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La casa de los líos de Bélgica choca contra la serenidad croata por los octavos

Bégica

Eden Hazard, capitán de la selección de Bélgica. Foto: AFP

Segunda y tercera en el pasado Mundial, Croacia y Bélgica viven momentos antagónicos en Qatar: los balcánicos avanzan hacia la clasificación con la solidez habitual, mientras que los Diablos Rojos han entrado en combustión y amenazan con explosionar.

Se enfrentan por los octavos en Doha.

 En el grupo F el equipo balcánico suma cuatro puntos, los mismos que Marruecos, favorita ante una Canadá ya eliminada. Bélgica suma tres puntos, pero los dos partidos que ha disputado le han dejado un rosario de conflictos internos que podrían explotar si no logra pasar a octavos.

 «Tuvimos una buena reunión ayer entre los jugadores, nos dijimos muchas cosas. Sobre todo insistimos en que todavía tenemos un partido por jugar, es lo más importante», señaló el martes el capitán belga Eden Hazard antes del entrenamiento.

 El jugador del Real Madrid fue enviado ante la prensa con otro peso pesado, su compañero en el club blanco Thibaut Courtois, en lugar de Yannick Carrasco y del joven Arthur Theate, inicialmente previstos, con el objetivo de calmar los rumores, que se incrementaron tras la derrota 2-0 del domingo ante los Leones del Atlas.

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 Según la prensa belga y francesa, la concentración del equipo en el paradisiaco Hilton Salwa Beach, al sur de Qatar, se ha convertido en la casa de los líos.

Hay enfrentamientos verbales e incluso físicos que implican a varios de sus pilares; Hazard, Kevin de Bruyne o Jan Vertonghen.  

«Sabemos que pasamos un momento más complicado que habitualmente.

Los jugadores hablamos una hora, y nos dijimos cosas; buenas, menos buenas, algunas que no gustaron, pero hablamos», añadió Hazard, sin querer entrar en detalles.

‘Negatividad fuera’

«Tenemos que dejar la negatividad fuera. Las historias inventadas tienen como objetivo crear un mal ambiente en el grupo», continuó Courtois, mejor arquero del Mundial de Rusia-2018.

 En el Ahmad Bin Ali Stadium Bélgica chocará contra un equipo croata que inició el Mundial con un insípido empate sin goles frente a Marruecos, pero que se entonó ante Canadá, remontando su gol inicial para ganar 4-1.

 El finalista del pasado Mundial, de nuevo con Zlatko Dalic al mando en el banquillo y el eterno Luka Modric en el campo -37 años y cuarto torneo-, ayudado por Mateo Kovacic, se mostró muy sólido ante un equipo de alto ritmo como el canadiense.

 «Croacia ha mostrado su fuerza y su calidad. Hemos superado una etapa pero nos enfrentamos a un muy buen equipo como Bélgica. No podemos dejarnos invadir por la euforia», dijo Dalic.