La sangre nueva de la Verde ilusiona
Introducción: la era Costas de la gestión Costa arranca la noche anterior al inicio del Mundial de Qatar 2022. El rival se llama Perú y el partido comienza a una hora extraña, las 22.10 de un sábado a la noche. Terminará en domingo.
La próxima Copa del Mundo, a celebrarse en Estados Unidos-México-Canadá en 2026, pasará de 32 equipos a 48; Sudamérica tendrá dos cupos y medio más. Es la oportunidad de oro para volver a un Mundial, al mismo país, treinta y dos años después. Gustavo Costas ha elegido su dibujo favorito: el clásico 4-4-2. Viscarra es el arquero, ante la ausencia de Lampe. Los carrileros son changos: Medina y el flamante fichaje stronguIsta, Roca. La dupla de centrales es inédita: Jusino y José Sagredo. En el medio, Justiniano es el cinco con Villamil de mixto; Villarroel va por derecha y Ramiro Vaca de diez, como enganche. La dupla de ataque es para Miranda y el eterno Marcelo Martins.
Nudo: la primera parte es mala, de poco fútbol. Son dos selecciones en formación, con técnicos nuevos (Juan Reynoso es el peruano). Costas está más metido en el partido que algunos de sus jugadores. Grita y pide que sus volantes encaren. Justiniano se para entre los centrales para dar salida diáfana a la pelota, así también los laterales quedan altos, dispuestos a hacer daño por afuera. Diego Medina va a ser el mismo que asombra en Always Ready: de ida y vuelta, de constantes y rápidas trepadas. Cuando Roberto Carlos Fernández se recupere, las bandas serán fundamentales para el desempeño ofensivo de la verde. El que interviene poco es Ramiro Vaca: el hombre del fútbol belga (por ahora) conserva su toque de primera y sus pelotas filtradas pero -pegado al costado izquierdo- se pierde.
Desenlace: Carmelo Algarañaz sustituye en el descanso a un perdido Bruno Miranda. Cuando el equipo de Costas muestra más orden, llega el gol de Perú gracias a un pase de su mejor hombre, Cuevas. La entrada de Miguelito Terceros (por un inoperante Villarroel, también fuera de sitio) colabora para tener más fútbol. El amistoso sirve para probar un doble cinco inédito: Saucedo hace pareja con Enoumbá que se coloca como volante de contención, una vieja posición para el camerunés. Henry Vaca va a tener también diez minutos (por Ramiro) para desbordar desde la posición de extremo zurdo. En el descuento, con pelota parada, se roza el empate.
Post-scriptum: el Perú-Bolivia de Arequipa ha servido para poder vislumbrar, apenas, la idea de juego de Costas. Con los anteriores técnicos no supimos nunca a que jugábamos. El argentino apunta a conformar un equipo sólido y ordenado atrás; a salir por banda; a presionar arriba la salida del rival. Costas es plenamente consciente que la clasificación pasa por sumar afuera y hacerse inexpugnable en La Paz. Para eso la clave es la creencia absoluta en la sangre nueva de la verde: los Terceros, Medina, Vaca, Villamil… Solo así se podrá soñar con esa clasificación a “nuestro” mundial, el de Estados Unidos.
(20/11/2022)