Viscarra, un héroe bajo un diluvio
Imagen: Archivo La Razón
Ricardo Bajo
Imagen: Archivo La Razón
Introducción: un “trapo” en la recta dice así: “Demasiado amor para una sola vida”. Firmado: Kilomberos. Rescalvo se estrena en casa. Los jugadores de ambos equipos posan juntos.
El Tigre presenta cuatro novedades: el lateral derecho es Corpus, el cinco es el colombiano Robles (Wayar a la banca); el diez es Ursino; y el nueve es Arias (Triverio está sancionado).
El dibujo es un ofensivo 4-3-3 (con tridente para Chura-Arias-Isnaldo). El “Flaco” Illanes va a ser fiel a su estilo, la posesión de la pelota.
El “match” se retrasa por culpa del VAR o de su ausencia. Arranca el juego sin videoarbitraje durante los primeros minutos. Son cosas que pasan solo en nuestro fútbol. Sale el sol en Miraflores. Ortega está en la banca.
TAMBIÉN PUEDE LEER:
Nudo: el Tigre de Rescalvo no tiene velocidad, ni ritmo, ni intensidad. El experimento de Ursino como enganche no sale bien. La “U” de Vinto propone y ataca. El gualdinegro espera, ni siquiera hace presión alta.
La primera parte termina con silbidos; la estoica curva sur “pide huevo”. Es un Tigre lento, sin dinámica, sin sociedades por banda, sin ritmo. Rescalvo se ha acercado a Quiroga y le ha pedido cambios frontales de juego, un juego que no existe. La profundidad brilla por su ausencia.
Desenlace: los cambios mejoran la cara atigrada, en actitud. Se mastica poco a poco como bolo de coca, otra noche épica. Ortega ha entrado por su compatriota, Robles y Claure por Corpus. Se cambia el dibujo (a un 4-2-3-1) con Ursino mejorando en su lugar.
El (nuevo) diez comienza a filtrar pelotas al espacio. En un descuido defensivo, llega el gol a la contra de un bolivarista, Víctor Abrego. La curva sur se pone en modo remontada. Alienta como nunca, como siempre. Arias, desaparecido como Isnaldo, deja su lugar al “Pito” Sotomayor. Ya estamos todos.
Cuando la lluvia arrecia con todo, el Tigre es una tromba. Empata Ursino, remonta el “Pito”. El línea ha levantado en las dos ocasiones su banderín; el VAR ha rectificado en ambas tras agónica espera.
El diluvio se hace presente con rayos y una lluvia torrencial/bíblica. En los descuentos, minuto 97, Viscarra se disfraza de héroe en la atajada del campeonato (no importa si es el segundo partido de la primera fecha).
Todos nos subimos al arca del Billy. En el minuto cien llega otro balde de agua fría: empata Héctor Cuéllar. El VAR lo anula en el 106. Nadie se mueve del Siles, el resfriado está asegurado, los pies mojados también. Esto es The Strongest. Rescalvo besa a Viscarra tras el pitido final. Es el beso de todo el pueblo stronguista.
Post-scriptum: The Strongest no juega (todavía) bien. La idea de Rescalvo (aún) no está. El que no falla nunca es el viejo, peludo y querido Tigre; su ADN de cañada invencible aparece siempre en noches terribles como ésta. Su historia indica el camino: nunca dejes de creer. Es verdad, es demasiado amor para una sola vida.
(05/02/2023)