartido con la alemana Inka Grings en 2009, pero Mead, gracias a sus 5 asistencias, parece favorita para terminar el torneo como ‘MVP’.
También será una ocasión para dejar atrás a algunos fantasmas.
El primero de ellos, el de los graves incidentes que tuvieron lugar el año pasado en Wembley horas antes de la cruel derrota de los «Three Lions» como locales contra Italia (1-1, 3-2 en penales). Por el momento, ninguna hostilidad parecida ha hecho acto de presencia en el presente torneo, con un ambiente más femenino y familiar en las gradas.
Las jóvenes inglesas tendrán también en algún rincón de sus cabezas el recuerdo de la humillación sufrida en final de la Euro-2013 en Helsinki contra Alemania (6-2), cuando muchas de ellas soñaban con poder disputar algún día el torneo.
Lucy Bronze, Jill Scott y Ellen White formaban parte de la selección aquel día pero el domingo, a las 16.00 GMT, buscarán escribir una nueva historia con un guion diferente.